Huelva Paranormal

Humanoides y ovnis en Huelva

  • En Almonaster la Real, pedanía de Escalada, un 3 de agosto de 1977. Ceferina Vargas Martín, al acabar su radionovela se dirigió por el viejo camino de tierra a la aldea de La Corte para visitar a su abuela Petronila...

Humanoides y OVNI en Huelva

Humanoides y OVNI en Huelva

El humanoide de Escalada

Al aproximarse al arroyo una luz cegadora la deslumbró, Ceferina avivó su paso creyendo que era algún bromista jugando con un espejo, pero apenas hubo andado diez metros aquella luz se volvió e impactó nuevamente con ella, el impacto la dejó sin aliento y sin fuerzas, como si se la hubiera robado de la forma más incomprensible...

Cerca de ella distinguió dos formas humanoides, la descripción hecha posteriormente sería terrorífica pues primera forma parecía femenina, con más de dos metros de altura, cabello largo y albino, ojos grandes, sin nariz y por boca una pequeña abertura.

Ambas formas vestían una túnica verde, su piel era amarillenta y causaba miedo ver aquellos extraños sujetos. Ceferina estaba exhausta a la vez que comenzaba a quedar adormecida o a perder el conocimiento. Al despertar todo había pasado pero algunas de sus pertenencias habían desaparecido, entre ellas su documento nacional de identidad, percatada de ello lo comunicó a la Guardia Civil de Almonaster la Real quienes encontraron algunos de los objetos perdido pero no el DNI de esta chica que con sólo veinte años había sido víctima de lo extraño.

El OVNI acosador de La Antilla

El 11 de Agosto de 1980 en el trayecto desde La Antilla (Huelva) a Sevilla  un médico, José Luis Torrella López, fue perseguido por una misteriosa forma luminosa durante el trayecto, el médico lo manifestaba así al periodista del diario ABC Javier de Pablos:

-Mira, yo salí de La Antilla a las tres menos cuatro de la madrugada del domingo al lunes, igual que hago normalmente todos los fines de semana. Entonces, una vez pasado Niebla, camino de Villarrasa, v una luz muy pequeña, distinta a las estrellas, que se movía zigzagueando, estando a una altura de trescientos metros, no tardando en desaparecer. Pasé La Palma del Condado y, antes de llegar a Manzanilla, de nuevo la volví a ver, mucho más grande, hasta que la perdí de vista.

-¿Qué es lo que pensaste en un principio?

-En los primeros momentos pensé que podía ser una estrella fugaz, pero en seguida deseché la idea, ya que estaba demasiado baja para ser una estrella y, además, éstas no pueden hacer movimientos los movimientos que este objeto realizaba.

-¿Cuándo volvió a surgir?

-A las cuatro y media, cuando me incorporé a la autovía, ya que iba por la carretera vieja; la vi con mucha mayor claridad a la derecha del coche.

-¿Cómo era ese objeto volante no identificado?

-Tenía tres aristas y una luz central que era amarilla intensa, siguiendo a mi lado hasta el cruce de Umbrete. Desde ese momento empecé a ponerme nervioso y lo que hice fue apretar el acelerador y correr a toda velocidad. Cuando llegué al cementerio de Castilleja se trasladó a mayor distancia y hacía movimientos de derecha a izquierda y sobre su propio eje.

-Una vez llegaste a Sevilla, ¿qué sucedió?

-Al entrar en la ciudad, por el camino de Tablada, la perdí de vista, pero cuando llegué a la calle Genaro Parladé, que es donde vivo, se me apareció frente por frente. Aparqué el coche en el portal y el OVNI estaba prácticamente encima del automóvil, con una luz tenue, cerca de un descampado, antiguo almacén de maderas.

-¿Subiste a tu casa?

-Subí las escaleras corriendo, muerto de miedo y con la cara pálida, según me dijo mi padre, que se asustó al verme, creyendo que me había pasado algo. Se lo expliqué y salió conmigo a la calle en paños menores, al igual que un vecino, que también bajó con nosotros.

-¿Seguía el OVNI allí o había desaparecido?

-Estaba allí, pero mucho más alto que cuando yo lo dejé. Dio la casualidad que pasó un avión comercial, calculando, por la altura que normalmente suelen llevar éstos, que el objeto estaría a unos cuatro mil metros. Me había bajado la máquina de foto y saqué unas cuantas fotografías, que no sé si saldrán. Desde las cinco hasta las seis se quedó fijo y, a medida que fue amaneciendo, se fue elevando, siendo ya muy difícil de identificar. A la noche siguiente estuve estudiando gran parte de la madrugada y me asomaba de vez en cuando, pero no había nada.

-¿Esa luz amarilla intensa que el objeto emitía, deslumbraba al mirarla?

-Producía cierta hipnosis cuando te quedabas mirando fijamente. Verla daba una sensación placentera.

-¿No llamaste a la Policía?

-No lo pensé. Hay tantas personas, según oyes en los programas de radio y ves en televisión que ven estos objetos que creí que nos les interesaría.

-¿Creías en la existencia de los OVNIs?

-Racionalmente sabía que era factible que los hubiera, pero siempre lo veía como experiencia de otras personas.

-¿Y ahora?

-Ya veo que existen estas cosas, qué están ahí y que habrá que estudiar y analizar. Me parece absurdo que los Gobiernos lo sigan ocultando.

 

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