Cata, arte y solera

EL viernes tuvo lugar en Bodegas Sauci una cata privada de Espinapura, un vino generoso fino, de uva 100% palomino fino, con un sistema de criaderas y soleras bajo velo en flor durante 4 años en botas de roble americano. Si bien su cata final es de un color pálido, limpio y brillante con aromas complejos de crianza en flor fusionada con finas maderas, intenso y largo en el recorrido final, con persistente retrogusto de frutos secos, la cata que se realizó en la bodega fue siguiendo todo el proceso de crianza.

Fue una cata vertical de Espinapura en rama. Quiere decir que es una cata del mismo vino, pero de diferentes cosechas que en este caso, como es un sistema de criaderas y soleras, no es de diferentes cosechas, sino de diferentes criaderas. El vino fino desde que empieza y está bajo el velo de flor, característica principal de los finos, pasa por una serie de etapas en su vida y en esta cata se ha ido repasando cada una de esas etapas para vivir el vino desde el prinicpio. La primavera es la única estación en que se puede sacar el vino directamente de las botas, rompiendo velos de flor, ya que la flor se regenera con prontitud y en plenitud, sin que afecte al producto final.

La cata estuvo acompañada por una actividad que desarrolla la bodega, Sauci con el Arte, en la que hacen exposiciones de enopintura cada tres meses. Esta es la tercera exposición en la que muestran cuadros pintados con sus vinos y con las lías, materia que va depositando el vino en el fondo de la vasija.

Esta vez las obras eran del artista local David Bernal y la mayoría de sus cuadros causaron enorme impacto entre los visitantes y ya se han vendido.

Bodegas Sauci es una empresa familiar, dedicada por entero a la obtención de vinos de calidad, por los que ha sido ampliamente reconocida. Su calidad se basa en la selección del mejor mosto de la cosecha. Al no ser bodega productora, sino criadora de vinos, pueden permitirse el lujo de elegir el mosto de mayor calidad entre los distintos cosecheros y productores. Esto, unido a la exquisita crianza y el esmerado cuidado con el que atienden sus caldos, en la oscuridad y silencio de la bodega, en la que mantienen una óptima aireación y un adecuado grado de humedad y temperatura constante, gracias al volumen y altura de sus muros, el tamaño y situación de los huecos de ventana y la formación de una solera hidrófila característica, hace que puedan sacar al mercado unos vinos de excelente calidad, que han obtenido numerosos reconocimientos. Bodegas Sauci es una de las más veteranas de la comarca del Condado de Huelva. En 1925 Fernando Sauci inició la actual actividad comercial, realizando la vendimia y vendiendo posteriormente el mosto a granel, en barriles y garrafas.

Años después, su hijo Manuel Sauci continuó con la labor, pero tal era su pasión por el vino, que se negaba a ser simplemente elaborador. Realizó estudios de enología y viticultura y decidió cambiar las instalaciones a una bodega mayor, comprando botas de roble americano, donde comenzó a criar unos vinos generosos que pronto fueron conocidos por su calidad. Fue uno de los pioneros en el embotellado en el Condado de Huelva. Así en 1965, sacó al mercado su primer vino embotellado, el fino Espinapura, que ha cosechado éxitos y premios. Enamorado hasta la saciedad de la crianza de los vinos, ha sabido transmitir a sus hijas ese amor y la cuidada y esmerada crianza que exigen unos vinos de calidad. Ahora Begoña y Montserrat constituyen la tercera generación de dirigentes de la bodega y mantienen la tradición en la elaboración de los vinos, que están muy cuidados, casi de autor. Nada ha cambiado. Incluso su padre sigue dándose una vueltecita todos los días por la bodega. Y no es por desconfianza, sino por seguir involucrado en los proyectos de la bodega, por amor a lo que creó.