El compromiso con su comunidad, el servicio público y la innovación educativa son algunos de los valores que jalonan la trayectoria de 166 años del IES La Rábida, más que un centro educativo, una institución en la provincia de Huelva. Valores por los que este martes han recibido en el Ministerio de Educación y Formación Profesional de manos de su titular, Pilar Alegría, la Orden Civil Alfonso X El Sabio como reconocimiento a esa trayectoria.

Juan Antonio Moreno y Francisco Romero, director y vicedirector del instituto han acudido a Madrid para asistir a una ceremonia en la que han sido distinguidos más de diez centros de la comunidad andaluza. El director resalta ese recorrido "de muchos años en y por la provincia de Huelva", el "bagaje impresionante" del IES La Rábida por muchos motivos y logros, entre los que, por poner sólo unos pocos ejemplos cita que sus profesores fueron "pioneros en la Formación Profesional, el claustro propició un plan para obreros por la tarde, doblaban turnos sin recibir emolumentos, además con planes ajustados a la provincia, como estudios sobre minas o bodegas". Una acción, además, que llevaba aparejado "un sentimiento de pertenencia a la comunidad". 

La ministra de Educación flanqueada por el director y el vicedirector del IES La Rábida.

También, destaca que "los primeros datos sobre el clima de Huelva los recogió el profesorado del Rábida", así como que "los legados más valiosos de la Biblioteca Pública Provincial provienen del centro y conservan su ex libris".

En este centro señero de Huelva cursó por primera vez Secundaria en España una mujer, Antonia Arrobas, una de tantas y tantos alumnos ilustres que han pasado por sus aulas, entre otros, Juan Ramón Jiménez, Ignacio Sánchez Mejías, los pintores José Caballero y Pedro Gómez, el periodista Jesús Hermida o el astrofísico Pérez Mercader. 

Aulas y espacios cerrados a la enseñanza durante dos cursos completos, sometidos a una profunda rehabilitación ya en sus últimos compases. "Estamos deseando volver a casa", reconoce Moreno, un edificio del arquitecto Pérez Carasa que según lo previsto volverá a abrir en septiembre para lo que nació. En este paréntesis, los alumnos de Secundaria y ciclos formativos han recibido las clases en aulas prefabricadas, mientras que los de Bachillerato acuden al CEIP Tres Carabelas.

Una última etapa antes de la universidad lejos de casa pero "un verdadero laboratorio sociológico" en el que han alcanzado "un nivel de excelencia absoluto". Las obras mermaron la matriculación y frente a los 200 alumnos que solían estar matriculados, han sido cincuenta, "una ratio pequeña que va a tener un porcentaje de titulación impresionante". Antes del esperado regreso "aún hay cierta reticencia por la incertidumbre de las familias, pero habrá una explosión seguro al volver".