El 19 de noviembre de 1996 los niños de Huelva nombraban a Erika Pérez Parrilla alcaldesa de la ciudad con motivo del Día de la Infancia.

Carriles para bicicletas y monopatines; centros públicos de lectura y centros especiales para niños y niñas disminuidos; lugares donde los chicos de entre 12 y 16 años pudieran pasarlo bien y tener seguridad; más jardines y parque; más actividades organizadas por el Ayuntamiento en las que pudiera participar padres e hijos. Estas fueron las propuestas de Erika, las que le dieron la confianza de sus compañeros para convertirse en alcaldesa por un día.

Por segundo año consecutivo, el Ayuntamiento organizaba el Pleno de los niños, una iniciativa destinada a concienciar a las instituciones y la opinión pública en general para avanzar en el respeto a los derechos de la infancia. La sesión tendría lugar al día siguiente y en la jornada previa se hizo el reparto de cargos entre los 28 escolares elegidos en los colegios de la capital.

Erika, que pertenecía al mismo colegio que la "alcaldesa" del año previo, Belén Millán Fernández, tuvo que desempatar con su prima Lorena Correa en la primera votación para su nombramiento. Mediado el proceso, Erika tomó la palabra y pidió a todos sus compañeros que no olvidasen sus anhelos y sus propuestas, fuera quien fuese el elegido. Tras recibir las felicitaciones estaba nerviosa y un poco molesta por haber tenido que competir con Lorena. "Hubiera preferido que saliera ella", decía. Decía también la alcaldesa a un periodista que le preguntaba, en broma, que tuviese cuidado porque ella de mayor quería ser abogad. Era la segunda visita de Erika al Ayuntamiento. La primera, hacía dos años, cuando participó en la Cabalgata de Reyes Magos encarnando a la Virgen María.