Crimen del salón de juegos

La grabación de la pelea mortal ha sido borrada “intencionadamente”

  • La titular del Juzgado de Instrucción 3 de Huelva encarga al Grupo de Informática Forense de la Policía Científica que certifique si el disco duro ha sido manipulado

Una de las últimas capturas previas a la agresión en la ruleta del salón de juegos.

Una de las últimas capturas previas a la agresión en la ruleta del salón de juegos. / H. Información (Huelva)

El pasado 10 de abril una breve pelea en el salón de juegos Picasso de la avenida Galaroza acabó con un hombre fallecido después de sufrir dos pinchazos con un arma blanca. La víctima es el onubense F.J.H.V., quien se dirigió al investigado por su homicidio, C.J.M., y "le dio unas bofetadas" cuando el ahora recluso preventivo jugaba a la ruleta con otro amigo. Eran las 22:45.

Ante la atónita mirada de los testigos, los dos onubenses se enzarzaron en una trifulca que los llevó rodar 320 grados sobre la ruleta y a caer al suelo junto a una columna, ocultos a la vista de los presentes. A las 22:46, C.J.M. abandonó el local a toda prisa y F.J.H.V. empezó a gritar que "me ha pinchado", mientras se echaba la mano al costado y sus amigos lo trasladaban al hospital, adonde falleció poco después.

Todo lo que aconteció previamente y lo de después está registrado por las cámaras de seguridad del establecimiento. Pero no ese minuto clave. Los investigadores de la Policía Nacional hacen constar en su atestado, al que ha tenido acceso en exclusiva Huelva Información, que "desde las 22:45 hasta las 22:46:20 se produce un salto de grabación en la secuencia del vídeo, la cual ha sido borrada intencionadamente, siendo este el intervalo en el que transcurren los hechos".

El 15 de abril, dos días más tarde de decretar la prisión provisional comunicada y sin fianza para C.J.M., la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Huelva, Margarita Borrego, emitió un auto –que también obra en poder de este periódico en exclusiva– en el que solicita al Grupo de Informática Forense de la Brigada Provincial de Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental que analice y estudie el dispositivo grabador del salón de juegos, intervenido al día siguiente del crimen, "debiendo procederse a la comprobación del referido aparato a fin de determinar si el disco duro ha sido manipulado y para, si fuera posible, obtener las imágenes que presumiblemente han sido borradas".

La juez recalca que esto “puede denotar el interés” de terceros “de obstruir la investigación”

En dicho auto se detalla que la intervención policial del disco duro donde se almacenan las imágenes de las cámaras de seguridad no se produjo en el momento de los hechos, en la noche del 10 de abril, "dado que en un principio, ante la ausencia aparente de sangre (que fue limpiada poco después de la agresión por la encargada del local) y ante el hecho de que la víctima hubiera abandonado el lugar de forma inmediata con sus acompañantes, se consideró que se trataba de una pelea sin consecuencias graves".

Una vez reclamado el dispositivo a la empresa el día 11, tanto la Policía Judicial como la magistrada, "tras el visionado directo de la copia aportada en pen drive", comprobaron cómo la grabación "tiene un corte en la secuencia del vídeo" en el minuto de referencia, "precisamente en el momento en que tiene lugar la pelea y el posterior apuñalamiento", señala la autoridad judicial en el documento.

La instructora prosigue indicando que "tal extremo resulta significativo, por cuanto que, según señalan los técnicos con los que la fuerza actuante ha mantenido contacto, no tiene explicación lógica".

Los expertos tratan de recuperar el minuto que falta en la secuencia, justo el de la agresión

Por ello no considera para nada creíbles las explicaciones dadas por el responsable del salón de juegos, quien indicó ante la juez que "tal incidencia se debe a un fallo producido por exceso de temperatura del dispositivo grabador".

De hecho, la juez recalca que sería algo "demasiado casual" que no se grabara únicamente ese minuto (valiosísimo para la investigación), a lo que agrega que ni los técnicos de la empresa de las cámaras consiguieron recuperar las imágenes por control remoto, y que estos manifestaron que "han sido borradas de forma intencionada".

Valora la instructora de la causa que "existen indicios de que, en un momento anterior a aquel en el que fueron intervenidas las grabaciones" por parte de la Policía y pese a que esta requirió a los encargados del local en la primera visita que debían conservar las imágenes, "se ha procedido por alguien al borrado de las referentes a la pelea y posterior agresión con arma blanca". Y esto, a juicio de la magistrada, "puede denotar el interés, por parte de terceras personas, de obstruir la investigación".

El auto de la titular del Instrucción 3 de Huelva concluye con que todo lleva a "considerar la necesidad de acceder a lo interesado, resultando la medida idónea (dado que a través del examen del dispositivo podría comprobarse si el mismo ha sido manipulado y podría accederse al contenido de las imágenes relativas al momento justo en el que se produjo la agresión con arma blanca), necesaria (pues solo de esta formar puede accederse al contenido de tales imágenes) y proporcionada (por la gravedad de los hechos que se investigan)".

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