La Cinta, entre nardos y rezos

La procesión solemne de la Virgen de la Cinta era ayer todo belleza y elegancia, pero además se convirtió en un momento de rezo en comunión con el papa Francisco, que al mismo tiempo había convocado en plaza de San Pedro de Roma a una jornada de ayuno y oración por la paz en Siria, en el Medio Oriente y en todo el mundo.

Los preámbulos de la procesión en el interior de la parroquia de la Concepción son siempre agradables aunque muy calurosos. Se tiene la oportunidad de conversar con nuevos y viejos cinteros, como con Manuel Silván de la Corte, el hermano más antiguo de la hermandad que a sus 94 años gusta de ir junto al paso de la Patrona como lo ha hecho siempre. Luego la oración comunitaria desde el altar mayor, que preside el obispo José Vilaplana Blasco, recordando así el sentido de Iglesia que tiene una procesión. Este año con un rezo muy especial por la paz en Siria. El paso se levantaba mandado por José Ramón Romero, quedaban ahí los 21 días que ha estado en el templo inmaculista. Un tiempo muy especial, con la celebración del 125 aniversario de la novena que compusiera Rafael de al Corte y Delgado, con cardenales y obispos que han acudido estos últimos nueve día.

Más tarde todo se hace silencio y es íntimo el tránsito del paso por el interior de la nave central, que eclosiona cuando aparece enmarcada en el barroco inmaculista. Aquí es recibida como Señora de Huelva. Se siente en ese momento una cercanía especial por una multitud de onubense que se han dispuesto ya a ver el discurrir por ese cordón umbilical que le lleva desde la parroquia de la Purísima Concepción a la Santa Iglesia Catedral, donde el barrio mercedario le aguarda para disfruta con su presencia la jornada de su fiesta.

Recibida con la Marcha Real, le siguió una salva de aplausos y vivas emocionados que la enmarcan como la Reina de Huelva. Luego la marcha Macarena que interpretó la Banda Municipal de Música. La Virgen marinera de los onubenses iba escoltada por infantes de marina. Entre aromas de nardo, conjugaban la fragancia y la belleza, intercaladas de rosas blancas en un elegante exorno floral, en las esquinas, centros y jarras. Se estrenaba en ello, con un volumen justo y personal, el florista Antonio Rivera.

La procesión se viene conformando en los últimos años muy compacta, ordenada y acertada. En ello está trabajando el hermano mayor, Manuel Roméu Martín, y su junta de gobierno. La iniciaba este año la banda de cornetas Virgen de la Salud, que en los últimos años abre marcha en el cortejo de la procesión solemne. En esta ocasión y con motivo de la celebración del 125 aniversario de la novena, la propia banda invitó a otras de Huelva y su provincia y de distintos puntos de España para que se incorporaran al cortejo con sus guiones y formando parte del conjunto de músicos. Una banda muy especial.

Este año acudió a la procesión la nueva junta del Consejo de Hermandades, que preside Antonio González García, al que acompañaba el pregonero de la Semana Santa de Huelva, José Antonio Vieira. Nuevo también en la procesión fue el rector de la Universidad, Francisco Ruiz. A la procesión asistió la corporación municipal encabezada por el alcalde Pedro Rodríguez, con presencia de los concejales del Partido Popular y del PSOE, estos encabezados por su portavoz, Gabriel Cruz Santana. Acudieron también el presidente de la Audiencia Provincial, Antonio Pontón; y el subdelegado del Gobierno, Enrique Pérez Viguera. Hubo una numerosa representación de las fuerzas de seguridad, Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil, así como de los reales Tercios de España y Ejército de Tierra. En la presidencia acompañaban al hermano mayor los representantes de las instituciones honorarias de la Cinta, el contralmirante Manuel Ferreiro Sánchez; el presidente de la Sociedad Colombina, José María Segovia; y el presidente del Colegio Farmacéutico, Francisco Peinado.