Cuenta atrás para el primer horno incinerador de drogas de Andalucía

Andalucía acumula desde 2008 cinco saqueos de la droga que almacenaba en sus depósitos. El más sonado y reciente, el de la Nochevieja de 2012 en la Aduana de Huelva, de la que se esfumaron casi mil kilos de hachís. De nada sirve entonces el trabajo de meses de investigación de los agentes de la Policía Nacional o la Guardia Civil. El estupefaciente vuelve a la calle.

El subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez Viguera, avanzó ayer que "en este momento está en construcción un nuevo depósito para almacenar y destruir drogas procedentes de alijos". Será el primer horno incinerador de estas sustancias de Andalucía y se ubicará en Cádiz, como ya adelantó el Gobierno hace meses. Entretanto, los estupefacientes intervenidos deben esperar a que el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO) autorice el traslado hasta la incineradora de Cogersa en Asturias para su destrucción.

Pérez Viguera indicó que "creo que ahora mismo no se está almacenando en la Aduana", agregando que "se han acelerado los ritmos" para que el nuevo horno andaluz esté acabado lo antes posible.

El subdelegado del Gobierno en Huelva recordó que el pasado otoño el Ejecutivo firmó un acuerdo con el Consejo General del Poder Judicial para que el plazo de eliminación de las sustancias no supere los dos meses. Además, la semana próxima se determinará la iniciativa con la que se pretende que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad "tomen muestras de la droga y se pueda proceder a su destrucción inmediata".