La semana más fría del año deja huella en Huelva, afectando especialmente a quienes duermen en plena calle estos días. Con este panorama, el Ayuntamiento de Huelva o Cruz Roja, activan protocolos destinados a reforzar la ayuda a personas sin hogar frente a la fuerte bajada de las temperaturas.

De esta forma, debido a la actual situación meteorológica y la prevista para las próximas jornadas, el Consistorio onubense ha considerado necesario reforzar el plan de actuación iniciado a finales del pasado mes de diciembre, siendo la prioridad municipal proteger y ayudar al sector de la población más vulnerable en estos momentos.

Por ello, se incrementan las camas disponibles en la ciudad y "si fuese necesario" seguirán aumentándose a través de este servicio de apoyo. Asimismo, no se establece un periodo máximo de estancia, ya que podrán permanecer en estos espacios habilitados mientras persistan las bajas temperaturas. La concejal de Políticas Sociales e Igualdad, María José Pulido, ha señalado que "desde Navidad y como medida preventiva ante la llegada de este frío intenso", se han llevado a cabo "todos los esfuerzos posibles" con el fin de "ofrecer a las personas sin hogar tanto el Centro de Acogida para Transeúntes San Sebastián como otro espacio habilitado de la ciudad, poniendo a disposición de quienes lo necesiten un total de diez camas más".

Imagen de archivo del Albergue de Huelva

Por otra parte, en el marco de este protocolo, la Policía Local de Huelva, en colaboración con distintas entidades, está movilizando sus recursos y efectivos en los distintos barrios con el objetivo de localizar a las personas que puedan estar viviendo en la calle e informarles de que disponen del centro de acogida para que puedan resguardarse del frío. Asimismo, se les facilita el acompañamiento al albergue, espacio que en estos momentos está ocupado por doce personas y en el que todavía quedan camas libres.

Voluntarios de Cruz Roja refuerzan su ayuda en las noches de frío en la ciudad

Cruz Roja Huelva refuerza también su labor para responder a la ola de frío y mejorar la situación de las personas que viven en la calle, principalmente a través del trabajo de la Unidad de Emergencia Social (UES), que en Huelva realiza cerca de 4.000 intervenciones cada año en total, saliendo al menos tres días a la semana durante los 12 meses de manera ininterrumpida. En concreto, son unos 30 personas voluntarias que hacen dos salidas nocturnas, lunes y miércoles; y una diurna, los viernes por la mañana, cada semana.

Rocío Blanco Escala, responsable del área de Extrema Vulnerabilidad de Cruz Roja Huelva asegura que la labor de la UES se lleva a cabo en la provincia desde hace ahora 15 años y aunque el servicio que se brinda a los más necesitado no cesa nunca, sí se tienen en cuenta momentos especialmente complicados como la ola de frío a la que nos enfrentamos estos días. Es por ello que desde Cruz Roja se adelantan desplegando todos los esfuerzos y anticipándose desde el pasado mes de diciembre.

"Cruz Roja se adelanta a las olas de frío repartiendo kits con zapatos, calcetines, forros polares, abrigos, esterillas y mantas. Además se reparten alimentos calientes, fundamentalmente café, cacao o caldos. Y es muy importante la atención psicosocial, la información sobre alojamientos y recursos sociales, la escucha emocional y la coordinación con los servicios de emergencia por si fueran necesarios", cuenta Rocío.

Para Cruz Roja Huelva la situación del ‘sinhogarismo’ es la expresión más grave de la exclusión residencial en la que puede encontrarse una persona. A través de este Programa de Atención a Personas Sin Hogar, Cruz Roja trata de detectar estas situaciones y dar atención directa e inmediata a quienes están en la calle.

Desde la Unidad de Emergencia Social de Huelva, salen entre las 21.00 y las 02:00 de la madrugada para recorrer las calles de Huelva y su entorno y localizar a personas sin hogar, que suelen pasar la noche en cajeros automáticos, soportales, casas abandonadas y precarios refugios a la intemperie en las afueras de la capital. La UES recorre así más de una veintena de puntos fijos, donde suele atender en cada salida a alrededor de 35-40 usuarios, a los que se suma un número variable de transeúntes de paso por la ciudad.

Unidad móvil de Cruz Roja en Huelva en una de sus salidas nocturnas por la ciudad

Tras preparar todo lo necesario para el reparto, llenan la unidad móvil de provisiones y se disponen a recorrer todos los puntos de una ruta previamente establecida donde suelen refugiarse las personas sin hogar. Se hacen rutas por el Parque de las Palomas y la Estación de Autobuses, se recorre toda la avenida del Molino de la Vega, hasta los límites de la capital con el Puente de Punta Umbría, se acude al Polígono La Paz y no se olvida el centro de la ciudad, especialmente la Plaza de las Monjas y la calle Concepción, donde muchas de estas personas deambulan en busca de alguna limosna. Con estas rutas, el equipo trata de cubrir todas los lugares donde pueda haber personas que necesiten ayuda.

"Solemos reunirnos alrededor de las 19:00 en una nave de Cruz Roja para comenzar con los preparativos: caldo, leche calentita, bocadillos...luego cargamos la unidad móvil y empezamos el recorrido por la ciudad alrededor de las 21:00. Normalmente, nos están esperando, porque ya conocen qué días vamos, y cada uno nos pide lo que necesita. Se les ofrece algo caliente, les preguntamos qué tal les ha ido el día, charlamos con ellos, les hacemos compañía y les damos consejos sobre cómo afrontar el frío de estos días", explica Blanco.

Voluntarios de Cruz Roja preparan comida caliente para el reparto durante la noche

Aunque ya se han adelantado meses atrás brindándoles ropa caliente, sí que estos días se esfuerzan por estar especialmente atentos por los incidentes relacionados con las bajas temperaturas. "Se trata de un voluntariado muy necesario, pero muy duro a la vez, porque tras estar con ellos, tienes que dejarlos en la calle y volver a tu casa calentita. Se hace difícil pero no hay que perder de vista que esta labor es fundamental, sobre todo, en momentos del año como este", advierte.

Por eso, desde la UES hacen un llamamiento a los voluntarios, porque, dicen, "toda mano es poca para ayudar a quienes más nos necesitan". Son, en su mayoría, hombres (el 80%) de unos 40 años en adelante. Sin embargo, últimamente cada vez se ven a más jóvenes y mujeres en la calle. Algo que, sin duda, preocupa cada vez más a Cruz Roja, que no pierde de vista al colectivo, ofreciendo una ayuda constante y muchas veces invisible para el ciudadano. "Es el voluntariado más fiel que existe. Tenemos a voluntarios muy comprometidos, ya que es un tema muy duro a la vez que humano", confiesan.

Voluntarios de Cruz Roja en una de sus salidas nocturnas en 2017