Bajo los objetivos comunes de fomentar la tolerancia, la igualdad y la inclusión, los escolares de 5º y 6º de Primaria del CEIP Manuel Siurot de la capital onubense han participado en diferentes actividades de sensibilización con las personas refugiadas durante el primer semestre de este año. El Área específica con el que Cruz Roja Huelva atiende a estas personas en la ciudad, formada por trece personas coordinadas por Rocío Pichardo, ha trabajado mano a mano con el centro para el diseño de esta programación con la que generar "un espacio también de diversión y aprendizaje" para llevar a los niños la idea de "no dejar a nadie atrás", explica Pichardo.

Hasta este viernes, y con motivo del Día Internacional del Refugiado el 20 de junio, el colegio acoge la exposición interactiva Invisibles a tus ojos compuesta por fotografías correspondientes a distintas nacionalidades que sufren este problema, como son Mali, Nicaragua, Venezuela, Siria, Afganistán, Yemen y Ucrania. Precisamente, a raíz del fuerte sentimiento de solidaridad suscitado por la guerra en aquel país, querían "mostrar que lo que se sufre allí también se da en otros lugares, sobre en los que en ocasiones pesan también prejuicios". 

Cada imagen cuenta con un código QR por el que se accede a un pequeño resumen de pocos minutos sobre la situación catastrófica concreta del lugar al que hace referencia. A partir de la semana que viene podrá verse en la Facultad de Humanidades de la UHU, en verano estará en la sede de la Cruz Roja y posteriormente visitará otros centros educativos y de la Onubense.

Con esta muestra, el CEIP Manuel Siurot cierra una serie de actividades mensuales que comenzaron en enero y en las que han participado tanto voluntarios como personas usuarias del Área de Refugiados, "algo que ha generado mucho impacto entre los escolares, que al conocer las historias de primera mano, han naturalizado la diversidad y la multiculturalidad", señala la coordinadora de Cruz Roja Huelva.

Ha sido una labor que desde el propio centro califican de fantástica y que se ha realizado de manera transversal en diversas áreas. Se han analizado distintos países y situaciones económicas, sociales y religiosas. Un trabajo profundo y de muchos valores por el que muestran su total satisfacción.

En enero comenzaron bajo la conmemoración del Día de la Paz y la No Violencia bajo el la frase de Mahatma Gandhi "no hay camino para la paz sino que la paz es el camino". Con dibujos, pequeños debates y preguntas, resultó una actividad "inspiradora y motivadora para seguir trabajando de manera mensual".

Febrero vino con el marco del Día Internacional de la Lengua Materna para fomentar el multilingüismo y la cultura de la tolerancia. En marzo, por el Día Internacional contra la Discriminación Racial, trabajaron en el impulso a los valores individuales y comunitarios para incidir en el respeto. Los niños escribieron frases que percibían como racistas que metieron en una bolsa de basura y que después transformaron en flores de papiroflexia además de transformar esas frases en otras con contenido positivo.

La actividad de abril se desarrolló por la Semana de la Acción Mundial por la Educación con vídeos que explicaban su importancia. Se les entregaron plantillas para generar ideas destinadas a la comunidad educativa y a la sociedad en general para romper las barreras al acceso a la educación.

En mayo la actividad giró en torno al Día de África y en junio por el Día contra el Trabajo Infantil. La actividad formativa del Área de Refugiados de Cruz Roja Huelva se ha desarrollado anteriormente en octubre por el Día de los Derechos Humanos con el antifaz solidario y en diciembre por el Día Internacional de la Persona Migrante bajo el lema Que tu nacionalidad no marque tu destino. Desde ya están pensando en ajustar el trabajo para los meses que restan.

Toda esta programación ha dados sus frutos y hay alumnos del CEIP Manuel Siurot que han mostrado su voluntad de ayudar a estas personas una vez han conocido sus realidades, desean participar de manera activa. "Una sorpresa", señala Rocío Pichardo, y una suerte poder contar con nuevas generaciones facilitadoras de procesos de adaptación. Están pensando cómo hacerlo, "ideas y necesidades nos sobran", concluye la coordinadora del Área de Refugiados.