“Que mañana empiecen las obras del museo en el Banco de España significa que vamos a cumplir el plazo que prometimos”. Esa fue la frase exacta que la candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, soltó como una bomba de relojería en el mitin socialista en la Asociación de Vecinos Polígono de San Sebastián. Echó el resto de sus fichas en la mesa política de poker con una simple pareja en su mano antes de comprobar el resto de las cartas que tenía que destapar el crupier.

Y es que la primera parte de su anuncio se cogió con pinzas porque ayer no pareció que hubiese movimiento alguno en el antiguo edificio que permanece en la Plaza de las Monjas. Simplemente “trabajos previos” ya que la Junta confirmó a este periódico que tenían en conocimiento que los técnicos iban a darse una vuelta por el edificio. Y la segunda “–vamos a cumplir el plazo que prometimos–” el tiempo lo dirá.

Mientras que la empresa se desmarcó al decir que quien tiene que hablar es la propiedad del inmueble porque ellos no están autorizados, la Junta de Andalucía explicó que ya está firmado el contrato, que la empresa tiene las llaves, y según la información que manejaban es que ayer “iban a darse una vuelta técnicos y el director de la obra” en función de los trabajos previos a entrar en materia.

No es lo mismo decir que “mañana empiezan las obras” a que empieza el contrato de obras. Ya se ha firmado el acta de replanteo, un documento que confirma el inicio de las obras y que tienen, en este caso, 24 meses por delante para terminar el proyecto. Durante el contrato la empresa adjudicataria se gestiona como considere oportuno para la ejecución de la conversión del edificio en un Museo Arqueológico.

Que la empresa gestiona sus tiempos es un hecho. Hasta el momento se desconoce si ese “comienzo de obra” ocurrió a las 08:00, a las 09:00, o a las 23:59. Tampoco se sabe si entraron materiales o herramientas en el edificio o si simplemente los técnicos se dieron una vuelta –o no– como primera toma de contacto. Porque pudo ocurrir que la puerta del Banco de España se abriese y se cerrase en un abrir y cerrar de ojos. Y también pudo ocurrir que no se llegase ni a sacar las llaves del portón principal.

Una cosa que está clara es que antes de que los onubenses vean un pico y una pala como sinónimo de obra podrán ver trabajos previos que aumentarán con el paso de los días. Y es que el edificio se tiene que perimetrar para poder comenzar a trabajar en el complejo proyecto que devolverá a la vida un edificio que lleva años sin respirar.

La empresa adjudicataria tiene desde ayer 24 meses por delante para acometer las obras con un montante de 4,8 millones de euros. El cartel de los trabajos ya esta colocado en el edificio y el recorrido será largo hasta que en el segundo semestre de 2021 Huelva cuente con dos espacios museísticos: uno, el Museo Arqueológico que tantos quebraderos de cabeza a traído a la ciudad, y dos, el de Bellas Artes que estará en el actual centro de la Alameda Sundheim.