Emprendedores hacia el espacio

HUELVA/La universidad fue testigo de los sueños de dos jóvenes entusiastas con poco más de 20 años. Raúl Verdú y Raúl Torres, entonces, ya tenían la mente puesta en el espacio, aunque siempre lo hicieron con los pies en la tierra. Entre apuntes y exámenes comenzaron a volar su imaginación en fundar una compañía del sector aeroespacial. "Mi socio era conocedor de la oportunidad de negocio que había en Europa para desarrollar cohetes pequeños" y antes de sellar la empresa "nos reuníamos los fines de semana para hacer cohetes de modelismo", señala Raúl Verdú. Y es que "todo empezó como un hobby y hoy en día se ha acabado convirtiendo en nuestro trabajo".

Con 24 y 25 años, en 2011, ambos jóvenes pusieron la primera piedra con la fundación de la compañía PLD Space con el objetivo de desarrollar lanzadores, cohetes espaciales para lanzar satélites al espacio. "Es una corriente tecnológica que hace ya como diez años apareció en Estados Unidos" con la que los más pequeños comenzaron a competir con "los grandes y tradicionales operadores de la industria". Sí que es cierto que esa corriente tardó en llegar a Europa y "nosotros fuimos en su día de los primeros entrantes en este tipo de industria para intentar desarrollar un proyecto de este tipo", apunta Verdú. La constancia en el trabajo, el esfuerzo y la investigación ha llevado a estos dos jóvenes que empezaron a soñar en la universidad, a confirmar que a mediados del año que viene lanzarán su primer cohete espacial desde la base de El Arenosillo, en Moguer. Empezaron dos mentes privilegiadas y ahora ya cuentan con 40 ingenieros de todo el mundo: España, Italia, Malta, Brasil y Eslovenia, "trabajando en Elche que es donde tenemos nuestro cuartel general".

Todo el proceso del lanzamiento del cohete lo han gestionado a través del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales (INTA), con quienes, en estos momentos, se encuentran en pleno proceso de cerrar acuerdos para ubicar en Huelva sus operaciones de lanzamiento. Así, en 2019 PLD Space lanzará Arion 1, que es un prototipo y el predecesor de Arion 2, en el que ya trabajan para años siguientes ya que "cuando fundamos la compañía el objetivo era desarrollar un cohete que lance satélites a órbita. Ese reto es gigante y decidimos dar un paso intermedio", explica Verdú. Por tanto, el objetivo de los jóvenes con Arion 1 es "demostrar todas las tecnologías de un lanzador en un cohete a escala pequeña". Este cohete tiene unas medidas de 12 metros de largo y 0,7 metros de diámetro y va a permitir a la compañía desarrollar los tres ejes fundamentales de un lanzador: motores, estructura y biónica. "Esas misma tecnologías se escalarán a Arion 2". Raúl Verdú apunta que Arion 1 es un cohete que "no llega a órbita". Sube y baja, hace una trayectoria parabólica. Es una misión muy rápida, que dura 15 minutos y en la que "el motor no está encendido más de dos minutos". Tiempo suficiente para llegar al espacio. Aún así "es una maniobra lo suficientemente compleja para validar toda nuestra tecnología de cara a Arion 2".

La compañía fabricará dos unidades de Arion 1 para llevar a cabo todas las pruebas. La primera tendrá lugar a mediados de 2019 y la segunda a finales del mismo año y lo harán con piezas reutilizables que "es otra de las ventajas competitivas que incorporamos". Como hito relevante, PLD Space desarrolló el primer motor cohete de combustible líquido que jamás se había desarrollado en España. El mismo que llevará Arion 1. Un cohete que tiene su nicho de negocio. "Volar al espacio es muy interesante para algunas organizaciones, como empresas privadas, universidades que quieren hacer una investigación, agencias espaciales, o centros de investigación que quieren estudiar la alta atmósfera", explica Raúl Verdú. Por su parte, Arion 2 tiene como objetivo inyectar en órbita un satélite. Una vía de mercado para los lanzamientos comerciales. "Somos un transportista, como un Seur del espacio".