Colombinas 2022: Un paseíllo para agradecer toda una vida

Cuenta en su historial, Tomás Campuzano, con una decena de tardes en Huelva cargadas de recuerdos. De triunfos. De sentir a la afición onubense, de toda una provincia, cuando enseñaba a su contrincante cómo bailar sobre el albero choquero en una tarde de verano de Colombinas. En el vuelo de esas telas forjó una pasión, que hoy es melancolía; y fraguó lo que pocos pueden hacer, que es la locura eterna. Ahora, el maestro, un referente mayúsculo en el escalafón de los años 80, ha vuelto a acartelarse en la ciudad de la luz y de la marisma. Lo ha hecho solo. Una encerrona. Como ocurriese un día en Aracena. Pero ahora el protagonismo era para pregonar la Feria Taurina de Huelva. Y entró con el capote de paseo. Literalmente. 23 años después.

Todo un libro abierto para descubrir y recordar aquello que ocurrió y que nunca se fue. Porque la historia es ignífuga a los olvidos del tiempo. Campuzano ha vivido en primera persona la evolución de la tauromaquia en esta esquina del sur occidental. Ha sido, mejor dicho, partícipe de la biografía de una ciudad que cumple años sin peinar canas.

Así, el torero paseó de la mano de Huelva durante sus tres paseíllos en la Monumental y sus siete apariciones en La Merced. No todas fueron en Colombinas. En el recuerdo ese famoso 11 de octubre con toros mejicanos. Y así, Tomás Campuzano, habló con la mano en el corazón. Que es como pregona un torero. Porque ese libro abierto estaba repleto de sentimientos. Hacia la afición. Hacia todas aquellas personas que han sido una ayuda a su trayectoria.

Aquí, la mención especial a los ganaderos de Huelva. Un recuerdo hacia aquellos tentaderos y mil conversaciones del complejo e infinito libro que es la tauromaquia. Uno de esos capítulos fue para los toreros de Huelva. Que han escrito mucho. Y la siguen agrandando. Y centró su recuerdo a Litri y Chamaco, "que son las dos señas de identidad de Huelva como toreros". Y otro para los empresarios.

El pregón lo hilvanó con pasodobles taurinos, fandangos y el tamboril. Sonó Tomás Campuzano (no podía ser de otra forma), Suspiros de España, Nerva, Mi Huelva tiene una Ría... "Quiero estar aquí para agradecer a Huelva y su provincia lo que me han querido y con el cariño que me han tratado siempre". Y brindó este toro a los presentes, a Huelva, a su familia, y un recuerdo especial a su madre, que está en un balcón en el cielo.

Fue un pregón repleto de anécdotas, de agradecimientos. En la antesala de los festejos. De que se abra el portón. Y recordó aquella feria de 1979 también, la primera vez que toreó en Colombinas. Francisco Ruiz Miguel y Curro Méndez, completaron el cartel del festejo en una feria en la que tomó la alternativa Espartaco.

El encargado de presentar a Campuzano fue el cronista taurino onubense, responsable de la sección de Toros de Huelva Información, Francisco Guerrero que ya tiene experiencia en estas lides porque fue el encargado de pregonar la feria taurina de las Fiestas Colombinas 2016.

Tomás Campuzano hizo diez paseíllos en Huelva. Toreó hasta en 37 plazas de toda la provincia. Ayer hizo su penúltimo -siempre el penúltimo- paseíllo. "Voy con la misma responsabilidad, como si fuera a matar seis toros solo", reconocía a este periódico horas antes de que el respetable de la Casa Colón pidiese su salida por la Puerta Grande. Torero.