Responsables de Interfresa y del Prelsi se desplazaron ayer a Madrid para intervenir en un programa de actividades titulado Voces situadas, que abordaba la situación de las mujeres de Marruecos que trabajan en la campaña de frutos rojos de Huelva. El programa, que se desarrolló en el Museo Reina Sofía de Madrid, incluía una muestra multidisciplinar, una performance, un video documental y una mesa redonda en el que se cuestionaba el proceso de contratación en origen de las jornaleras marroquíes y las condiciones de trabajo en el campo, así como durante su estancia en Huelva.

El gerente de Interfresa, Pedro Marín, y el responsable del Plan de Responsabilidad Ética, Laboral, Social y de Igualdad (Prelsi), Borja Ferrera, se trasladaron hasta la capital de España para poner en tela de juicio todos los planteamientos de la Red Solidaria de Acogida Museo Situado, organizadora del evento, y ofrecer su visión sobre la realidad de las temporeras en los campos de fresa.

Inicialmente, los organizadores del programa fueron reacios a que los representantes onubenses participaran e intervinieran en el debate pero finalmente sí pudo hacerlo Ferrera. Éste negó todas las acusaciones que allí se expusieron sobre las condiciones de las trabajadores del país norteafricano en las labores de recolección de los frutos rojos, acusaciones relativas al racismo, acoso, explotación o violencia, entre otros.

El director del Prelsi rechazó, en su intervención, las supuestas situaciones de vulnerabilidad de las jornaleras y aseguró que el plan de responsabilidad social garantiza todos sus derechos laborales y sus condiciones sociosanitarias durante su estancia en Huelva.

Ferrera aseguró a este periódico que la sesión temática lejos de abordar y dar visibilidad a las condiciones de trabajo fue un auténtico ataque hacia el sector de los frutos rojos y un continuo intento de desprestigiarlo con “falsedades” que son “auténticas barbaridades”.