Historia de la Noria de Palmarate (y II)
Historia menuda
Entre los personajes de la zona estaba Toscano Mora, con tierra de labranza donde más tarde se construyó la cárcel l La escasez de agua en 1923 se pudo remediar con el pozo de la Noria
ENTRE los personajillos del Valle de la Noria de Palmarate tenemos que citar a Francisco Toscano Mora (a) Habichuelas. Poseía una pequeña porción de tierra que dedicaba a la agricultura, heredad situada detrás de donde, ochenta años más tarde, se construyó la cárcel de Huelva en los años finales de la década de los veinte del siglo pasado. Tenía su modesta casa muy cerca de donde se situaba la zona conocida como Noria de Palmarate y, según observamos en varias actas capitulares, no era muy exacto en aquello de las lindes.
Vamos a extraer un caso de los muchos que le acaeció con el Ayuntamiento onubense: En 1875 (actas capitulares) usurpó un terreno al sitio de Palmarate que él decía que le pertenecía. Días más tarde, la corporación onubense le comunicaba que "De orden del sr. gobernador en el término de tres días deje expedito Francisco Toscano Mora, El Habichuelas el terreno usurpado y de no hacerlo de esta manera, se llevará a efecto bajo su coste y responsabilidad".
En las actas capitulares del 3 de marzo de 1872, podemos conocer a otros vecinos de la Noria de Palmarate y alrededores:
"… Juan Márquez de esta vecindad pide al Ayuntamiento otro pedazo de terreno situado al sitio del Palmarate lindando por el Poniente con la hacienda de la viuda de don Borja Couto y por el Norte con tierras de don Joaquín Hierro y con el camino acordando la municipalidad pasar la instancia a la comisión de Campos…".
En la sesión municipal del 16 de diciembre de 1891, el Ayuntamiento abona la cantidad de "191 pesetas, 53 céntimos importe de la jornadas devengadas en los trabajos de composición en los caminos de la Noria de Palmarate….".
Y en las mismas fuentes documentales encontramos que el Municipio onubense paga "… una cuenta de sesenta pesetas 50 céntimos rendida por dichos ayudantes importe de jornales invertidos en la Noria de Palmarate...".
Finalizando el siglo XIX, actas capitulares de 15 de marzo de 1899, el Ayuntamiento estudia cierto escrito en el que se pedía la construcción de una portada de acceso al sitio Cabezo de Palmarate:
"…que se emita al señor ingeniero jefe de obras públicas un escrito de don Pedro López Medina, en solicitud de que se le autorice para construir un paso de alcantarilla y portada en la zona de policía de la carretera de Sevilla en finca de su propiedad al sitio cabezo de Palmarate para que se sirva determinar las condiciones en que ha de ejecutar las obras…".
En estos años finales del siglo decimonónico, un arquitecto que levantó varias viviendas en la zona de la Noria de Palmarate fue Francisco Morales.
En los años veinte del siglo pasado, Huelva sufría sed. Así, en la sesión municipal del 10 de agosto de 1923, se intenta remediar la escasez de agua poniendo todos sus ojos en la famosa Noria de Palmarate:
"…Concedida la palabra al sr. Vides para explanar la moción sobre limpieza del pozo de la Noria de Palmarate dijo que varios vecinos de El Higueral hasta tal punto se le había quejado de la falta de agua teniendo necesidad de recorrer grandes distancias para proveerse de tan necesario líquido, que la Noria de Palmarate, limpiándola, daría agua suficiente para todos aquellos vecinos juzgando que su coste habría de ser de unas cuatrocientas pesetas por lo que solicitaba de la corporación se sirviese acordar la limpieza de la indicada Noria.
El sr. Domínguez Ortiz manifestó que en un ruego que hizo en otra sesión solicitó de la alcaldía la limpieza de dicha Noria…".
En noviembre de 1924, estaban los caminos de la Noria de Palmarate y Palomeque en condiciones pésimas para el tránsito. Así, en la sesión municipal del día 14 del citado mes y año se dice:
"… Se da lectura a una moción extensísima del concejal sr. Pulido relacionada con la reparación de los caminos de La Noria y Palomeque, siendo aprobada…".
En la primera mitad del siglo pasado, las viviendas que se elevaban alrededor de la Noria de Palmarate eran de humilde traza aunque, en ocasiones, se encontraban junto a zahúrdas excelentes fincas como la de José Zayas que solicitaba al Ayuntamiento y este le concedía el 1 de mayo de 1940:
"… Conceder licencia a don José Zayas para construir un cobertizo en el interior de finca denominada Villa Cristóbal, sita en la Noria del Palmarate con arreglo al plano que acompaña…".
En los años siguientes, dos hileras de casas se alzaban. Una a mano derecha de donde se levanta la actual Barriada Vicente Mortes y a la otra a la izquierda de la misma. Y en medio, estaban los desagües de las aguas. Por allí no existían cañerías y se formaba, en tiempos de lluvias, un charquito, ya casi en la avenida que da vista al Polideportivo Las Américas en la que los niños no dudaban en bañarse. En aquellas fechas, lo que separaba la Noria de las Casas de Patiño era un enorme cañizal o juncal, cuyo resto ha quedado patente hasta hace una década y media aproximadamente.
Pero aquellos tiempos pasaron. En la actualidad, se levanta en donde quedara cegada la Noria, ya muy entrado el siglo XX, la hermosa Barriada Vicente Mortes en la que fluye la limpieza y el buen orden a lo largo de toda ella y en la que ha surgido el recuerdo emocionado al denominarse su Asociación La Noria, de tan óptimos resultados para las barriadas José Antonio y Vicente Mortes, y ostentar el nombre, Peña Cultural La Noria, una entidad carnavalera que es ejemplo de todo buen amante a las carnestolendas y que tan buenas muestras ha dado con su Piropo a la Choquera, Fiesta de los Garbanzos y las actuaciones de las diversas peñas en la llamada Huerta de la Noria.
Pero, no estaría completo esta Historia si no nos detuviéramos en un conocido personaje de la zona, Rafael López Manzaneda El Niño de la Noria, buen cantaor de flamenco nacido en la onubense Barriada de Viaplana, al sitio de la Noria de Palmarate. Tenemos referencias orales que nos informan que cantaba muy bien por fandangos. La única noticia documentada sobre Rafael López se basa en su participación en un magno festival organizado por el secretariado de la Caridad de Acción Católica de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, que se celebró en la plaza de toros de La Merced de Huelva el 1 de julio de 1953. El Niño de la Noria dijo varios fandangos con mucha entonación y brío.
En aquel espectáculo, actuaron junto a él la Rondalla de Educación y Descanso, Antonio Toscano, los Coros y Danzas de Nuestra Señora de la Cinta y, de forma especial, el gran Paco Isidro.
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