Huelva

Los camareros cualificados de Huelva buscan alternativas a bares y restaurantes

Una terraza aún vacía en la capital onubense.

Una terraza aún vacía en la capital onubense. / Alberto Domínguez (Huelva)

El sector hostelero de Huelva afronta en verano uno de sus momentos estelares, este de 2022 más que nunca tras la travesía del desierto de la pandemia. Necesita camareros para cubrir la temporada alta y que además estén debidamente cualificados. Sin embargo, tienen dificultades para lograrlo, según ha manifestado el presidente de la Asociación Provincial de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Huelva (Bareca), Rafael Acevedo. 

La oferta formativa existe, pero no cubre la demanda. También es variada, por lo que los titulados buscan salidas laborales que no siempre pasan por trabajar en bares o restaurantes, sino por aquellas otras que les supongan estabilidad y jornadas laborales más favorables dentro del ya sacrificado mundo hostelero.

El sistema educativo procura en la provincia formación a varios niveles a través de ciclos formativos de FP para preparar a los futuros profesionales. En la modalidad Básica, el IES San Blas de Aracena ofrece Cocina y restauración y en el CDP Virgen de Belén de la capital onubense también se puede estudiar Cocina.

En Grado Medio, los centros IES Doñana (Almonte), IES San Blas, CDP Virgen de Belén, IES Saltés e IES Diego Angulo (Valverde del Camino) cuentan en su oferta con el ciclo de Cocina y Gastronomía, más Servicios en Restauración en el Virgen de Belén y de reciente implantación. Para enseñar a los que afronten una mayor responsabilidad, la oferta del ciclo de Grado Superior de Dirección de cocina se puede estudiar también en el CDP Virgen de Belén y los IES Saltés y San Blas.

A esta oferta se suma la Escuela de Hostelería de Islantilla, cuyo grado de inserción laboral se acerca al 90% de sus más de 700 alumnos por promoción que han estudiado el Curso Superior de Cocina o el Curso Superior de Hostelería.

Maite Castro dirige el Virgen de Belén, donde este mismo curso han culminado sus estudios cien alumnos en total, la mitad en el Grado Medio que además se oferta en la modalidad Dual. Trabajan por tanto en cocinas reales para la parte práctica y "casi todos se colocan". Sin embargo, observa que "tienden a buscar empleos en el SAS y en hoteles", persiguiendo mejores horarios y salarios. Castro añade que "los chavales salen formados y conocen los convenios del sector". 

Coincide en que "la demanda es tremenda", mayor que la oferta. Participan en el programa Incorpora de la Fundación la Caixa para la integración sociolaboral de personas en riesgo de exclusión y extienden sus conocimientos a formación no reglada a través de itinerarios formativos.

Cada uno de ellos, tres por curso académico, se destina a 30 personas, constan de aproximadamente 170 horas de las que un 70% son prácticas, en una iniciativa en la que cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Huelva. Este personal logra un empleo, "es menos exigente", asegura, y se compone en su caso mayoritariamente de menores extranjeros no acompañados. Sin embargo, al llegar a la edad adulta pasan a integrar el programa de la Junta para no dejarles desamparados una vez cumplen los 18 porque siguen sin sus familias.

"La finalidad es que continúen estudiando un Grado Medio relacionado una vez completan el itinerario, con el que adquieren un oficio". Se imparte en horario de tarde y su finalización se hace coincidir con temporadas altas para la hostelería como son el verano o Navidad. Apenas acaban de terminar el último y la directora del Virgen de Belén señala que "de 30, trabajan ya 25 y tras el verano siguen estudiando", con el objetivo de que "compatibilicen las dos cosas". 

Carmelo Muñoz es el jefe de estudios de FP del IES San Blas, un centro en el que "no se cubren las plazas nunca" de los ciclos de hostelería. Tienen oferta en todos los niveles pero este curso ni siquiera han llegado a veinte los alumnos que han salido al mercado laboral. La inserción por tanto es prácticamente plena, de manera que al terminar sus prácticas en los establecimientos correspondientes, "muchos se quedan". 

Existe una coordinación entre los sectores de la hostelería y el educativo en la provincia de Huelva, necesaria para la realización de las prácticas y facilitar así el puesto de trabajo posterior. Además de este trabajo mano a mano, Maite Castro apela a la conveniencia de un "equilibrio" entre los intereses de empleados y empleadores. "La formación es la que es, se trata de personal cualificado y eso hay que pagarlo", concluye.

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