Cepsa invierte 16 millones en sus instalaciones de la Refinería La Rábida

Cepsa acometió durante este mes de enero la parada programada de la unidad de Hydrocracker, englobada en la planta de Combustibles 2 de la refinería La Rábida, en Palos de la Frontera. La parada, con una inversión de más de 16 millones de euros, contó con una media de 200 trabajadores diarios de empresas contratistas, a los que se sumó el personal propio del site Palos, y tuvo como principal fin el cambio de catalizador de esta unidad.

En el tiempo de trabajo, que mediante el uso de técnicas novedosas y modificaciones del procedimiento de puesta en marcha, se redujo alrededor de una semana la parada anterior, se aprovechó también para llevar a cabo reparaciones y tareas de inspección para las que es esencial que la instalación se encuentre fuera de servicio, según informó ayer la empresa.

Igualmente se realizaron tareas de reparaciones, tras inspección previa, en la unidad de HR2, vinculada en procesos a Hydrocracker, y en la unidad de Gascon, donde se llevó a cabo la sustitución de equipos en los intercambiadores de calor, por lo que estas dos unidades también estuvieron en parada varios días dentro de ese mismo periodo.

La unidad de Hydrocracker se ocupa de maximizar la producción de destilados medios (gasoil y queroseno), utilizando como materia prima los elementos más pesados del petróleo. HR2 es un proceso de reformado con vapor, utilizado para producir hidrógeno, necesario para los procesos en Hydrocracker.

El hidrógeno es un elemento fundamental en los procesos de refinería, ya que se utiliza para eliminar el azufre que contiene el petróleo, convirtiéndose en un 'aliado' medioambiental. A su vez, se utiliza en la producción de ciclohexano, del que refinería La Rábida es único productor en España y tercero en Europa. Por su parte, Gascon proporciona productos como el propano, butano, pentano y gasolinas. Todas las unidades reiniciaron su actividad y recuperarán sus ritmos habituales de producción a lo largo de esta semana.

Detrás de cada parada hay un trabajo previo de planificación que permite la coordinación de tareas y de todo el personal implicado en condiciones de máxima seguridad. En este sentido, durante las tres semanas de paradas "no se registró ningún incidente".