"Es como si Nicodemo y San Juan hubieran protegido al Cristo en la caída"
HERMANDADES
Juan Manuel Miñarro se encargará de la restauración del grupo escultórico del Descendimiento. La hermandad promueve actos benéficos para recaudar fondos.
"Parece como si Nicodemo y San Juan hubiesen protegido al Cristo para que la rotura no haya sido tan grande. En la caída Nicodemo se desplazó al brazo contrario de donde está en la cruz. Lo que nos sorprende es que este se produjera al tener que superar la estipe, que debería haber impedido el movimiento. Mientras, San Juan aparece en el lado contrario al suyo aunque en la misma posición mirando al Señor. Seguro que hubiese podido ser peor". Así lo relatan Antonio Rodríguez Regidor y José Ramón Romero, hermano mayor y teniente hermano mayor de la Hermandad del Descendimiento, respectivamente.
Después de unas semanas del accidente fortuito en la capilla reconocen que vivieron una situación difícil. "Cuando te encuentras tus imágenes así te sientes impotente", dice Antonio Rodríguez. Reconoce que "fue el día más largo de mi vida, parecía un duelo". La llamada la recibió de Luis, uno de los colaboradores de la parroquia de la mayor de San Pedro, que "muy afectado nos decía cuando llegamos que no entráramos, que era muy fuerte; y la verdad es que sí". Como compensación a tanto desaliento, encontraron el afecto de todos, empezando por el párroco, José Arturo Domínguez, que en el primer momento inició las gestiones oportunas. Hay detalles como los jóvenes de la cuadrilla de costaleros de la Cruz de Mayo del Este que pagan un euro de papeletas simbólico y los 70 euros recaudados los han donado para la restauración.
La junta de gobierno ha querido dejar claro que la restauración va a respetar en todo momento lo que es el grupo del Descendimiento como lo tenemos hasta ahora. "Nos sentimos orgulloso de estas imágenes, de su estilo castellano, de cómo fue concebido por su autor; lejos de nuestra mente está realizar cualquier tipo de cambios como hay quienes van diciendo por las redes sociales. Nosotros vamos a defender lo que se nos ha legado, esto no va a cambiar", dice Antonio Rodríguez.
Estas ideas son las que llevaron a que la pasada Semana Santa se volviera a colocar el grupo escultórico en una cruz latina. Con la adquisición del paso se colocó en una arbórea pensando que le iba a dar más movimiento. Sin embargo aparecieron problemas en su cogida, que se soltaron o se partieron, tanto la de Nicodemo como la del Cristo, en plena salida procesional. Esto llevó a la solución ahora adoptada y es que "las imágenes fueron concebidas para una cruz plana y la redonda solo daba problemas", señala.
La hermandad ha tenido siempre varias cruces, para la salida, los cultos y la capilla. Ahora se decidió recuperar una cruz latina para que estuviera en la capilla de la misma forma que lo vemos en la calle el Viernes Santo, aunque no es la misma. A la cruz fue necesario añadirle unos 18 centímetros quedando bien ensamblada. Una tarea que realizó un profesional en junio de 2014 sin que haya dado problema alguno hasta ahora. La cruz va colocada en un cañón de 40 centímetros que es el que la mantiene en pie. "Lo que ocurrió es que se rompió por el ensamblado", matiza el hermano mayor.
Desde el primer momento tras el accidente contaron con la presencia de Enrique Bendala Azcárate, que es el asesor artístico del Descendimiento. La hermandad se puso en contacto con Juan Manuel Miñarro para que realizara el informe diagnóstico y la propuesta de intervención. "Necesitamos de un restaurador que sea también imaginero por el trabajo que hay que realizar", señalan desde la junta de gobierno. Será una ocasión para ver las partes que necesitan las imágenes de ser mejoradas tras las últimas intervenciones, pero se asegura "que se va a respetar en todo momento la policromía de la imagen como la conocemos, no se va a realizar ningún cambio al respecto". Se espera que las imágenes puedan estar restauradas para su salida en la próxima Semana Santa.
La preocupación ahora de la hermandad no es otra que la de conseguir los fondos necesarios para afrontar la restauración, que ascenderá a unos 23.000 euros. Un problema, sin duda, para una corporación que sólo tiene unos 280 hermanos y escasos recursos económicos. Sin embargo la solidaridad es algo con lo que están contando desde el primer momento. La cuadrilla de costaleros de las Tres Caídas ha hecho una aportación voluntaria a la que se están sumando otras cuadrillas. Está previsto que se distribuyan huchas, se organizarán varias veladas benéficas, así como el sorteo de un cuadro de Chema Riquelme. Hay también cofradías que ya han hecho una aportación económica como las de Pasión y Calvario.
El taller de carpintería de de Daniel Batanero, de Isla Cristina, se ha ofrecido a realizar de manera desinteresada la nueva cruz que habrá de sujetar las imágenes en la capilla.
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