Resulta un tanto raro este año el caminar por el barrio de San Sebastián y ver que en Pablo Rada está aún el alumbrado navideño, mientras en la rotonda de los Litri no está la iluminación esperada por estas fechas con el escudo de la ciudad anunciando unos días alegres que culminan en el domingo tras la festividad patronal.

Son ejemplos más de este momento de pandemia en los que la vida continua pero de una manera muy distinta. Los tiempos son otros aun cuando el calendario nos marca que estamos en la cuesta de enero y en el frío mes dedicado a San Sebastián.

Este año la pandemia de la Covid-19 mantiene las fiestas suspendidas por parte del Ayuntamiento de Huelva y mientras los cultos en su parroquia se están celebrando desde ayer, se ha cambiado algunos actos como el pregón que será una exaltación a San Sebastián y tendrá lugar en la iglesia el domingo en el espacio de tiempo en el que el Patrón debería estar recorriendo las calles de la ciudad en su solemne procesión que le lleva como es tradicional a la parroquia mayor de San Pedro.

La imagen procesional de San Sebastián preside el altar mayor de su parroquia.

Una procesión suspendida ante las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del virus en grandes concentraciones de personas, suspendiendo de esta forma la cita anual de su procesión.Mientras ayer se iniciaba su triduo a las 20:00, en el que oficia el párroco, José Antonio Omist, y hoy y mañana se adelanta el horario a las 18:00, según comunican tanto la Hermandad de Estudiantes y la parroquia de San Sebastián.

Se pretende de este modo facilitar que quienes quieran autoconfinarse a las 20:00 lo puedan hacer y también participar de los cultos. De esta forma, se atiende a la llamada de las autoridades sanitarias ante el incremento de los casos por la Covid-19 y los fallecidos por esta causa. Al llegarse a un alto índice de contagios, no solo en nuestra capital que se encuentra cerrada perimetralmente, sino en numerosos municipios de la provincia, donde igualmente las fiestas patronales de San Sebastián también se reducen al interior de los templos, quedando en ellos suspendida la procesión anual.

El párroco de San Sebastián, José Antonio Omist, señala que “ahora es cuando más sentido tiene acudir a San Sebastián como protector en la pandemia”. De esta forma, invita a tener presente al Patrón coincidiendo con su festividad pero, igualmente, durante este tiempo tan difícil por la Covid-19. “Son esos momentos en los que estando en casa miramos hacia arriba y nos acordamos de San Sebastián, tenemos una oración”, dice.

Asegura que hay que mantener los cultos que en este caso se adelanta a las 18:00 atendiendo a las recomendaciones sanitarias. La reducción de aforo es de un 30% lo que conlleva a solo la presencia de unas 85 personas en el templo parroquial.

Omist es partidario “de mantener los cultos, promoviendo la creatividad, pero no supendiéndolos, se pueden retransmitir por facebook”. El párroco destaca que los cultos hay que celebrarlos como marcas las reglas de hermandades, con las limitaciones a respetar con más fieles o menos, “los cultos no dependen del modo de la expresión externa, sino de la afectividad al titular de cada hermandad”, asegura.