Huelva llora la trágica muerte de Juan José Domínguez en un incendio

Huelva llora la muerte de un hijo ilustre. El abogado y decano emérito Juan José Domínguez (Utrera, Sevilla, 1931) falleció en el incendio de su vivienda en la plaza del Punto, en pleno centro de la capital onubense. El veterano jurista se encontraba en el interior de su piso cuando se declaró un incendio. Los servicios de emergencias desplazados hasta el lugar lograron acceder a él cuando ya se encontraba muy afectado por la inhalación de humo. Si bien en un primer momento lograron estabilizarlo, no pudo superar una segunda crisis en el traslado hasta la ambulancia y falleció dentro del propio edificio. Otras dos personas fueron trasladadas al hospital Juan Ramón Jiménez.

Activo y con una vitalidad sorprendente, se mantuvo en ejercicio oficial hasta el último momento, si bien ya estaba retirado de todas sus funciones. La abogacía en Huelva no se entiende sin la figura de Juan José Domínguez. Fue abogado durante 70 años, de los cuales estuvo al frente del Colegio alrededor de 30. Marcó a todos los juristas onubenses, de los que fue compañero, maestro y mentor. Su relevo al frente del Colegio, Fernando Vergel, fue una de las primeras personas en llegar al lugar de los hechos. Con lágrimas en los ojos definió a Domínguez como “un genio de la abogacía, una de las personas más brillantes e inteligentes que he conocido en mi vida”.

La capilla ardiente con los restos mortales quedará instalada este jueves 24 de febrero en la sede del Colegio que, en señal de luto permanecerá cerrado hasta el próximo martes. La misa por su eterno descanso será el viernes a las 12.00 en la Iglesia de San Sebastián. Las banderas del Colegio de Abogados ondean a media asta en señal de duelo. Vergel, muy emocionado tras conocer la noticia, destacó que “fuimos compañeros durante 40 años en la Junta de Gobierno, él ha dedicado 68 años de su vida al ejercicio profesional. Era la persona más inteligente que he conocido en mi vida. Yo era fiel servidor de este hidalgo señor, alguien irrepetible”.

Juan José Domínguez dio cuenta a lo largo de su trayectoria profesional y vital de un profundo respeto a su profesión y a la Justicia. Cursó sus primeros estudios en Maristas Huelva y se licenció en Derecho por la Universidad de Sevilla, tras lo que comenzó su carrera como abogado en la capital onubense de la mano del que fuera alcalde de Huelva, Antonio Segovia. Por los relevantes méritos contraídos en su labor en la Administración de Justicia y por el cultivo y aplicación del estudio del Derecho en todas sus ramas, así como por los servicios prestados en actividades jurídicas, en 2004 le fue concedida por el Consejo de Ministros la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort, que recibió diez años después de manos del presidente del Consejo General de la Abogacía Española, del que fue miembro, en un acto celebrado en Huelva que se convirtió en un homenaje a su figura. Juan José Domínguez llegó a ser durante una etapa, presidente del Consejo Andaluz de la Abogacía.

En 2011 recibió la Medalla de Huelva concedida por el Ayuntamiento que también puso su nombre a una calle de la ciudad. Juan José Domínguez, durante su dilatada trayectoria también llegó a ser Hermano Mayor de la Hermandad de Estudiantes y fue directivo del Recre.

La última vez que recibió el cariño de sus compañeros fue en el acto de entrega de insignias a profesionales que cumplían 25 años de ejercicio. Un acto celebrado en noviembre de 2021 en la Universidad de Huelva y en el que el propio Domínguez se dirigió a sus compañeros con unas emotivas palabras.

El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, se mostró “profundamente consternado y muy triste. Se nos va en unas circunstancias muy trágicas. Juan José Domínguez era referente de la Huelva de las últimas décadas como decano del Colegio de Abogados, fue Hermano Mayor de los Estudiantes, muy querido a nivel personal por toda la sociedad onubense”. El regidor onubense recordó que “durante toda mi trayectoria profesional fue muy decano. Tuvimos mucha relación como abogados y luego durante mi actividad pública”. Cruz definió a Domínguez como “una persona entrañable, inteligente, de gran memoria y capacidad dialéctica. Entendía como había que vivir la vida, apoyando siempre a todo el mundo. Ya lo echamos de menos”.

Si la abogacía fue su profesión y pasión, el Recre fue una devoción de Domínguez. Directivo en diferentes etapas desde los años 40 y con mil historias que contar, se marchó siendo abonado del club, que mandó sus condolencias a través de las redes sociales.