Emotivo adiós en el García Lorca
Alrededor de 50 alumnos del colegio capitalino se graduaron ayer en Educación Primaria y expresaron sus ilusiones por comenzar una nueva etapa en el instituto, frente a las emocionadas miradas de sus padres
La alegría del final del curso se mezcló ayer con la nostalgia de la despedida en el colegio Federico García Lorca. El recibidor central del edificio educativo se convirtió un la tribuna desde la que alumnos y profesores expresaron, desde el corazón, su sentir tras nueve años aprendiendo, los unos, y enseñando, los otros, a una generación a la que le ha llegado el día de volar del nido escolar. Alrededor de 50 escolares de 11 años cerraron en el día de ayer una de las etapas más importantes de su vida en la que han comenzado a formarse, no sólo como futuros profesionales, sino sobre todo como personas.
Ellos, los escolares, fueron los verdaderos protagonistas de una celebración que no quiso perderse nadie. Varias decenas de padres, hermanos y amigos atendieron a la imposición de las tradicionales bandas que simbolizan la superación de la Educación Primaria y por tanto, el comienzo de sus estudios de Secundaria en el instituto.
Los alumnos abrieron el acto con un discurso emotivo, optimista y esperanzador, con el que agradecieron, con sentidas palabras, el trabajo que sus profesores han realizado con ellos desde que eran muy pequeños y expresaron su pena por tener que abandonarlos después de tantos momentos juntos. "Para nosotros es un momento dulce y amargo a la vez", dijo una de las niñas, por la alegría de haber superado una etapa educativa con éxito y por la tristeza de abandonar a compañeros y profesores "a los que siempre recordaremos y les daremos las gracias por todo lo que nos han enseñado". Al fin, los escolares transmitieron un discurso optimista y esperanzador de cara a lo que les espera: el instituto. "Estamos decididos a comernos el instituto, no tenemos miedo", precisaron dos niños, graciosos, ante las sonrisas y lágrimas de sus padres que les miraban con rostros en los que se reflejaba su preocupación por ver que sus hijos se están haciendo mayores. "Parece que fue ayer cuando entró en la guardería y ya va a entrar en el instituto", comentaban algunos padres emocionados.
Pero las palabras de agradecimiento y felicitaciones no terminaron aquí, sino que el director del centro, José Romero, elogió a sus ya ex alumnos asegurando que "vosotros sois el orgulloso producto de nuestro trabajo y nuestra recompensa de cada día". La delegada de Educación en Huelva, Antonia Cascales, quiso unirse a los elogios felicitando a los recién graduados y dándoles un consejo. Cascales dijo que "habéis construido los cimientos pero a partir de ahora tenéis que estudiar mucho más, todos los días para seguir con vuestra formación a nivel académico y personal".
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