Huelva

Noche de Onubenses del Año, noche de gala en Huelva

  • Los premiados con esta distinción recibieron la estatuilla con "emoción y orgullo", como sintetizó en sus palabras el gran actor Mariano Peña, que resumían otras intervenciones con esos sentimientos.

El patio del antiguo convento de La Merced, de la Facultad de Empresariales de la Universidad de Huelva, volvió a recibir a los galardonados por los lectores de Huelva Información con la distinción de Onubense del Año, gala que celebra este año su vigesimotercera edición.

Un total de 21 premios se fueron entregando a los distintos galardonados, cuyos nombres figuran en recuadro aparte. Entre medias, las pausas correspondientes a las diferentes intervenciones que se fueron produciendo a lo largo de la noche, tras la presentación que de todos los galardonados hiciera el director de Huelva Información, Javier Chaparro, con la habilidad de dar una pincelada de los méritos de cada uno de ellos sin llegar al exceso.

En las palabras de quienes intervinieron abundaron los agradecimientos a la iniciativa y, sobre todo, a los lectores de Huelva Información, que con sus votos deciden estos premios anuales y al "onubensismo" que transmiten y que premian. También hubo algún secreto, como el de Manuel García-Izquierdo, quien reconoció que "Miguel, el abuelo del Recre, me vino con un taco de votos que había ido recopilando para mí". No le hicieron falta, por la avasalladora unanimidad de los lectores ante sus méritos, pero ahí quedó el gesto de un amigo que quiso compartir con todos.

Pero también hubo peticiones, como las que transmitieron desde Apamys y Cáritas, que dejaron sentir "la necesidad de colaborar con los demás en unos momentos como los actuales". Y, de igual forma, hubo unanimidad entre algunos de los premiados que no quisieron olvidar que, aunque el galardón era a título individual, tenían la obligación de compartir el premio con mucha gente que trabaja detrás, "haga frío, llueva o ventee".

Hubo especial emoción cuando Ana Rojas, hija de Gerardo Rojas, tomó la palabra con un ánimo extraordinario y, dijo, "en palabras que diría Gerardo, doy la enhorabuena a la ilusión y a las alegrías nuevas de cada día". Un nudo se hizo en la garganta de muchos, aunque para emoción sin palabras las de los padres de Carlos Rico cuando recibieron el premio concedido a su hijo.

Los dos premios especiales del jurado hicieron uso de la palabra. Marín Rite para ensalzar los valores de Huelva, una provincia que de la noche a la mañana, como quien dice, se quedó sin minería y sin pesca, sus dos principales riquezas laborales y fue capaz de levantarse con industria, con turismo, con cultivos... "Por eso hay que tener fe en el futuro de Huelva", sentenció. Mariano Peña quiso confesar su sentimiento cuando se enteró del reconocimiento: "primero me quedé mudo y después sentí incredulidad, emoción y orgullo. Incredulidad, porque pensé que era una broma de cámara oculta; emoción, porque recibir un premio que reconoce el trabajo desarrollado siempre emociona; y orgullo... porque este premio se me daba en mi tierra, por mi gente. Por eso tengo la satisfacción de decir que sí soy profeta en mi tierra".

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