El supermercado encantado
Huelva Paranormal
Miguel Ángel Paredes cuenta las experiencias extrañas que vivió en un supermercado en plena capital onubense en el que las máquinas y los objetos parecían moverse por sí solos

Son muchos los encantos y lugares paradisíacos que esconde nuestra Andalucía a lo largo y ancho de su geografía. Lugares con historia. Ciudades milenarias. Rincones donde perderse con sus tradiciones y sus leyendas. Y por supuesto…. Misterio. Una de esas ciudades con historia y con tradición, en este caso marinera, cuna de descubridores, es Huelva. De aquí es Miguel Ángel Paredes, que vivió una experiencia realmente sobrecogedora.
En dirección al Puerto de Huelva, en la Avenida de Molino de la Vega, junto al Río Odiel existe un Supermercado, se encontraba en pleno ajetreo de hora punta y “todo comienza hace unos meses, el invierno pasado, cuando en un turno de noche para realizar la reposición de alimentos y demás productos en las estanterías, uno de los trabajadores experimenta un fenómeno que se le antoja extraño. Cuando casi finalizaba la calle que estaba reponiendo, estos productos comenzaron a caerse de las estanterías como si alguien los estuviera empujando. Pensando que los había colocado mal y que había sido un error suyo, los recogió y volvió a colocar, terminando su jornada sin más incidentes”.
Siempre se trata de buscar una explicación racional a lo sucedido, la opción de la fenomenología poltergeist no es ni siquiera sopesada y se achaca a errores propios por descuidos, como hiciera este operario. Pero Miguel Ángel continuaba su exposición del caso: “A la semana siguiente, este mismo operario volvía a repetir turno para realizar la misma faena, reponer las estanterías medio vacías después de una dura jornada. Esa noche, volvía a repetirse aquel fenómeno. Los objetos que iba colocando, salían despedidos de los lugares donde los ubicaba como si alguien o algo los estuviera arrojando con fuerza. Este empleado, con su miedo metido en el cuerpo después de aquella segunda experiencia, recogió todo y se dispuso a hablar con su encargado al día siguiente” y proseguía “como te decía, al día siguiente este empleado no pudo aguantar más y habló con nerviosismo y entre lágrimas con su encargado. Le explicó lo que le había sucedido en dos ocasiones y pidió no volver a trabajar más en el turno de noche reponiendo. El encargado, estupefacto con aquello que le contaba su trabajador, habló con más compañeros, llevándose una gran sorpresa, ya que eran varios los trabajadores de aquel Supermercado que habían experimentado fenómenos iguales o similares al que contaba nuestro testigo y que no habían querido comunicar por miedo a que los tomaran por locos o simplemente que se tomara como excusa para no trabajar en ese turno. Sin dudarlo, el encargado decidió asistir esa misma noche a la reposición de productos”.
La experiencia nos dice que cuando una persona es testigo de fenómenos extraños, cuesta exteriorizarlo por miedo “al qué dirán”. Sin embargo, cada vez son más las personas que se atreven a contar lo que les ha sucedido en algún momento de su vida.
“Esa noche como te decía asistió a la reposición de productos. En un momento dado, vio con sus propios ojos como una lata salía volando de la estantería para estamparse contra el suelo. Aquello que le contaba su empleado durante la mañana era real, pasaba y él mismo lo estaba siendo testigo de ello. En la calle de al lado en la que él se encontraba, estaba el personal de limpieza que al oír el ruido se acercó al lugar. Cuando vio la lata en el suelo, se bajó de la máquina limpiadora, la apagó y retiró la llave como marcan las normas de seguridad. Mientras se agachaba a recoger el producto que se encontraba en el suelo, la máquina, una Dulevo H610 comenzó a funcionar sola. Ante los ojos atónitos del encargado y la persona de limpieza, esta máquina se dirigió en dirección a una de las estanterías y cuando pensaban que se empotraría contra ella, alguien invisible ante sus ojos hizo que esta girara y se dispusiera a realizar el camino de vuelta, para que al llegar junto a ellos, se detuviera y dejara de funcionar.”
Y la historia de los sucesos en éste supermercado se complica y sorprende aún más: “A los pocos minutos de que se detuviera la máquina y mientras intentaban intercambiar alguna palabra entre los allí presentes, un fuerte ruido se escuchaba en la zona de almacén. Salieron corriendo hacia aquel lugar y cual no fue nuevamente su sorpresa al ver como una de las máquinas elevadoras estaba funcionando también como ya sucediera con la máquina de limpieza, dejando a los pocos segundos de estar contemplando aquello de hacerlo”.
Durante la construcción del edificio hubo un accidente laboral en el que uno de los obreros perdió la vida en aquel lugar. ¿Puede ser este obrero el que se manifieste en las instalaciones del Supermercado?
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