Huelva

Huelva y la Atlántida: una realidad científica

Una de las sesiones en la UNIA.

Una de las sesiones en la UNIA. / Rafa del Barrio (Huelva)

La Atlántida es víctima de sí misma, del enorme éxito que encontró siempre el mito que desarrolló Platón y que en las últimas décadas degeneró en una serie de conjeturas a cada cual más disparatadas que alejaron el estudio científico. Afrontar su análisis de forma seria y rigurosa, desde un punto de vista multidisciplinar, y con el objetivo de aportar luz a una historia en la que los límites de la veracidad y la mitología se confunden fue el reto de las jornadas que encabezó el profesor José Orihuela en la Universidad Internacional de Andalucía en La Rábida. Y es que sobre la Atlántida hay suficiente información en los textos platónicos para fundamentar teorías concretas que permitan su ubicación geográfica, sus sistema de gobierno o las bases de su civilización, aunque también hay elementos que la integran que posiblemente surgieran de la imaginación del filósofo ateniense. En cualquier caso, más allá de la obsesión habitual por encontrar su ubicación física, está la necesidad de concretar su existencia. Sobre todo ello debatieron ponentes como Diego González Batanero (arqueólogo), Juan Antonio Morales González (geólogo), José Ruiz Mata (ensayista y escritor), Ana María Vázquez Hoys (historiadora), Georgeos Díaz-Montexano (filolólogo), Antonio Penadés Chust (historiador y periodista) y Manuel Pimentel Siles (editor y escritor).

El relato platónico sobre la Atlántida es objeto de interés desde una doble perspectiva. En primer lugar por su potencia heurística y su utilización, a lo largo de los veinticinco siglos que nos separan del filósofo ateniense, al servicio de diversos intereses que han jugado un papel decisivo en el devenir de la historia humana. En efecto, el relato platónico ha sido fuente de inspiración y también recurso justificativo y legitimador de muy diversos movimientos e intereses hasta convertirse finalmente en estandarte de todo un grupo de hipótesis y tendencias que tienen en común su enfrentamiento con el paradigma establecido en la actualidad en las ciencias históricas y antropológicas. Y en segundo lugar, dado que toda historia tiene un sustrato real a partir del cual se forma, averiguar cuál es el fondo de verdad histórica que encierra la historia de la Atlántida supone un apasionante reto científico.

Si la Atlántida existió, y así lo defienden parte de los asistentes a estas jornadas, tuvo que tener su capital Atlantis y centro principal de acción en el Golfo de Cádiz, en las actuales provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla. Es la conclusión clara de las referencias más directas que de los textos platónicos. Es más, el responsable del curso, el filósofo y antropólogo José Orihuela, defiende una teoría de una civilización mucho más amplia que abarcó gran parte del Atlántico actual y conectó las dos orillas del oceáno.

Reconocer la existencia de la Atlántida tendría, como defiende Orihuela, un impacto enorme en el academicismo tradicional. “Nos obligaría a reescribir la historia tal y como nos la han enseñado”, algo para lo que “no están preparados muchos porque cuestiona todos los principios aceptados”. El carácter multidisciplinar de las jornadas responde a un hecho asumido. Más allá de una civilización histórica que pudo existir, el mito de la Atlántida se encuentra tan interiorizado en la cultura occidental que existe atlántidas filosófica, culturales, metafóricas y políticas porque alrededor del mito se han construido valores aplicables atemporales. “La Atlántida nos habla de un imperio poderoso que cayó, de la vulnerabilidad de cualquier sociedad”, defiende.

Su aceptación implicaría un cambio en el eje habitual del origen de Europa. La llegada de los fenicios y otros pueblos a las costas onubenses “no fue casualidad, sino en la búsqueda de rutas comerciales”. Esto implica “la presencia de civilizaciones desarrolladas con las que realizar intercambios”. En Huelva hay pruebas de explotaciones mineras “desde el calcolítico” por lo que “es imposible pensar que no hubo una cultura anterior a la llegada de los fenicios”.

Todo ello encajaría con la teoría expuesta por la historiadora y ensayista Ana María Vázquez Hoys, quien aseguró en su ponencia que el origen de la escritura radica en Huelva sobre el año 4.000 a.C., lo que supone un adelanto, de al menos tres mil años, sobre la fecha en la que se atribuye a los fenicios. Argumenta su planteamiento con restos existentes en el Museo Provincial.

Imagen idealizada de Atlantis, la capital de la Atlántida. Imagen idealizada de Atlantis, la capital de la Atlántida.

Imagen idealizada de Atlantis, la capital de la Atlántida. / H. I.

El profesor Orihuela publicará su teoría sobre la ubicación de la capital, Atlantis, en el Golfo de Cádiz. Son varios los estudios que así lo apuntan. “Lo importante no es saber dónde está, sino sí existió realmente”, no obstante “hay 200 ubicaciones distintas, unos dicen que están en la Antártida, otros que en África o en Sumatra”, pero Platón, “que es la fuente primaria, decía que estaba más allá de las estelas herácleas, es decir, en el Estrecho de Gibraltar”. Recuerda que “la línea de costa hoy no es la de hace varios miles de años”, por lo que quizá los restos habría que plantearlos en otro escenario que no sea el litoral actual por lo que no tendría sentido buscar las pruebas en los yacimientos conocidos. El propio mito así lo induce al señalar un cataclismo como el origen del final. La moderna costa de Huelva, por ejemplo, sufrió alteraciones significativas hace menos de 300 años con el terremoto de Lisboa.

Uno de los ponentes más conocidos, Manuel Pimentel, subraya que la Atlántida “no solo es cosa de poetas y locos”. Por ello “es fundamental que esto se trate en sede universitaria, ya que la Atlántida bien pudiera tener una base histórica, que su momento la arqueología podrá confirmar o no, pero la posibilidad existe y es importante que se trate en estos espacios”. La vigencia del valor simbólico del mito es evidente: Sigue inspirando a la literatura, al audiovisual, a los videojuegos, entre otros. Va a ir a más, no a menos. Es una historia que habla del castigo de la naturaleza a la soberbia humana, lo que conecta directamente con nuestros días, a través del cambio climático”.

Una de las imágenes de como pudo ser. Una de las imágenes de como pudo ser.

Una de las imágenes de como pudo ser. / H. I. (Huelva)

En los textos originales hay “similitudes con hechos históricos objetivos y documentados” de este modo, el investigador ha extraído “43 indicadores de las escrituras de Platón para conectarlos con una serie de hechos históricos objetivos y ninguno de ellos refuta la hipótesis que mantengo”. Así, pone de ejemplo que en las escrituras de Platón dice que “los atlantes atacaron el Mediterráneo oriental y destrozaron todo menos Atenas y hay un hecho histórico que podría corroborarlo, que es la invasión de los pueblos del mar en el siglo XIII antes de nuestra era”. En este sentido, Orihuela ha explicado que las últimas teorías, entre las que se encuentra la suya, sitúan el epicentro de la Atlántida, Atlantis, en el Golfo de Cádiz, ya que “el texto de Platón así lo describe”. El filosofo ateniense es la principal fuente: “La Atlántida, si Platón dice la verdad, era una talasocracia, un imperio marítimo, cuyo epicentro o capital estaba en algún punto entre Cádiz y el Algarve, pero que luego contaba con tierras hasta Creta e incluso podría haber llegado a América, pero si ese centro estaba en Cádiz o en Huelva aún no tenemos pruebas de ello”.

El relato de la Atlántida sustenta una realidad que habla de su valor. Se trata “del único mito no apoyado en una religión organizada”. Y pese a ello comparte elementos comunes de diferentes culturas como el cataclismo que terminó con ella. Ese final marcado por un tsunami encaja “perfectamente” con la historia geológica del Golfo de Cádiz y la provincia de Huelva, como bien refleja los hechos conocidos.Otro dato importante para el antropólogo es que “si existió esa civilización, esta pudo ser la que pusiera en contacto a América con el Mediterráneo”, ya que “las similitudes entre ambas culturas son evidentes”. Al respecto, asegura que en su publicación ha incluido “81 isomorfías que conectan ambas tierras”. En cuanto a las últimas teorías sobre su posible ubicación en Doñana, el profesor reitera que “como Platón habla de círculos concéntricos, cosa que tampoco sabemos si es cierto, todo se ha convertido en una especie de búsqueda del tesoro”, por ello, “cada vez que hay un sitio con círculos, se sitúa la Atlantida”. No obstante, desde su punto de vista las investigaciones realizadas en el Parque Natural “no coinciden con Atlantis”.

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