Vista actual de Huelva con la Ría y los nuevos edificios.

La desaparición de los señoríos en 1812 con la aprobación de la Constitución de Cádiz ‘La pepa’ lleva a Huelva a emprender un importante camino que la convertirá en la capital de la provincia a la que da nombre. Sin embargo nada se hizo hasta el trienio Liberal (1820-1823) cuando se reaviva aquella importante incitativa y es cuando Huelva, que había perdido el ser cabeza de partido que ostentaba desde hacía siglo a beneficio de Trigueros, en 1820 se mueve hasta conseguir de las Cortes una mirada a la ciudad que presentaba en Madrid su situación estratégica, gracias a sus posibilidades marítimas de un puerto con historia y tradición, “frecuentado de traficantes y buques marítimos por donde se exportan las producciones de esta parte de Andalucía y Extremadura, y se introducen los artículos mercantiles de Levante y América, y por eso obtiene un tribunal consular y Administración principal de Aduanas”. Un enclave comercial desde la época de Tartessos.

No le fue fácil conseguirlo, porque otra ciudad tan importante y cercana como Moguer apostaba por estos mismos deseos. En diciembre de 1821 desde Huelva se agradecía el nombramiento. El jefe político, es nombrado el 27 de abril de 1822 y llega a la capital el día 30, en representación del Gobierno.

En aquel año de 1821 Huelva es nombrada capital de su provincia, lo que ejerce desde ese mismo momento, con la llegada del jefe político, tras haberse realizado la partición provincial. Sin embargo en 1823 el Absolutismo deja en suspenso lo avanzado por el Gobierno Constitucional y la división del territorio.

Muerto el rey, el Estado recupera todas sus funciones y es gracias al decreto ley de 30 de noviembre de 1833 cuando se pasa a la división definitiva de España en provincias.

Esto permitirá entonces la instalación de la Diputación Provincial de Huelva, el 16 de noviembre de 1835, en virtud del decreto de 24 de septiembre de ese mismo año. Continúa así lo que ya se puso en marcha en el periodo Liberal cuando se designa a Huelva como capital de provincia.

Noviembre es un mes en el que la Diputación Provincial de Huelva recuerda estas fechas, aquel año de 1821 y el de 1835, pero sobre todo la importancia de lo que significó de cohesión para estos pueblos, lejos ya de aquella división por reinos para formar parte de la realidad de las ocho provincias andaluzas.

La ciudad del arco de la Estrella

Este óleo puede dar una visión de lo que era Huelva cuando se va a convertir en capital de la provincia. En primer lugar destaca el puerto, que es lo que se valoró como una de las cuestiones claves para que las Cortes se decantarán por Huelva. En primer lugar se ve el arco de la Estrella, más arriba la Concepción y al fondo San Pedro, entre los cabezos y el molino de Viento.

Una nueva ciudad junto a la Ría

La ciudad ha ido creciendo en estos doscientos años que le separan desde la designación de Huelva como capital de su provincia. El paisaje es distinto, aquel arco de la Estrella que debía impresionar a la entrada del puerto, ahora lo que destacan son los altos edificios. A pesar de los cambios, el común denominador continua siendo la Ría, como canal de entrada marítima que le da la vida a una ciudad con futuro que continúa creciendo.