Los Cuadernos de Caballero son un relato gráfico de Huelva
año josé caballero
La viuda del pintor, María Fernanda Thomas, realiza la donación de los dibujos a la ciudad. Desea que estén expuestos permanentemente en un centro de arte dedicado a los jóvenes.







José Caballero vuelve a Huelva. Lo hace a través de los dibujos en los que inmortalizó a su ciudad. Los paisajes que permanecieron siempre frescos en su memoria a pesar de haber salido de ella bastante joven, a la edad de quince años, como recuerda su viuda, María Fernanda Thomas de Carranza. Ella será quien los traiga a Huelva. La colección de algo más de doscientos dibujos los va a donar a la ciudad que vio nacer a José Caballero. Reconoce que "es lo que le hubiese gustado a José, es donde deben estar". "Él se marchó muy joven, era un adolescente", recuerda María Fernanda, a la que dedica Caballero esta colección de dibujos para que conociera su ciudad. Dice que " es una visión a través del tiempo, tienen mucho encanto; José lo realiza con mucho cariño, con una memoria casi fotográfica". Asegura que en estos Cuadernos de Huelva, "hay mucho mar, mucho puerto, hay de todo".
El deseo de María Fernanda es que "la obra esté siempre expuesta, no es para que llegue a Huelva y se guarde, sino para que los onubenses disfruten de ella permanentemente". En este sentido apunta a que "podría ser la base para un gran centro de arte en Huelva" y señala al cuartel de Santa Fe como un espacio privilegiado que lo pudiera acoger. "Debe estar en un centro de arte, no en un museo, que es algo muerto, parado". Aspira a que esté "en un lugar al que acuda la gente a estudiar, un espacio en el que pueda haber exposiciones temporales, un centro de arte sin que tenga tanta parafernalia, que estuviera vivo". La viuda de José Caballero desea que esta donación sea un camino para "abrir un centro destinado a quienes pudieran acudir a estudiar, donde esté la gente joven, eso sería lo ideal".
Cuadernos de Huelva está dedicado a María Fernanda y le dice que así "era entonces mi pueblo". "Perdido en un extremo de la geografía donde terminan todos los caminos y empieza el mar. Y para mi no hay nada más imaginativa que no llegar a ninguna parte". "En aquellas calles ensoladas nació mi imaginación, en sus días repetidos y sus repetidos muros blancos, cada vez más sugerentes. Porque no hay nada que obliga a soñar más que la repetición, un sol de justicia y la adversidad".
La presencia de José Caballero en Huelva está especialmente representada en dos espacios donde realizó sendos murales en los años sesenta. A primeros de diciembre de 1962 José Caballero vuelve a Huelva, hacía muchos años que no estaba por su ciudad natal y encuentra ya entonces un gran cambio experimentado con respecto a la de los años de su juventud; había pasado la Guerra Civil con tan malos recuerdos para todos. Tenía el encargo de realizar un gran mural para la entonces Caja de Ahorros de Huelva. Hoy todavía se muestra al público a diario en las oficinas de la calle Puerto, ahora de la Caixa aunque pertenecientes a la Fundación Cajasol, que dispuso el traslado de otra obra de menor tamaño, de 1965, para sus fondos en Sevilla.
Otra gran obra de José Caballero para Huelva es la que realiza para la Diputación Provincial, en 1967. Es también muy ambiciosa. Es La noche de la partida. Incluso Palos de la Frontera está en la materia del mural, no solo su espíritu, ya que hay arena del puerto mezclada con el aceite de linaza, la clara de huevo, el alquil y la pintura. Son diez metros de largo por tres de ancho. En esta describe la noche de víspera del viaje, día incierto, esperando una aventura insólita, desconocida y nueva. Esa angustia e incertidumbre es la que refleja.
Junto a estas importantes obras, la ciudad cuenta con otros óleos de gran formato. En el Ayuntamiento se encuentra el titulado Huelva, en técnica mixta. Mientras que en el Museo de Huelva destaca el cuadro del Torneo, que está en conexión, como en su día destacamos, con la escultura en metal dona al instituto José Caballero, donde se ha reproducido unos murales del pintor onubense en azulejos.
José Caballero recibió la medalla de Huelva en 1986. Con este motivo se realizó en el salón de en el salón de pleno una exposición homenaje a Caballero Diez, que abarcó diez años de pintura, de 1973 a 1983.
En 2001 se colocó una placa en la casa natal de José Caballero, en la calle Espronceda, 4. Acto al que acudió su viuda María Fernanda Thomas. Esta es la calle en la que siempre se pensó para que fuese rotulada, con su nombre. El acuerdo de la rotulación de la calle se tomó en sesión plenaria de 1985. Junto a la donación de Cuadernos de Huelva se acompaña el óleo titulado La ventana, que es la de la casa del pintor de esta calle.
Este 2015 fue declarado Año Caballero por el Ayuntamiento de Huelva y culminará con la donación que realiza de Cuadernos de Huelva y una exposición del material que llegará a nuestra ciudad la próxima semana.
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