Puerta del Mar

La Hermandad de la Cinta de Tortosa visita el santuario de El Conquero

  • Encuentro de las dos hermandades que tienen como titular a la Virgen de la Cinta

Altar mayor del santuario de Nuetsra Señora de la Cinta de HUelva.

Altar mayor del santuario de Nuetsra Señora de la Cinta de HUelva. / alberto dominguez

Volvemos con la Cuaresma a participar de esta Puerta del Mar, en el Pórtico de la Semana Santa pensando ya en que se abra su portalón en la parroquia mayor de San Pedro en el Domingo de Ramos.

Y como estamos en el principio nos disponemos a subir hasta El Conquero, donde siempre empieza todo, junto a la Patrona y Protectora de las hermandades de penitencia la ciudad de Huelva, Nuesra Señora de la Cinta.

Ese camino de ilusiones siempre nos trae algún momento nuevo en una celebración que se encuadra en los cánones de siempre. En esta ocasión es la visita tan especial que tendrá lugar en la mañana de hoy, entorno a la hora del ángelus. En el santuario de El Conquero se recibirá a la comitiva que viene desde Tortosa. Un momento de encuentro de las dos hermandades que tienen como titular a Nuestra Señora de la Cinta. Si bien son muy distintas tanto en la historia como la iconografía de la Virgen, pero lo cierto es que les une a ambas la cinta que ofrece la Virgen.

Una cinta que ata y nos une en tantos momentos de la vida y que en ambos casos ofrecida a las mujeres en su maternidad o quien padece alguna dolencia.

En Tortosa vinculada a la reliquia de la Santa Cinta de la Virgen María que se conserva en su catedral. La Santa Cinta fue requerida por los reyes de España para los partos de la familia real en la Corte, continuando la costumbre iniciada por Felipe IV, que, en 1629, la había solicitado al Capítulo para el parto de la reina Isabel de Borbón, cuando infantó el príncipe Baltasar Carlos.

En su iconografía la Virgen presenta una cinta que sujeta entre sus dos manos.

La cinta que muestra el Niño Jesús que sostiene la Patrona de Huelva narra el relato del zapatero Juan Antonio que en el año cuatrocientos al sentirse mal en su viaje de Gibraleón a Huelva se ató una cinta a su cintura y encontró el alivio, encargando la realización de la pintura de la sagrada imagen.

Una imagen luego vinculada al Descubrimiento de América por el favor que hizo a los marineros en su travesía de vuelta cuando estuvieron a punto de naufragar y sería Cristóbal Colón quien llega en 1493 de promesa al santuario.

Relatos de la devoción entre la leyenda de sus inicios y la realidad devocional en importantes momentos de nuestra historia.

Lo cierto es que la devoción a la cinta que ofrece la Virgen también está extendida en otros lugares, en reproducciones de esta o en advocaciones propias de ciertos lugares.

Ahora, cuando se inicia la Cuaresma, es un momento especial para encontrarse con la Virgen de la Cinta en su santuario, donde en su claustro se rematan los arcos con un artístico vía crucis en azulejería que cumple cien años de su instalación, obra de José Cotanda de Alcora.

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