Huelva

Licitada por más de un millón de euros la reurbanización de Nuevo Molino en Huelva

Zona en la que se va a actuar en Nuevo Molino.

Zona en la que se va a actuar en Nuevo Molino. / Josué Correa (Huelva)

Adjudicada a la empresa Probisa Vías y Obras la segunda fase de la reurbanización de la barriada Nuevo Molino de Huelva por más de un millón de euros (906.491,99 euros más 190.363,32 de I.V.A.). El plazo de ejecución es de seis meses. Ésta es la segunda vez que el Ayuntamiento de Huelva saca a licitación esta actuación urbanística, la primera vez quedó desierta.

La actuación consiste en la reurbanización del barrio, en una segunda fase que comprende la zona de los bloques situados al norte del mismo, que requiere la renovación y adecuación de las aceras de las vías públicas que lo conforman con el objeto de permitir un correcto tráfico peatonal, evitar accidentes, favorecer la movilidad y accesibilidad de los ciudadanos y proteger la infraestructura de un deterioro progresivo.

Se trata de reurbanizar los acerados que bordean los cinco bloques situados al norte de la Avenida Costa de la Luz. Debido a los problemas de asentamiento que presentan las aceras de la urbanización así como la falta de adecuación de dimensiones de los elementos dispuestos para salvar lo distintos desniveles existentes entre el viario y las plataformas de acceso a cada uno de los bloques, se requiere la renovación y adecuación de las aceras. 

El ámbito de actuación abarca una superficie aproximada de 17.026,49 metros cuadrados, que linda al sur con la Avenida Costa de la Luz; al norte con la calle Punta Umbría, hasta el acerado norte de esta calle en contacto con el Hospital Quirón. Al este, el ámbito de actuación se limita a los bordillos de acerado limitante del bloque 9 en la Avenida de la Unión Europea; mientras que al oeste los acerados afectados se limitan con la línea de fachada del bloque 5 en su alineación occidental.

La intervención urbanística se ciñe a los espacios públicos sin incluir la plaza que conforma el bloque situado más al oeste, quedando fuera del ámbito tanto esta plaza como los espacios privados que conforman los cuatro bloques edificados que quedan dentro del ámbito. Del mismo modo, queda exento de actuación la zona peatonal asociada a la fachada sur del bloque 5. 

Para el acceso a los portales, la urbanización se resuelve con unas plataformas elevadas por cada bloque a las que se accede por rampas y escaleras que, actualmente, no se ajustan a la normativa de accesibilidad. La altura a salvar desde la cota de acerado a los portales es variable para cada bloque y, a su vez, para cada fachada norte o sur, siendo las más desfavorable las fachadas sur y este del bloque situado más al este (bloque 9), con una diferencia de cota de casi un metro y medio entre acerado y portal.

En concreto, el proyecto contempla la reordenación de los elementos de acceso, rampas y escaleras, integrándolos en una ordenación conjunta que permita unos recorridos adecuados y cómodos. Para ello se proyecta una solución tipo distinguiendo entre el acerado norte y sur de cada bloque, debido a la diferencia de alturas a salvar entre acerado y portales de las viviendas.

Para los accesos a los edificios se disponen rampas y escaleras de mínimo 1,80 metros  de ancho en cualquiera de las fachadas, para el acceso a los diferentes portales y locales existentes, manteniendo siempre un mínimo de acerado libre de obstáculos de 1,80 metros, reconfigurando todos los recorridos peatonales del entorno de los edificios incluidos en el ámbito de intervención.

Las pendientes de las rampas se adaptan a la normativa de accesibilidad en vigor, con longitud en función de la diferencia de cota a salvar. Además, la propuesta contempla la eliminación de los dobles bordillos, en algunos puntos triples, de manera que se pueda circular peatonalmente cumpliendo las determinaciones de la ordenanza de accesibilidad. Para ello será necesario la modificación de alguna cota de acerados.

La red de saneamiento y drenaje actual se mantiene, no se contempla la renovación de canalizaciones de saneamiento. Sólo en casos puntuales, por la ampliación de ciertos acerados, se deben reubicar los imbornales que quedan bajo los nuevos pavimentos peatonales proyectados. 

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