El recinto luce a rebosar, los caballos y las carrozas dan sus últimos paseos y el sol va cayendo en un parque Zafra que se encuentra completamente irreconocible. La elegancia y el buen ambiente que se respira son dos de los factores esenciales que han hecho de la Feria del Caballo una celebración con nombre propio y en la que Huelva ha sabido entregarse, adaptándose a una forma excepcional de dar al caballo el lugar que se merece en la provincia. 

Las nuevas 20 casetas que se han incorporado este año han dado un cambio de estética al lugar, que lo ha hecho más inmersivo en una experiencia que no deja indiferente a ninguno de sus visitantes. El lugar se encuentra perfectamente exornado con un ambiente de feria que se contagia y en el que jóvenes y mayores se dan encuentro para disfrutar de la idiosincrasia de la tierra, que con costumbres muy arraigadas han dejado un hueco para introducir este evento en el otoño de Huelva. 

Después del paseo de carruajes y la posterior exhibición en la pista, la tarde ha transcurrido tras una atracón de diversión, donde la música no ha parado de sonar en todo el recinto. Los onubenses se han entregado en cada caseta donde no ha , algunos ya se han dejado la voz y otros muchos bailan al compás  de sevillanas, bulerías o tangos. Este jueves 12 de octubre solo ha sido el comienzo de un fin de semana donde esta estampa flamenca se repetirá día tras día. Ya son muchas las que se han animado a lucir su traje y cada año esta tendencia va creciendo haciendo que la Feria se engalane aún más.

Cuando en el recinto ya no quedaba rastro de caballos ni carrozas, la afluencia sigue ampliándose. Un recogida que realizan los jinetes cuando la luz se está yendo, y después de un día intenso,  la casetas siguen a rebosar y llegan las últimas visitas del día con el objetivo de disfrutar de la segunda noche en la Feria. Con una pausa para comer algo y descansar de una tarde larga, en las calles ya relucen las bombillas encendidas que alumbran un recinto que no duerme. 

Después de la noche del Choquito Frito, familias y amigos se han reunido para compartir, disfrutar y celebrar del primer día de celebración, que ha dejado momentos inolvidables, donde a los más pequeños se les graba a fuego una tradición que seguro que conservarán con los años y los mayores apuestan por una feria por y para Huelva, poniendo en el lugar que se merece a una provincia con tradiciones arraigadas y que tienen su máxima expresión en eventos de este tipo.