Cientos de familiares, vecinos y amigos de la niña de cinco años desaparecida desde el pasado domingo en la barriada de El Torrejón de Huelva, acompañados de numerosos ciudadanos, tomaron hoy la Gran Vía del centro de la capital para pedir ayuda para "que vuelva Mari Luz", grito que entonaron en la concentración que llegó al centro procedente de la residencia de la menor.

Durante casi tres horas, la manifestación gritó la aparición de la pequeña, acompañada de un gran dispositivo policial que no pudo impedir, sin embargo, el revuelo que un rumor sobre la aparición de Mari Luz y la detención de algunos sospechosos provocó entre los manifestantes a la altura de la sede de la Diputación Provincial, que sólo se disolvió con la confirmación de la ausencia de pistas sobre el paradero de la pequeña y el casi desvanecimiento del padre, Juan José Cortés.

No obstante, los participantes quisieron completar el recorrido previsto y continuaron la marcha hacia la Subdelegación del Gobierno, haciendo una parada a las puertas del Ayuntamiento, donde aguardaba el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, acompañado por toda la corporación municipal.

En este emplazamiento, los participantes guardaron cinco minutos de silencio para recordar a la pequeña, de la que portaron fotografías en alto, que finalizaron con el agradecimiento del portavoz de la familia a la implicación en la búsqueda de Mari Luz de los ciudadanos, si bien pidió que "continúe esta colaboración hasta tener un final feliz porque la familia de Mari Luz necesita de toda la ayuda posible para seguir luchando". 

Posteriormente, el alcalde se fundió en un abrazo con el padre de Mari Luz, situado en la pancarta cabeza de la manifestación, como muestra de apoyo, lo mismo que hizo el subdelegado del Gobierno en Huelva, Manuel Bago, a la llegada de la marcha humana a las puertas de la Subdelegación del Gobierno.

Bago aprovechó este momento para acercarse a Juan José Cortés y, tras desearle "ánimos", le garantizó que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado "están trabajando con todos los medios disponibles, no sólo a nivel provincial, sino a nivel nacional".

De la misma forma, invitó al padre de Mari Luz a subir a su despacho para "poder hablar tranquilamente de todo lo que se está haciendo", aprovechando la presencia también del comisario de la Policía Nacional, Miguel Rodríguez Durán, invitación que aceptó y tras la cual mostró su "satisfacción por cómo se está trabajando en el caso de Mari Luz".

Tras la reincorporación de Cortés a la manifestación, la marcha humana continuó desfilando al grito unánime de "que vuelva Mari Luz", hasta la disolución de la misma.