Tras conocerse la creación de cuatro nuevas vicarías episcopales territoriales y una vicaría episcopal para la Administración de los Bienes Diocesanos y Relaciones Institucionales, el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, ha dado a conocer las personas que asumirán en adelante responsabilidades en la nueva organización pastoral de la Diócesis de Huelva.

El padre agustino Emilio Rodríguez Claudio será el nuevo vicario general, hasta ahora ha venido ocupando el cargo de vicario para la celebración de la Fe y párroco en Aljaraque.

Jaime Jesús Cano Gamero, es el nuevo vicario episcopal para la Administración de los Bienes Diocesanos y Relaciones Institucionales, coordinador de la Curia y párroco de Nuestra Señora de la Merced en Huelva.En las nuevas vicarías territoriales estarán al frente Servando Pedrero Lagares, como vicario episcopal de la Sierra y Minas.

Carlos Javier Rodríguez Parra, vicario episcopal de la Costa y Andévalo.

Joaquín Sergio Sierra Cervera, vicario episcopal de Huelva-Ciudad, director titular del Colegio Diocesano Sagrado Corazón de Jesús y presidente del consejo de directores de la Asociación Diocesana de Centros Educativos (Adice).

Francisco Miguel Valencia Bando, vicario episcopal del Condado y párroco de Nuestra Señora de la Asunción en Almonte.

Juan Bautista Quintero Cartes, secretario canciller.

Isaac Moreno Sanz, rector del Seminario Diocesano, director del Instituto Teológico San Leandro y director para la Formación de los Candidatos al Diaconado Permanente.

José Antonio Calvo Millán, formador del Seminario Diocesano y delegado diocesano para la pastoral vocacional.

Julián Jiménez Martínez, director espiritual del Seminario Diocesano y director espiritual de los Candidatos al Diaconado Permanente.

El vicario general, los vicarios episcopales y el secretario canciller tomarán posesión de sus nuevos oficios el día 28 de abril. El rector, el formador y el padre espiritual del Seminario Diocesano lo harán el 28 de junio y los párrocos nombrados entrarán en sus nuevas parroquias en el plazo de tres meses.

Los vicarios territoriales tienen la misma potestad ordinaria que por el Derecho universal de la Iglesia compete al vicario general, pero restringida al territorio o a los asuntos que se les han asignado.

Los vicarios episcopales territoriales residirán en sus zonas pastorales. Les corresponde potenciar, coordinar y dirigir la acción pastoral; recoger las necesidades pastorales de su zona o de su ámbito de competencia y llevarlas al consejo episcopal, para la oportuna consideración y resolución de las mismas; ayudar a los arciprestes en el desempeño de las funciones que les corresponden, como colaboradores y ejecutores de la actividad pastoral decidida por el obispo y los vicarios episcopales; y fomentar el diálogo y el trabajo pastoral conjunto de los agentes pastorales, clérigos, consagrados y laicos.

El vicario episcopal para la Administración de los Bienes Diocesanos, coordinará todo lo relativo a la administración de los bienes temporales de la Diócesis. Tiene el encargo de potenciar la autofinanciación diocesana y de implementar los medios y procedimientos de transparencia y buen gobierno, siguiendo las indicaciones de la Conferencia Episcopal Española para las diócesis. Junto con el Vicario Episcopal para asuntos económicos se mantiene el Ecónomo Diocesano.