Huelva

Huelva se rinde ante el rock de Bunbury

  • El artista vuelve a la provincia con un espectáculo lleno de emociones, que reúne a cientos de personas

Un momento del concierto de Bunbury

Un momento del concierto de Bunbury / Canterla

ERA uno de los artistas más esperados del cartel musical de este año y no defraudó. El que fuera líder indiscutible de Héroes del Silencio volvía a la provincia en un concierto que prometía emocionar a los más nostálgicos. Bunbury interpretó sus canciones más recientes, recogidas en su último trabajo, Expectativas, que consiguió el puesto número uno de ventas en formato físico en España en su primera semana, además de recordar su repertorio más conocido, haciendo un repaso por aquellos éxitos que lo convirtieron en una estrella a nivel internacional.

El rock fue protagonista de la tercera noche de Colombinas. El rockero hizo vibrar el escenario Mapas de Música, cuando a las 23:00 comenzó a interpretar La ceremonia de la confusión. "Esperamos que el repertorio que hemos elegido para esta noche sea de su agrado", señaló el cantante, a la vez que agradeció a la ciudad que se hubiesen acordado de ellos ya que "esta es la primera vez que estamos tocando en Huelva en veinte años". Huelva estaba sedienta del rock bunburiano y así lo demostró durante el concierto.

Muchísima gente disfrutó en torno al escenario, incluso llegaron autocares de Sevilla y Extremadura.

Desde 1999 el artista no visitaba la provincia y lo hizo para presentar su segundo álbum como solista, Pequeño, que supuso una ruptura total con los moldes bajo los cuales habían sido creados sus anteriores trabajos y presentó un álbum de corte minimalista, para recurrir a la música mediterránea, así como a influencias rancheras y árabes. Por ello, la ausencia de casi veinte años del artista se reflejaba en la expectación de los asistentes. Bunbury prosiguió su concierto con La actitud correcta. Durante todo el espectáculo, el público no dejó de acompañar al cantante en todos los temas que interpretó.

El artista consiguió despertar el lado más rockero de los asistentes e hizo que tanto los más nostálgicos como las nuevas generaciones disfrutaran de un concierto único que levantó pasiones y ovaciones durante toda su duración. El público se entregó completamente a un artista que lo dio todo desde que se montó en el escenario hasta que se bajó, algo a lo que Bunbury nos tiene ya acostumbrados.

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