Miles de personas se suman a una tarde llena de sol e ilusión

Sobraba el chaquetón en la explanada del Santuario de la Cinta a primera hora de la tarde. El buen tiempo estaba asegurado y eso, aun si cabe, proporcionaba más alegría a todos los que se dieron cita en la barriada de La Orden. Los aparcamientos del centro social Los Desniveles eran un hervidero de alegría. Las carrozas esperaban el comienzo del recorrido, entrando en ambiente con la música de las charangas. En el otro extremo se situaban las carrozas de los Reyes, justo delante del santuario de la Patrona de Huelva. Allí tuvo lugar un acto de recogimiento que llenó el templo.

El hermano mayor de la Hermandad de la Cinta, Manuel Roméu, dio la bienvenida a Sus Majestades y agradeció que la estrella de Oriente los hubiera llevado hasta el santuario. Roméu se congratuló, posteriormente, de que se haya consolidado tan rápidamente la visita de los Magos a la Virgen Chiquita como punto de partida de la cabalgata.

Un total de 13 carrozas calentaba motores antes del pistoletazo de salida que no se hizo esperar. La Orden, un año más, respondió con contundencia a la cabalgata de Reyes. La alegría estaba asegurada y se encarnaba, en buena medida, en los payasos y animadores incluidos en la comitiva. Abriendo el desfile, la Estrella de la Ilusión.

El ingrediente musical de la comitiva fue aportado por tres charangas, formadas por miembros de la agrupación musical de la Sagrada Cena y de la Banda de Cornetas y Tambores de La Salud.

Sus Majestades se mostraban, otra vez, espléndidos. Como son mágicos se recuperaron del cansancio de la mañana y comenzaron su travesía por Huelva -de más de ocho kilómetros- con las mismas ganas que habían mostrado a primeras horas de la mañana. Cada rey iba acompañado de siete pajes y sus carrozas, junto a la de la Estrella de la Ilusión y la de los bomberos, eran las encargadas del reparto de los caramelos. También merece una especial mención el papel de los bomberos. El peculiar vehículo en el que van se ha hecho ya parte insustituible en la cabalgata y ellos también participan en la grata tarea del lanzamiento de los caramelos.

El resto de las carrozas, protagonizadas por héroes infantiles, iban ocupadas por niños -los grandes protagonistas de esta jornada- que compartían con los miles de onubenses que contemplaban el desfile desde las aceras, el confeti y las serpentinas. Personajes como Alicia en el país de las maravillas, el Rey León o Capitán América llenaban de colorido de las calles de la ciudad.

La plaza de La Merced fue el lugar donde Huelva dio la bienvenida a la comitiva y lo expresó con una presencia contundente de público. A partir de ahí, los Reyes comprobaron, una vez más, que el cariño que Huelva siente por ellos pasa de año a año y que se transmite de generación en generación. No se puede olvidar que la cabalgata onubense cumplió, el año pasado, su nonagésimo aniversario; 90 años en que la ilusión ha pasado de generación en generación.

El único, y pequeño incidente, que se registró afectó a la carroza del rey Gaspar. A la altura de la avenida Galaroza, se desprendió un foco de esta estructura, lo que dio lugar a un incendio que no ocasionó daños personales ni otras consecuencias. Fuentes municipales señalaron que el foco se desprendió y cayó directamente en un saco de serpentinas.

Los servicios de seguridad extinguieron las llamas con rapidez, una vez desalojada la carroza, y tras unos minutos todo siguió con normalidad.

Precisamente en Galaroza, y sobre todo a la llegada a Federico Molina, el desfile adquirió una nueva dimensión. Las carrozas iban provistas de su iluminación a lo que hubo que añadir el alumbrado navideño de la avenida Federico Molina. Ante el espectáculo, Isla Chica tampoco se quedó atrás en su respuesta a esta invitación a la ilusión y presenció la cabalgata de manera masiva.

La cabalgata, tal y como estaba previsto, concluyó en las puertas del Ayuntamiento, lugar donde se efectuó la recepción oficial cuando ya el reloj apuntaba las 21:00.