El Festival de Cine Iberoamericano celebra sus 45 años de los 90 que tiene el Monumento a Colón de la Punta del Sebo, lo que ahora también se conmemora. Acontecimientos que tienen muchas forma de unirse, la más importante sin duda es la de lo que representan como vínculos con los países latinoamericano, através del descubrimiento/encuentro con otro continente, que es lo que únicamente ha puesto en el mundo a esta provincia a lo largo de la historia.

El Festival se introduce así este año en el 90 Aniversario del Monumento a Colón, más cuando desde sus orígenes la estatuilla que se levanta como gran galardón es el Colón de Oro, que viene a reproducir al coloso de la Punta del Sebo, que realizó para la Columbus Memorial Fund la escultora neoyorquina Gertrude Vanderbilt Whitney.

Este año, además, hay que destacar como el Monumento a Colón llega a la gran pantalla en el año 1929.

Aquel acontecimiento fue especialmente destacado para Huelva, pues se tratan de las primeras imágenes cinematográficas de las que aquí se tienen. Otras anteriores son la salida del vuelo del Plus Ultra, en 1926, desde La Rábida y las que en 1929 encarga la todopoderosa Rio Tinto Company Limitid para autopromoción de su emporio minero en esta provincia.

Aquel acontecimiento de la inauguración del Monumento a Colón llega a la gran pantalla cuando el cine va a ir dejando un pequeño espacio a las revista de actualidad. Un trabajo que realiza la revista cinematográfica Gaumont.

Una proyección que va a tener lugar en plenas Fiestas Colombinas de aquel agosto de 1929, en el célebre Cinema Park de la Gran Vía de Huelva. El resumen de lo anunciado en la prensa de la proyección es bien elocuente de lo que se iba a visionar:

“Con asistencia del infante don Carlos en representación de S. M. el Rey, tiene lugar la solemne ceremonia de la inauguración del Monumento a Colón en la Punta del Cebo (sic). El embajador de los Estados Unidos, y el general Primo de Rivera leen sus respectivos discursos. Mientras la multitud aclama a los oradores, marinos norteamericanos y españoles, desfilan ante la presencia del Monumento. Miss Whitney muestra la maqueta de su admirable obra”.

Lo cierto es que es una magnífica pieza resumen de la inauguración por su excelente composición, que no deja fuera ninguno de los detalles de la ceremonia de inauguración. La proyección se realizaba previa a ser visualizada la “estupenda superproducción moderna titulada La araña blanca, una novela policiaca de ambiente aristocrático”.

Es un motivo a reseñar el hecho de que el Festival celebre en este mes de noviembre la mitad de los años del monumento. Sin duda alguna un hecho muy reseñable por lo mucho que significa Huelva más allá de lo que es el panorama cinematográfico, como una puerta del cine latinoamericano en Europa.

Un Festival que viene necesitando en los últimos tiempo de un gran revulsivo en muchas líneas de las que son claves en su orígenes, en lo cinematográfico, con la presencia de actores de primera línea de la gran pantalla, como siempre tuvo. E, igualmente, fomentar esa relación con lo iberoamericano más allá de una semana del mes de noviembre.

Es lo que venimos defendiendo en los últimos años, la necesidad de integración de los diferentes colectivos iberoamericanos y americanistas, para que los esfuerzos se concreten en algo más que actuaciones aisladas, que nunca redundarán en beneficio de la ciudad y la provincia de Huelva, más allá de lo que se pueda decir de lo bien que aquí lo hacemos todo.

El Festival de Cine tiene un soporte cultura internacional que debe ser algo más que eslogan de lo que vender al exterior.

La provincia tiene importantes colectivos que trabajan en diferentes áreas y que deben interconectarse. Ese punto de unión es el Centro Cultural Iberoamericano que en su día prometió la Junta de Andalucía y que debe convertirse en una realidad. Es una necesidad para que esta provincia de verdad se pueda proyectar en Iberoamérica, más allá de discursos y recordar la importancia histórica del acontecimiento de 1492. Lo que está muy bien pero sólo con eso no se llega a ninguna parte.

En este Festival de Cine Iberoamericano cuando se levante la estatuilla del Colón de Oro, volvemos a alzar las ilusiones que siempre desbordan a esta provincia y que debe estar canalizada con una mirada a América.

Algunos podrían pensar que este Monumento a Colón es símbolo de conquista. Más lejos de ello está la realidad de su ofrecimiento por el pueblo americano. En la figura de Colón se retratan todos los marinos de estas costas que desde Palos llegaron a tierras desconocidas. Un monumento que es símbolo de esfuerzos compartidos, de cercanía y de unidad. El Festival y el Centro Cultural Iberoamericano demandado tienen esa oportunidad.