La Junta rechaza el cierre de Ercros y apuesta por la actividad de la fábrica
El Gobierno andaluz, que debe admitir o rechazar el Expediente, califica de "reprochable" e "incorrecto" el plan de la multinacional · La dirección de la planta ha fijado una cita para esta misma semana con Empleo
Rechazo absoluto al cierre de las tres plantas que Ercros tiene en Huelva y una advertencia: se pondrán en marcha todos los mecanismos disponibles para impedir los planes de la multinacional catalana, que se traducen en la destrucción de 123 empleos directos y otros tantos indirectos, así como en la consiguiente debilitación del tejido industrial de la provincia. Ha sido la respuesta de la Junta de Andalucía ante el anuncio de la puesta en marcha del plan de ajuste que la empresa hizo público el martes.
La Junta (autoridad competente para admitir o rechazar el expediente de cierre) considera que ni las formas ni el fondo son los apropiados. En primer lugar porque se ha suprimido la posibilidad de diálogo y negociación con la plantilla que se presupone en cualquier proceso de reestructuración y, en segundo, porque desde el Gobierno autonómico se entiende que la actividad de la empresa debe continuar en la provincia. De ahí que desde el Ejecutivo andaluz se califique la decisión de Ercros de "incorrecta" y "reprochable" y se apueste claramente por el mantenimiento de la actividad industrial en las tres plantas onubenses.
En esta línea se manifestaba la delegada provincial de Empleo, María José García Prat, quien mantendrá esta misma semana una reunión con la dirección de la empresa para analizar la situación. "El encuentro llega tarde", apuntaba, pero muestra los primeros síntomas de lo que podría ser el inicio del diálogo que se reclama tanto desde el Gobierno autonómico como desde el colectivo de los trabajadores.
Mientras la Junta se oponía de forma tajante a la decisión empresarial, la totalidad de la plantilla de Palos de la Frontera se concentraba a las puertas de la fábrica para mostrar su rotundo rechazo a lo que considera una "salvajada". Los trabajadores han mostrado el rechazo absoluto a los cierres en cadena que hace dos días anunció la multinacional (cuatro plantas de forma definitiva, de las que tres se ubican en Palos de la Frontera), al tiempo que calificaron la decisión de "interesada y localista" en beneficio de los centros catalanes y en perjuicio de los centros de Andalucía. Y es que los trabajadores de Huelva, que no han tenido notificación directa por parte de la empresa de sus intenciones, no entienden por qué casi la mitad de los despidos (el 43,38%) se concentra en las instalaciones de Huelva ni por qué una problemática coyuntural, como es la de mercado, se convierte en la justificación del cierre definitivo de la única fábrica que Ercros tiene en Andalucía. Esta situación ha llevado a pensar a los trabajadores que detrás del cierre se pueden esconder movimientos que podrían salir a la luz en un futuro, como argumentaba el presidente del comité de empresa, Gerardo Ferreiros: "Mucho nos tenemos que la intención sea especular con los terrenos (40 hectáreas) de Huelva para compensar las pérdidas de otros centros". Y para asegurarlo se basa en actuaciones similares tomadas hace un año, cuando se decidió la venta de los terrenos donde se ubicaba la antigua factoría de Sant Celoni por el precio de 41,7 millones.
A igual que el Gobierno andaluz, los trabajadores exigen a la empresa que se replantee la presentación del expediente de cierre y se abra al diálogo para buscar la solución más adecuada y beneficiosa para todos. "No entendemos cómo una empresa que siempre ha estado dispuesta al diálogo ha decidido echar el cerrojo de forma unilateral", apuntillaba Ferreiros. Más duro se mostró el secretario general de la Federación de Industrias y Afines (FIA) de UGT, Luciano Gómez, quien subrayó "el mal proceder" de una firma "que no tiene motivos objetivos para justificar esta actuación".
A la espera de consensuar medidas entre todos los centros afectados, los 123 trabajadores de Huelva decidieron llevar a cabo un corte simbólico de la carretera durante la mañana de ayer, que se extendió durante casi media hora. El grito unánime entre la plantilla "¡No al cierre!" sirvió además como lema de la pancarta que portaron en la cabecera de una protesta que se irá repitiendo a lo largo de las próximas jornadas.
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