Frontela encontró fibras negras en la piel de la cabeza de la niña

El forense Luis Frontela detalla en su informe preliminar que en la piel de la cabeza de la pequeña encontró fibras de color negro que calificó de "gran interés criminalístico" cuando lo puso en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 1 de Huelva, encargado de la investigación.

Según el catedrático, las referidas fibras están introducidas en la piel "muy profundamente", lo que indica, a su juicio, que Mari Luz tenía colocada una prenda de color oscuro en la cabeza y que se ejerció "gran presión" sobre ella.

Precisamente, el presunto asesino de Mari Luz, el pederasta Santiago del Valle, cuando relató como logró llamar la atendió de la niña, a la que esperó en su casa escondido tras los plásticos que cubren la ventana cuando se dio cuenta de que la niña regresaba del quiosco al que bajó a comprar golosinas.

Según su declaración, le tiró un muñeco (un osito blanco) para llamar su atención y, desde la misma puerta del edificio, le hizo un gesto con la mano para que subiera pero la pequeña se asustó y se giró para dar la vuelta. En ese momento, siempre según el relato del pederasta, la niña tropezó, se cayó y quedó inconsciente.

Del Valle subió entonces a la casa para coger un carrito de compra, en el que metió a Mari Luz, y después tapó la parte superior del carro con un chaquetón negro para evitar que se viera alguna parte de su cuerpo.

El presunto autor de la muerte de la niña dijo que cuando se deshizo del cuerpo, en una alcantarilla próxima a la barriada del Torrejón (versión que carece de credibilidad para los investigadores) ni durante el camino ni mientras la abandonaba notó que se moviera ni escuchó gritos o lamentos.

La discrepancia del catedrático con los forenses del IML se producen además en cuanto a las lesiones que presentaba la pequeña. Frontela advierte lesiones en ambas muñecas (el IML sólo en la derecha ) que, según su tesis, indican que la niña fue sujetada, posiblemente atada cuando aún estaba viva y opuso resistencia o defensa.

En el adelanto de sus conclusiones, el catedrático en Medicina Legal habla también de que ha detectado al menos dos golpes en la cabeza, independientemente de los hallados por los médicos forenses y una lesión en uno de los muslos de la niña por intento de separación.