Huelva, un ejemplo de interculturalidad
Algunos centros educativos de la provincia, con un bagaje de 15 años de experiencia, reúnen en sus aulas a alumnos de hasta 15 nacionalidades
Los 15 años de experiencia que acumula la provincia de Huelva en la integración educativa de la comunidad inmigrante la han convertido en un referente de interculturalidad y atención a la diversidad. Un modelo que encarnan a la perfección el CEIP Príncipe de España, ubicado en la Barriada del Carmen de Huelva capital, y el IES Sebastián Fernández, de Cartaya.
En el primero de ellos, casi un tercio de su alumnado es extranjero. En concreto, los alumnos foráneos censados en el curso 13/14 asciende a 118, lo que representa el 31,45% de los 375 estudiantes del colegio. De hecho, a diferencia de la línea descendente que ha experimentado Huelva en los dos últimos años, el número de alumnos inmigrantes no ha parado de crecer. "Este año ha ido en ligero aumento ya que el curso pasado suponían el 30%. Aunque algunos se marchan eso no supone una merma ya que, gracias a la matrícula abierta todo el año, siguen llegando constantemente" asegura Antonio Martín Correa, director del CEIP Príncipe de España, que alberga a alumnos de hasta 14 nacionalidades, dos más que en el pasado curso.
No en vano, desde que el colegio empezase a recibir alumnos extranjeros en el año 1998, su experiencia lo ha convertido en un prototipo de integración. "Al principio hacíamos meriendas de padres, semanas culturales, exposiciones...para tratar de fomentar la integración, pero con el paso de los años no ha sido necesario prolongarlas ya que es algo que dentro de la comunidad se tiene asumido. Nunca hemos tenido problemas y la integración es total", asevera Antonio Martín, quien matiza que son ya los propios alumnos "los que ponen de su parte y se ofrecen a los nuevos y ejercen incluso de intérpretes para vencer su recelo inicial, con lo que ya desde el principio se integran rápidamente en las clases ordinarias sin que haga falta una fase de adaptación".
La asunción de la diversidad cultural y racial es tal en el centro que, incluso, además de disponer de una maestra adscrita al Programa de Aulas Temporales de Adaptación Lingüística (ATAL), que imparte clases de español tres días a la semana para satisfacer las necesidades comunicativas de los alumnos y disminuir y encauzar temporalmente el efecto del choque cultural, el Príncipe de España imparte por tercer curso "y a petición d e las propias familias" un taller de lengua árabe dirigido por profesor de religión musulmana "que ha generado gran demanda".
Curiosamente es la comunidad árabe la que ha experimentado un retroceso en las aulas del IES Sebastián Fernández de Cartaya, donde ha sido superada en número por la rumana, para la que incluso la Junta ha contratado este curso a seis maestras nativas a través de un acuerdo con el Gobierno del citado país europeo.
"En los últimos años hemos apreciado un cambio de tendencia pero no sólo en el país de origen sino también en el número de alumnos ya que, tras un par de años de estancamiento, éste es el tercer curso en el que desciende" constata María del Pilar Valle, directora del centro, que acoge a estudiantes de 10 nacionalidades, cinco menos de su techo histórico, que representan un 15% del total.
"Se han ido bastantes y se siguen yendo. Es un goteo. De hecho, sólo llevamos dos meses de curso y ya se han marchado tres alumnos", apostilla, apuntando a "la falta de recursos económicos" como el motivo de abandono, sin que haya percibido en este sentido episodios de racismo "después de ocho años en el centro". "Cartaya es un ejemplo de multiculturalidad ya que es un pueblo eminentemente receptor de inmigrantes desde hace años. Es algo tan asumido que en las aulas promovemos que se sienten juntos los alumnos nacionales con los extranjeros ya que creemos que se favorece una integración más rápida", sostiene Pilar del Valle, quien coincide con Antonio Martín en que no se aprecian prácticamente diferencias entre el alumnado español y el extranjero tanto en la tasa de abandono escolar y absentismo como en en su rendimiento, desterrando así un mito.
"En líneas generales no hay diferencias significativas, se dan en la misma proporción", señala Del Valle, cuyas palabras suscribe Antonio Martín: "No hay diferencias en relación al fracaso escolar. Y el absentismo está más relacionado más con la familia que con el país, ya que incluso a veces es superior entre los alumnos españoles".
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