Crimen de El Campillo

El primer juicio con penas de prisión permanente revisable en Huelva comienza hoy

  • Un jurado popular juzga hasta el viernes a los cuatro acusados de torturar y asesinar al guardés José Rachón en el crimen de El Campillo de septiembre de 2016

Entre la arboleda, la casa en la que fue asaltado el guardés en 2016 en la finca Calero de El Campillo.

Entre la arboleda, la casa en la que fue asaltado el guardés en 2016 en la finca Calero de El Campillo. / Jesús Chaparro (El Campillo)

Tras casi tres años y medio de la tortura y el asesinato del arocheno José Rachón (78 años) en la finca Calero de El Campillo, acontecido el 1 de septiembre de 2016, comienza hoy la vista oral, la primera que se celebra en Huelva a la pena máxima contemplada en el Código Penal para los delitos de gravedad excepcional, la prisión permanente revisable.

Se sentarán en el banquillo los cuatro adultos procesados en esta causa: J.A.R., D.L.O.P., H.M.S.M. y A.R.A. El menor de edad que intervino en los hechos ya fue condenado a seis años de internamiento en un centro de reforma juvenil en noviembre de 2017.

El plenario comenzará a las 10:30 de hoy con la selección de los nueve miembros titulares y los dos suplentes que conformarán el jurado popular que enjuiciará a los procesados. Durará hasta el viernes (previsiblemente) y estará dirigido por el presidente de la Audiencia Provincial de Huelva, Antonio Pontón.

Hay que recordar que los cuatro encausados reconocieron haber cometido los hechos durante la instrucción de la causa (aunque el considerado el cabecilla, D.L.O.P., luego se retractó y dijo que fue un homicidio imprudente), como ya avanzó en su momento este diario, por lo que lo previsible es que ratifiquen su culpabilidad y se agilice el proceso.

Los hechos por los que se les acusa y que refiere la Fiscalía en su escrito de acusación apuntan a que todo comenzó cuando los cinco se reunieron –hacia la medianoche del 1 de septiembre de 2016– en el domicilio que uno de ellos, J.A.R., tenía en la barriada de La Naya, en Riotinto. "Puestos de común acuerdo, resolvieron acudir a la finca Calero de El Campillo donde, según informaciones obtenidas por D.L.O.P., el guardés de la misma tenía una importante suma de dinero, con el fin de apropiarse de ella ilícitamente".

Se dirigieron a pie a la casa de campo. Pero a la altura de la piscina municipal de El Campillo se decidieron a asaltar las instalaciones, "quebrando para ello la puerta de entrada al recinto y, tras igualmente romper la ventana de acceso al ambigú, se apoderaron" de pizzas, refrescos, patatas, pan y bebidas alcohólicas.

Una vez que abandonaron la piscina, "emprendieron la marcha hacia la finca Calero, para lo cual tenían que hacer una caminata de 30 ó 40 minutos por un camino empedrado". Llegaron al exterior en torno a las 4:00. Y observaron que había una luz exterior encendida, por lo que el quinteto procedió presuntamente a esconderse "detrás de una carriola abandonada, tirando uno de ellos una piedra para ver si había movimiento interno". Al comprobar que así era, "decidieron acercarse a la casetilla de aperos que servía de vivienda al guardés y agazaparse detrás de la puerta".

La vista oral, que dirigirá Antonio Pontón, se iniciará con la selección del tribunal popular

Entonces uno llamó a la puerta y se escondió detrás de ella. José Rachón salió con un palo de fregona en las manos. Pero J.A.R. le propinó tal "puñetazo que le hizo caer hacia delante, quedando tendido bocabajo e inconsciente". A partir de ese momento, enfatiza la fiscal del caso, "comenzó un calvario para José".

El hombre fue "maltratado, golpeado y torturado para que dijese dónde se encontraba el dinero". Los cinco individuos le "golpearon con un palo en la espalda y la cabeza, le pisaron las costillas, cogieron una cobaya que José tenía en la vivienda para que le mordiera en diversas partes del cuerpo, lo amenazaron con cortarle una oreja con un cuchillo de grandes dimensiones, le echaron restos de basura por encima de su cuerpo y un líquido de salmuera que había en un barreño".

La "agonía" de la víctima se prolongó durante cerca de tres horas. Casi eran las 7:00 de aquel primero de septiembre cuando, "tras registrar toda la vivienda, los jóvenes decidieron abandonarla, dejando al anciano tirado en la puerta de la casa con un hilo de vida, falleciendo instantes más tarde".

José Rachón no guardaba el botín que esperaban en la casilleta. Solo pudieron apropiarse "de dos motosierras, una televisión de plasma y varias cajas de tabaco de la marca Mark 1". También decidieron sustraerle el DNI y su cartilla bancaria.

Fue uno de los hijos del asesinado quien encontró (en torno a las 7:20) a su padre sin vida, apoyado en la cama. La autopsia determinó como causa de la muerte un shock traumático e hipovolémico. Eran tantas las lesiones que no existe ninguna que "aisladamente sea considerada en sí misma, y de forma exclusiva, responsable única del fallecimiento".

Por todo el Ministerio Público considera que los cuatro encausados son autores de un delito de asesinato con la agravante de abuso de superioridad, por lo que pide la prisión permanente. A D.L.O.P. y J.A.R. les añade 9 años por los delitos de robo con fuerza en establecimiento abierto al público fuera de horas de apertura (4 años para cada uno por la agravante de reincidencia) y por un delito de robo con violencia en casa habitada (5 años para cada uno).

A.R.A. se enfrenta a 7 años más, dos por el robo y cinco por el asalto con violencia a la casa. Para H.M.S.M. reclama año y medio de prisión por el robo en la piscina de El Campillo y cinco años por la sustracción de la finca Calero.

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