Galaroza recupera las eras de trilla

La Asociación Lieva propone potenciar el valor turístico del patrimonio etnológico de la localidadl iniciativa La Asociación Cultural Lieva elabora un proyecto que aprovecha la tradición agrícola, el patrimonio rural y el recurso paisajístico de Galaroza.

Una de las eras públicas de Galaroza situada en una atalaya desde la cual se pueden observar estupendas vistas paisajísticas.
Antonio F. Tristancho / Galaroza

02 de mayo 2010 - 01:00

La Asociación Cultual Lieva se ha propuesto recuperar la cultura de trilla. Basándose en que Galaroza ha sido y es una localidad eminentemente agrícola, la entidad ha elaborado un proyecto que aprovecha la tradición agrícola, el patrimonio rural, diversos recursos paisajísticos y el componente medioambiental.

La idea parte del recurso patrimonial con que cuenta el municipio cachonero que no poseen ninguna de las poblaciones serranas, como es la existencia de dos eras de trilla muy cercanas la una de la otra. El buen estado de conservación de la era Grande y la restauración de la era Chica por parte del Ayuntamiento, que va a devolverle su estado original, posibilitan la puesta en valor de estos lugares a través de la interpretación de la cultura de la trilla, tan importante para las localidades serranas hace décadas.

Pero es que Lieva incluye también en su programación otra era que está situada en las inmediaciones de las dos conocidas y que, como ellas, cuenta con un magnífico empedrado que la convierte en un patrimonio digno de ser contemplado.

Aprovechando esta situación, la asociación ha elaborado un proyecto que ha presentado al Ayuntamiento para construir un centro de interpretación desde el cual poder informar de los oficios, las tradiciones y todo cuanto acompañaba a la siega, a la trilla y a otras actividades agrícolas cachoneras en general. En este lugar se organizarán exposiciones de fotografías, de utensilios antiguos y de elementos relacionados con la trilla, además de proyectar audiovisuales que recojan datos sobre el campo serrano, como los arrieros, las huertas, el descorche, la dehesa, la crianza del cerdo ibérico, etc.

El Consistorio ha recibido esta idea con entusiasmo, ya que se puede enmarcar en la política que viene llevando a cabo en los últimos años de vincular la cultura con el turismo y captar visitantes con iniciativas innovadoras.

Galaroza ha sido y es una localidad eminentemente agrícola. El sector primario del pueblo atesora vivencias y factores de gran interés económico, paisajístico, medioambiental y etnográfico. El castañar y sus tareas de apaño, la crianza del cerdo y su matanza tradicional o sus huertas de regadío y sus afamados frutales, como los peros cachoneros, forman parte inseparable de la identidad de su gente.

Otra actividad que enriquecía los campos se desarrollaba en la era de trilla. Según la investigación del cachonero Ismael Muñiz, socio de Lieva, "en este lugar se producía el desgrane del cereal. La era comunal era un espacio del pueblo al cual acudían los jornaleros para trillar o triturar los cereales que recolectaban de sus cosechas, para así separar el grano de la paja. Se realizaba colocando la producción en el suelo de la era. A continuación, el trillo pasaba por encima y era tirado por un animal. Una vez trillado el cereal, los jornaleros se armaban de sus biergos y horcas para lanzar al aire la producción, y así conseguir que el viento se llevase la paja y el cereal cayese en el suelo de la era.

El trillo estaba formado por una estructura de madera a modo de plancha. Esta estructura llevaba incorporada en la parte que daba al suelo gran cantidad de pequeñas piedras cortantes alineadas perpendicularmente, las cuales desgranaban el cereal al arrastrarse por el suelo de la era".

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