Nuevo invernadero, vallado, plaza y acequias para el Celestino Mutis

A mejorar. El invernadero, construido en acero, está oxidado, mientras que algunas acequias están vacías, ya que presentan fugas.
E. Ll. / Huelva

05 de julio 2012 - 01:00

Aunque el proyecto de remodelación del parque botánico Celestino Mutis no está finalizado, la Diputación tiene claro que se actuará en el área perimetral, que presenta deficiencias en lo que a seguridad se refiere; en el invernadero, que se construirá de nuevo; y en las acequias, que se rehabilitarán para las cascadas vuelvan a lucir en todo su esplendor.

"Aprovecharemos para poner unos micros regeneradores que permitan crear electricidad con el propio salto de agua. Esto no facilitará un autoabastecimiento al 100%, pero si nos ahorramos un 20% en energía eléctrica merecerá la pena", señala el director de área, Julio Ángel Sánchez.

Según el responsable, el invernadero será sustituido por uno nuevo porque con el paso del tiempo "está muy degradado" y, al haber sido construido en acero, "se ha oxidado y debe ser sustituido". En la nueva propuesta, la lámina de agua actual entra dentro del invernadero, con lo que se gana en espectacularidad y el espacio se antojaría más atractivo para el visitante.

Juan José Orta, responsable de espacios verdes de La Rábida, recuerda que el parque fue construido por el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona) en 1991. Este organismo administrativo que estuvo adscrito al Ministerio de Agricultura entregó el parque, una vez construido, a la Diputación Provincial y al Ayuntamiento de Palos.

Según indica Orta, la obra se hizo muy rápido, "con un magnífico diseño y un estupendo aprovechamiento del terreno", aunque con "una penosa ejecución". Por ello, asegura que la Diputación no ha parado -desde el mismo año en que recibió el Celestino de Mutis- de retocarlo, ya que la necesidad de mantenimiento ha sido "constante".

Al hilo de la renovación del invernadero, se abordará el aumento de la colección de plantas existente, que está paralizada desde hace años, cuando se vio que la infraestructura no tenía posibilidad de mantenimiento. Junto a la idea de crear una serie de islas de plantas acuáticas, Orta apuesta por retomar la colección de orquídeas traídas hace años de Cuba a través de acuerdos de colaboración con dos jardines botánicos. Se prescindirá, según explicó, de la zona de cactus, que no tiene sentido por la envergadura que tendrá el nuevo invernadero.

"Haremos que sea más tropical con su nuevo tamaño: Una cubierta con 12 metros de altura. Esto permitirá que el calibre de la planta pueda ser más importante. Y al no estar bloqueada la zona de cultivo por las paredes del invernadero, podemos permitir que la planta crezca a lo ancho. Será como una isla tropical dentro de la piscina", comenta Orta.

Sánchez, por su parte, explica que se quiere remarcar la entrada al Celestino Mutis para que deje de pasar desapercibida. "Queremos sacar un eje hacia la carretera para que se vea el invernadero y crear junto a su estructura una gran plaza que permita acoger algún tipo de acto", remarca el diputado de Infraestructuras, Alejandro Márquez.

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