Dos son las placas Docomomo que el Colegio Oficial de Arquitectos colocará este año con motivo de la Semana de la Arquitectura, una de ellas, de manera simbólica, al Chalet Plus Ultra, proyectado por el arquitecto José María Pérez Carasa y construido en el año 1933, una edificación que, a pesar de estar incluida en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, está totalmente abandonada y presenta un gran deterioro por la falta de conservación así como por los saqueos y actos vandálicos de los que ha sido objeto.

La otra Placa Docomomo es para el Pabellón de Control de Aguas de la Central Térmica Cristóbal Colón, ubicado en la Avenida Francisco Montenegro, en la capital onubense, que fue diseñado por los arquitectos Ricardo Abaurre y Luis Díaz.

La primera de las placas fue colocada ayer, de forma simbólica, al Chalet Plus Ultra, de titularidad privada, realizándose de esta manera un llamamiento a la propiedad y a las administraciones a que “se actúe ya” para evitar que desaparezca está edificación, ejemplo de la mejor arquitectura racionalista de la provincia de Huelva. La construcción se encuentra ubicada en una finca rústica situada a las afueras del núcleo urbano de Gibraleón.

Desde el Colegio Oficial de Arquitectos creen que al ser considerado un edificio de interés merecía un mayor seguimiento en cuanto a su protección y mantenimiento.

El vicedecano, Miguel Ángel Estévez; la tesorera del organismo colegial, Natividad López, y el arquitecto Javier Limón fueron los encargados de colocar simbólicamente la placa Docomomo.

Estévez apuntó que Docomomo es una fundación que se dedica a recuperar patrimonio arquitectónico moderno “que esté catalogado y que sea de mucho interés patrimonial”. Indicó que en el caso del Chalet Plus Ultra, el Colegio Oficial de Arquitectos lleva mucho tiempo luchando para que se pueda rehabilitar “pero no se destina ningún tipo de subvenciones para ello” y esta vivienda unifamiliar “es un icono del patrimonio en Huelva porque hay muy pocas casas racionalistas que se hayan mantenido, precisamente por haberse perpetuado fuera del casco urbano, que está todo renovado, prácticamente se ha tirado todo”.

El vicedecano del organismo colegial subrayó que aparte de ésta “está la Casa de Punta Umbría, de José María Pérez Carasa. Son dos edificios emblemáticos y todo un icono de la arquitectura moderna racionalista para los arquitectos y para todas las personas interesadas en el Movimiento Moderno”.

Incidió en que llevan tiempo reivindicando que se recupere el Chalet Plus Ultra y no se ha hecho nada al respecto “y es un edificio que se está cayendo”. Estévez explicó que “cuando se hizo el llamamiento hace veinte años el deterioro del edificio era mínimo” y la rehabilitación “ahora mismo significaría una inversión económica muy fuerte”.

Con la colocación de la Placa Docomomo “reivindicamos el patrimonio onubense, hay que preocuparse por el patrimonio que es nuestra cultura, tenemos edificios pero en buen estado, muy pocos”.

Asimismo, desde el Colegio de Arquitectos piden a la Administración central y autonómica que concedan subvenciones a los edificios catalogados. “No queremos dejar que el patrimonio se muera”.

El Chalet Plus Ultra fue un encargo que un empresario onubense realizó al arquitecto José María Pérez Carasa. Es una vivienda unifamiliar, cuya imagen remite a los principios de la arquitectura expresionista alemana de los primeros años veinte, y más concretamente a la obra de Erich Mendelsohn.

Las formas náuticas presentes en la edificación recuerdan las propuestas arquitectónicas de las nuevas tendencias centroeuropeas coetáneas. La construcción se resuelve a base de volúmenes puros, combinados con dinamismo, con formas cúbicas y cilíndricas.

La disposición de las escaleras, los óculos, las barandillas –ya inexistentes– de las terrazas o las marquesinas son alusivas a los grandes transatlánticos de la época.