Don Simón busca 8.000 hectáreas de naranjos para su fábrica de Huelva
El grupo empresarial ofrece a los agricultores contratos de hasta 15 años en el caso de fincas aún no productivas · La empresa garantiza un precio fijo por la fruta, firmado y revisado anualmente
En 1890, el grupo empresarial J. García Carrión levantó su primera gran bodega para fomentar la exportación de sus vinos de Jumilla (Murcia) a Francia, debido a que una plaga de filoxera había arrasado gran parte de los viñedos de ese país. Ahora, más de 120 años después, el fabricante de los productos Don Simón pisa fuerte en Andalucía, sobre todo en la provincia de Huelva, para convertir esta región en el referente del cultivo intensivo de naranjas para la elaboración zumos.
Con epicentro en la fábrica de cítricos que la multinacional española instaló hace seis años en la localidad andevaleña de Villanueva de Los Castillejos, bajo la denominación de Cítricos del Andévalo, el gran objetivo es ocupar el mercado que están dejando libre otras regiones productoras del mundo, especialmente del continente americano, como consecuencia de otra preocupante enfermedad agrícola, el HLB o greening, que está golpeando duramente al sector. Según el director del proyecto agronómico de J. García Carrión, Eusebio León, sólo en Florida "ya se han perdido más de 140.000 hectáreas de cítricos en los últimos años por culpa de una plaga que no se va a solucionar a medio plazo y que también está afectando a cultivos de otros países como Brasil o México". A este hecho habría que sumar "las heladas o los vendavales, que han provocado que en el sur de Estados Unidos la producción haya caído por debajo del 50%".
La multinacional pretende, por tanto, adelantarse y poder controlar de forma integral unas 10.000 hectáreas de plantación de cítricos en toda Andalucía en menos de cinco años. Un hecho que le permitiría abastecer su planta onubense, que tiene capacidad para procesar diariamente más de 2 millones de kilos de naranjas. Según León, "con nuestro proyecto agronómico, único en Europa y del que sólo encontramos algo parecido en Brasil o EEUU, estamos integrando un proyecto industrial en uno agrícola".
Las bases para ello ya están sentadas porque la planta onubense de procesado de naranjas para zumo está enclavada en el centro de una finca de 1.500 hectáreas (La Dehesilla), propiedad del grupo murciano, en la que se cultiva más de 1 millón de naranjos "que suministran fruta a la fábrica en condiciones óptimas de maduración o azúcares, con el objetivo de producir los mejores zumos en menos de 24 horas desde que la naranja es recolectada".
Con la filosofía del proyecto agronómico, J. García Carrión oferta, por otra parte, a los agricultores andaluces un contrato de 15 años en el caso de fincas aún no productivas, con el que "ofrecemos la posibilidad de una rentabilidad fija, además de un estudio detallado de cada finca". De esta forma, el grupo ha puesto ya en producción otras 950 hectáreas en Córdoba gracias al contrato que selló con la familia Martínez-Sagrera, está cerrando un acuerdo con un importante grupo constructor, que adquirió en 2002 seis fincas de la antigua Rumasa, que añadirá otras 500 hectáreas de cultivo en la provincia de Cádiz, las mismas que sumará en Sevilla merced al acuerdo que también está cerrando con una de las principales familias agrícolas de Andalucía. La clave del proyecto, insiste León, es "conseguir este tipo de contratos a largo plazo con agricultores andaluces para sumar unas 8.000 hectáreas", que es la "cifra idílica de procesamiento en nuestra planta de Huelva" (además de las 1.500 que el grupo explota en propiedad en La Dehesilla).
Sabedor de las dificultades que entraña alcanzar las 8.000 hectáreas sólo con contratos a largo plazo, León es realista y reconoce aspirar a conseguir entre 4.000 y 5.000 hectáreas de esta forma, "de las que ya tenemos 2.400, a las que habría que sumar la puesta en cultivo de las 1.000 hectáreas de las provincias de Cádiz y Sevilla, que nos situarán en las 3.500 hectáreas".
No obstante, para alcanzar el número total de hectáreas pretendido, al margen de los contratos a largo plazo, J. García Carrión también ofrece a aquellos agricultores que deciden destinar sus producciones durante 2 o 3 campañas a Don Simón, la posibilidad de acogerse a otros contratos más cortos (2-3 años). "En este caso -explica-, se les presta apoyo técnico y se les garantiza igualmente un precio firme para esos años. Y aunque este proyecto agronómico sea un poco más costoso para nosotros, nos permite tener agricultores fidelizados, un suministro continuado de fruta y un producto de alta calidad con un sistema de producción controlado por nosotros y recolectado en el momento óptimo".
En general, el proyecto agronómico de J. García Carrión incluye la dirección de las explotaciones desde la plantación hasta la recolección de la fruta. De esta forma el grupo se garantiza el uso de las variedades más óptimas, plantadas de forma que se permita la máxima mecanización de las labores agrícolas al objeto de abaratar el coste de recolección (que supone aproximadamente el 40% del coste total en la producción de naranjas). Igualmente, se garantiza un precio fijo firmado y revisado anualmente, con la ventaja para el agricultor de quedar exento de los vaivenes, las incertidumbres y las coyunturas del mercado. En definitiva, el agricultor puede obtener al final de la campaña un rendimiento de entre el 15% y el 20%, mientras que el grupo se garantiza un suministro continuo de un producto homogéneo y de alta calidad.
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