Voces de Huelva

Juan Rodríguez Uranga: "Los enfermos neurológicos siempre han estado ahí, pero ahora se diagnostican más"

  • El neurólogo onubense del Centro de Neurología Avanzada (CNA) advierte un mayor número de ictus en los jóvenes por el abuso de tóxicos

  • Considera que, son tantos los avances en las neurociencias, que el cerebro se conocerá al 100%

Sin el cerebro el ser humano pierde su esencia. Y no son pocas las familias que enfrentan enfermedades neurológicas. Párkinson, ELA, epilepsia o esclerosis múltiple son algunas de las patologías que más impacto tienen en la salud de las personas. De ellas es un gran conocedor el neurólogo onubense del Centro de Neurología Avanzada (CNA), Juan Rodríguez Uranga, quien acumula una exquisita trayectoria marcada por la investigación y profundización en las técnicas más innovadoras en epilepsia, su gran especialidad. Tal es su desarrollo profesional, que se presume como uno de los epileptólogos españoles con más trascendencia a nivel internacional. 

- Enhorabuena por su reciente nombramiento como vocal de la Sociedad Española de Epilepsia, ¿qué supone para usted?

- Estoy muy feliz porque esta sociedad es la máxima entidad en España en gestión de la formación en epilepsia. Es aquella en la que figuramos todos los profesionales, por lo que es un bonito reconocimiento.

- La epilepsia es, precisamente, su especialidad. ¿Por qué se decidió por esta rama de la neurología?

- Primeramente, me gustaría destacar que la medicina es tan compleja y cuenta con tantas subespecialidades que, si quieres formarte bien, debes optar por una única rama. Los neurólogos curamos pocas cosas, pero en la epilepsia hay casos que sí que tienen cura. Me atraía mucho la posibilidad de conseguir que una persona epiléptica deje de tener crisis y, por ende, se quite el foco del estigma social que aún pesa sobre este tipo de enfermedad. Por ejemplo, en patologías degenerativas o tumorales poco curamos los médicos, pero el hecho de volver a integrar en la vida a una persona epiléptica es un aliciente para mí.

- ¿Cualquier persona puede padecer epilepsia?

- La epilepsia es una descarga anormal de un grupo de neuronas del cerebro y la podemos padecer cualquiera porque todos tenemos un umbral convulsivo determinado. Es una enfermedad prevalente, pues en Andalucía la padecen unas 100.000 personas, de las que el 30% son fármaco-resistentes, es decir, no se controlan con fármacos. Esto es que, en torno a un 70%, se controlan con el primer o segundo fármaco, pero hay un grupo de personas que en un año prueba dos y no se controla su epilepsia. Y es ahí cuando planteamos la opción quirúrgica, consistente en la resección o extirpación del foco epiléptico, es decir, la parte de la corteza cerebral donde se inicia la descarga epiléptica.

- ¿Hay un componente genético en la aparición de la epilepsia?

- Sí. La epilepsia genética existe cuando los genes hacen que un cerebro sea muy excitable. Por ejemplo, hay personas que necesitan de cinco días de drogas y alcohol para una crisis epiléptica y, en cambio, a otras solo les sucede por no dormir una noche. Eso depende de la genética. Además, existen las epilepsias lesionales por una malformación en el cerebro, tumor, ictus, degeneración y, en general, cualquier daño que irrite la corteza cerebral. Cuando hay una lesión puedes operarte para controlar esa parte del cerebro o, incluso, eliminar el fármaco, pero en las genéticas no es posible porque el foco están en los genes. Aún así, es posible recibir técnicas quirúrgicas con poca opción curativa, pero sí paliativa, véase un marcapasos, la estimulación cerebral profunda o la desconexión de medio cerebro, mejorando así las situaciones de crisis.

- ¿Cómo es confesar que una patología es incurable?

- Es complicado. Debes transmitirlo con tacto, contando que el problema es serio y que degenera y deteriora a las personas y, sobre todo, expresando que con un tratamiento adecuado la calidad de vida puede mejorar mucho. Somos conscientes de que hay grandes caballos de batalla en la medicina, pero es cierto que cada vez mejoramos más y podemos ayudar a tener gran calidad de vida. Sucede, por ejemplo, con los códigos ictus que, si actuamos en las primeras horas, podemos romper el trombo y resolver el problema.

- Siendo un campo tan amplio, ¿cuánto nos queda por aprender en neurología?

- Queda muchísimo, pero lo estamos haciendo rápido. En esclerosis múltiple el avance ha sido enorme con los últimos desarrollos científicos, médicos y farmacológicos; al igual que en el alzhéimer, donde hemos abierto una nueva vía con los fármacos anti amiloides. De hecho, tenemos activos desarrollos con hasta 10 nuevos fármacos que nos pueden abrir la luz sobre determinadas patologías. Asimismo, otro de los campos donde el conocimiento es mayor es el de las enfermedades raras, en el que estamos diagnosticando a muchos pacientes, a los que no podemos desahuciar. 

- El Centro de Neurología Avanzada, con base en Sevilla y centros satélites en Huelva, Cádiz y Málaga, es un referente nacional.

- Somos el centro multidisciplinar más grande a nivel nacional y contamos con un desarrollo progresivo desde los puntos de vista científico y asistencial. El Centro de Neurología Avanzada contempla un equipo de más de medio centenar de profesionales que abarcan todas las especialidades de las neurociencias, realiza ensayos con múltiples patologías neurológicas, emplea la última tecnología en cirugía funcional, apuesta por la investigación clínica con muchos trabajos publicados en las revistas más importantes, organiza un simposio internacional de gran impacto y trae a España a médico extranjeros para determinadas cirugías y tratamientos novedosos. En este sentido, deseo estar en todos los campos a la última y así poder ofrecer a los pacientes las mejores soluciones a nivel internacional. Nos intentamos anticipar y lograr que nuestros pacientes tengan contacto con las mejores opciones lo antes posible.

- Muy puntera es también la Unidad de Epilepsia. ¿Qué estructura tiene?

- La Unidad cuenta con tres camas y tres equipos de monitorización crónica de última generación con hasta 128 canales y, próximamente, tendremos cinco camas de registro video EEG, tres en Sevilla y dos en Huelva. En la actualidad se realizan en nuestra Unidad entre 500 y 600 estudios al año de monitorización prolongada, donde, además de la finalidad diagnóstica, se realizan estudios con finalidad prequirúrgica. El Centro de Neurología Avanzada es uno de los pocos en los que, además del manejo terapéutico de estas epilepsias complejas con nuevos fármacos anticrisis en fase de investigación clínica, está especializado en la realización de otras técnicas diagnósticas y terapéuticas que pueden resultar en una curación de la epilepsia con cirugía en un elevado porcentaje de casos que no han tenido una solución con fármacos. 

- ¿Por qué decidió cambiar la sanidad pública por la medicina privada?

- Me decanté por la epilepsia en 2004. Hice un año de investigación y desarrollamos la Unidad de Epilepsia del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde conseguimos ser la unidad de referencia en Andalucía con más de 50 pacientes operados en cuatro años. Sin embargo, la estructura hospitalaria no se pudo gestionar bien y, pese a lo difícil de la decisión, decidí continuar en la medicina privada lo que en el hospital no pude. La falta de recursos o de interés en aquel momento imposibilitó la construcción de una estructura que cumpliera con unos estándares de calidad a nivel internacional. Pese a que la epilepsia afecta a medio millón de personas en España, es, además de una enfermedad estigmatizante, una enfermedad en las sombras muchas veces.

- Uno de los estigmas es, precisamente, atribuir una enfermedad neurológica a la edad.

- Es cierto que, con la edad, se puede tener más torpeza o un déficit de memoria puntual, pero cuando hay un problema importante de memoria, probablemente sea por una enfermedad neurológica. A menudo, se comete el error de decir "está chocheando" y atribuir a la edad un problema neurológico.

- Parece que hay más enfermos neurológicos. ¿Lo ve usted así?

- Los enfermos siempre han estado ahí, pero el envejecimiento y, sobre todo, las nuevas terapias, hacen que se diagnostiquen más casos. Ha influido también la pandemia, donde personas de una determinada edad se han aislado y los trastornos de ánimo han sobreexpresado procesos neurodegenerativos que, en otras circunstancias, se hubieran presentado más tarde en el tiempo. Igualmente, la pandemia ha hecho que haya personas a las que no se les ha atendido a tiempo, por lo que hemos llegado tarde. Un apunte que también querría hacer sobre la pandemia es la ineficacia de la telemedicina en neurología, pues la atención por teléfono es insuficiente. Los neurólogos tenemos que ver a nuestros pacientes y, a partir de ahí, hacer nuestros estudios pertinentes.

- Ayer fue el día del ictus y los estudios apuntan a un mayor número de casos entre los jóvenes. 

- Es un episodio que cada vez vemos más en los jóvenes. La obesidad o los tóxicos, como las drogas, aumentan el riesgo de ictus y cardiopatías, de ahí que veamos más patologías cerebrales en los jóvenes que antes. Aun así, no es la única patología del cerebro que detectamos más a menudo entre los jóvenes. Otra es el TDAH. Tenemos que sacar a aquellos niños que complicaban el devenir de las clases por su carácter inquieto y anticiparnos a su diagnóstico, pues un TDAH puede derivar en sociopatías o adicciones. Uno de cada diez niños tiene trastorno por déficit de atención e hiperactividad y, con el adecuado tratamiento, podemos hacer que desarrollen sus habilidades dentro de los estándares de la sociedad.

- ¿Cuáles son los signos de alerta de una patología cerebral?

- Varían dependiendo de la edad. En edad infantil, son aquellos niños con trastornos del aprendizaje, problemas de sueño, inquietud e impulsividad; mientras que en los adolescentes son la epilepsia por el abuso de tóxicos, higiene de vida alterada y falta de descanso; o la cefalea (mayor en chicas). Si ponemos el ojo en otras enfermedades habituales como el párkinson, son banderas rojas el sueño inquieto, la caída de la cama o los golpes inconscientes a la pareja al dormir, o trastornos de la olfación; o la apnea del sueño, visible en la persona que está todo el día somnolienta y cansada. Son banderas rojas que el neurólogo conoce y tiene interiorizadas. 

- ¿Puede un cerebro estar sano al 100%?

- Podría ser. Destacar también que muchas veces hay hallazgos, pero asintomáticos. Son pacientes que vienen a consulta por cosas independientes, pero observas pequeñas lesiones sin síntomas, pues hay áreas del cerebro que no dan problemas. 

- Y, ¿cree que consideremos conocer el cerebro en su totalidad?

- Estoy convencido de que el cerebro se conocerá al 100%, al igual que el genoma. Estamos avanzando mucho y la neurociencia es uno de los campos que más avances ha logrado. De hecho, en 50 años se ha ganado todo lo que no se ha ganado en los siglos anteriores. Aun así, sabemos bastante.

- No querría concluir sin poner en valor el papel de las asociaciones.

- Trabajamos mano a mano con ellas. Soy el representante nacional médico para las asociaciones de epilepsia de España y considero que este acercamiento entre asociaciones, médicos y pacientes es fundamental para orientar a las personas que padecen una patología. El contacto es directo y, además, el precio de la atención es menor para los que vienen desde las asociaciones. Uno de los aspectos claves del Centro de Neurología Avanzada es la Fundación Cerebro y Salud, desde donde canalizamos nuestra acción social, como las intervenciones a personas de países subdesarrollados.

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