El presidente del Banco de Alimentos | Juan Manuel Díaz Cabrera

La Gran Recogida del Banco de Alimentos "debe paliar con el año con menos donaciones de nuestra historia"

Juan Manuel Díaz Cabrera, presidente del Banco de Alimentos.

Juan Manuel Díaz Cabrera, presidente del Banco de Alimentos. / Josué Correa

El Banco de Alimentos de Huelva realiza un trabajo incansable en toda la provincia con la batuta de su presidente, Juan Manuel Díaz Cabrera. Un hombre solidario y entregado que pone todo su empeño en ayudar al prójimo promoviendo la colaboración para que ningún onubense se queda sin lo necesario para vivir. Este año, con estanterías prácticamente vacías, el Banco de Alimentos ha afrontado la gran tarea de remontar unas cifras desoladoras para que el balance anual no sea "el peor de la historia". 

Una Gran Recogida a la que muchos han aportado su granito de arena, este viernes y sábado, con donaciones que se pueden seguir realizando durante todo el año, en sus propios almacenes o incluso desde el sofá de tu casa. 

–El Banco de Alimentos está inmerso en la Gran Recogida y se está viviendo el peor año de sus 24 de vida con un 30% menos de alimentos. ¿Cree que se podrá revertir esta situación?

–Revertir la situación en noviembre no va a ser posible, lo que sí esperamos que haga es paliarla. Este año hemos recogido un 30% menos con respecto a 2022 y el objetivo  con la Gran Recogida es reducir ese porcentaje. 

–Muchos supermercados y tiendas solo recogen donaciones económicas, ¿esto como repercute al Banco de Alimentos? ¿Es positivo?

–La Gran Recogida implica a 221 tiendas de toda la provincia de Huelva, repartidas por sus diferentes comarcas. Con nosotros se implican las cadenas líderes de supermercados como son Mercadona, Hipercor, Carrefour o Lidl. Dependiendo de la política de cada empresa, hay algunas que realizan regida mixta y otras que a raíz de la pandemia solo hacen recolecta de dinero

Dar el alimento al voluntario parece más humano y culturalmente está más aceptado, pero la vida cambia y no hay que verlo como algo perjudicial. La ventaja que nos da la recaudación de dinero es que podemos comprar los alimentos que realmente necesitamos en nuestros almacenes y no tener una gran cantidad de arroz por ejemplo y escasez de conservas.

–¿Los donantes se adaptan a este nuevo método de recaudación?

–Somos humanos y para lograr la aceptación completa a este cambio se necesita tiempo. Hemos observado una reducción de donaciones con este método pero queremos transmitir a todos que desde el Banco de Alimentos no vemos ese dinero, la propia tienda nos da una cifra para comprar y nosotros hacemos adquisiciones por ese valor. Otra de sus ventajas es que se puede hacer desde casa y durante todo el año con donaciones a través de bizum al número 38202 o por transferencia bancaria a La Caixa (ES67 2100 2686 7202 1012 1847) o Caja Rural del Sur (ES08 3187 0001 7710 8635 4824).

"Con las donaciones económicas la propia tienda nos da una cifra para comprar y nosotros hacemos adquisiciones por ese valor"

–La inflación ha hecho que los precios de los alimentos suban de forma desorbitada. Si hubiera que enumerarlas, ¿cuáles son la causas de la bajada de donaciones?

–Son diversas y para entenderlo bien hay que saber que nosotros recibimos alimentos a través de tres conductos: la Unión Europea, el excedente agrícola y lo que conseguimos captar en nuestra área de actuación. Este año los tres han disminuido y esto es lo que provoca que cerca del cierre del año, demos un 30% menos a las familias que el año pasado. 

Las donaciones procedentes desde la Unión Europea se han disminuido un 34%, una tendencia que se viene siguiendo desde el 2021, que de 720.000 kilos recibidos este año la cifra ha descendido a 370.000. El excedente agrícola ha disminuido un 10% y los alimentos donados de la provincia a través de eventos ha caído un 25%. A esto hay que sumarle el encarecimiento de la vida, con una economía más justa en los hogares.  

–¿Se ha aumentado el número de beneficiarios desde la pandemia hasta ahora? ¿Eso quiere decir que la sociedad de Huelva está más empobrecida?

–El número subió a 16.000 personas con la pandemia y se mantiene. Se trata de un número estable de beneficiarios, la mala noticia es que no haya disminuido con el paso de los años. 

–Nos encontramos en una situación de crisis, ¿cómo la estáis abordando desde el banco de alimentos?

Este año es el peor en cuanto a la recolecta por lo que nuestro objetivo es buscar y mentalizar a todo el mundo de que la solidaridad es necesaria. Para ser consciente de esta crisis solo hay que visitar nuestro almacén, donde las estanterías considerablemente más vacías que nunca, ya que atendemos a las mismas personas desde el 2020 pero con muchos menos recursos. 

Necesitamos que los onubenses hagan pequeños esfuerzos y sobre todo, que luchen contra el despilfarro de comida que cuenta con cifras son alarmantes. Una persona tira 180 kilos de media de alimentos al año y en los hogares es donde más se acentúa esta tendencia acaparando el 42% de comida desperdiciada. Para ello, es cierto que se está llevando a cabo una ley con pautas y sanciones para evitar esta práctica. 

"Una persona tira 180 kilos de media de alimentos al año y en los hogares es donde más se acentúa esta tendencia acaparando el 42% de comida desperdiciada."

–¿Las donaciones se reducen en los últimos años?

–Durante la pandemia hubo una explosión de empresas y personas físicas que no estaban en el mapa de donantes pero que ya han desaparecido. Hace unos meses lanzamos la campaña SOS, para animar a todos a unirse al Banco de Alimentos de Huelva como donante o socio protector. 

–Además de recoger alimentos, en años anteriores el Banco de Alimentos de Huelva ha hecho formaciones profesionales a personas en riesgo de exclusión social, ¿en qué estado se encuentran esas actividades?

–Empezamos con estas formaciones en el año 2018 y desde entonces vamos en un camino ascendente con el objetivo de que la gente pueda encontrar empleo a través de el aprendizaje de un oficio. Este año hemos realizado diez cursos con 130 participantes y consideramos que son una vía y una oportunidad para salir de una situación de crisis.

–¿Cree que la gente es consciente de la importancia de ser solidario?

–El onubense históricamente ha sido solidario pero actualmente tengo dudas sobre si dentro de los factores por los que han disminuido las donaciones se puede encontrar que la gente piensa que estamos mejor de los que realmente estamos. Quiero ser contundente con esto, la situación no ha mejorado, tenemos que atender a muchas personas con pocos recursos y dependemos de que la sociedad onubense nos quiera ayudar. 

–¿Cuántas personas participan en la Gran Recogida? ¿Se necesitan más voluntarios? ¿Cómo se captan?

–Para la Gran Recogida siempre son pocos voluntarios, este año participarán en torno a los 1.000 pero si fuesen 1.200 también serán bienvenidos, ya que tenemos que atender a 221 tiendas y cubrir todos los establecimientos no es fácil. El plazo no se cierra hasta el último momento porque dos manos más siempre nos va a venir bien, aquí todo el que viene tiene hueco. 

Este año han participado más que el año pasado y necesitamos llegar a nuestra media histórica con unos 130.000 kilos para poder paliar con la situación actual. Nuestras puertas están abiertas para todo el que quiera acercarse y colaborar con nosotros durante todo el año, porque para nosotros los voluntarios son indispensables. 

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