Un Carnaval sin barreras

Carnaval colombino · Fase preliminar

La comparsa Los Samurais hicieron un espectáculo apto para sordomudos incluyendo intérpretes de lengua de signos. Los tatuadores dedicaron su popurrí a las mujeres maltratadas.

1. La comparsa de Villarasa La cara oculta de la luna 2. Integrantes de la murga onubense, Cruceroslosdeosquezarpamos. 3. La comparsa de Huelva Los Samurais. 4. La comparsa Los de arriba y los de abajo, de Alcalá de Guadaíra. 5. Miembros de la comparsa mixta iliplense, La leyenda del sur. 6. La comparsa puntaumbrieña, Los tatuadores.
Dalía Ramos Huelva

26 de enero 2015 - 01:00

Noche de sábado de Carnaval y el Gran Teatro colgó el cartel de no hay localidades. Cuatro comparsas y dos murgas, procedentes de distintos puntos de Huelva y Sevilla, se subieron a las tablas de la bombonera dispuestos a pasarlo bien y hacer disfrutar al público con su espectáculo en la fase preliminar del Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino.

La que estrenó el telón del teatro onubense fue la comparsa mixta La leyenda del sur, de Niebla. Las voces femeninas de las bandoleras enumeraron en sus pasosobles diferentes tópicos de Andalucía, alegando que en otras comunidades autónomas "no se dan cuenta que somos cultura", y que "el sur está menospreciado". También denunciaron el tráfico de "esas miles de niñas que son maltratadas" y que "ya no juegan con juguetes". En un tono más jovial, centraron sus cuplés en contar su particular versión del pequeño Nicolás, que "hay que ver la que ha liao que en todos lados se ha colao".

Desde Alcalá de Guadaíra vino la comparsa Los de arriba y los de abajo, cuyos integrantes, en un decorado medieval, estaban divididos en clases sociales: el rey, el clero, la nobleza y el pueblo. En las letras de sus pasodobles subrayaron que "lo primero que nos enseñan en el colegio es que la gente se divide en estamentos y privilegios". Hicieron una dura crítica de los recortes y la crisis, afirmando que existe "una juventud pasiva y aborregada que se calla y no dice nada", y que los políticos "estáis jugando con el futuro de nuestros hijos". También mencionaron que la religión es "la forma más perfecta de control sobre las masas", y ya en tono divertido, sus cuplés hablaron de los grupos musicales de moda entre las adolescentes, sacando las risas del multitudinario público.

La murga de Villarrasa La cara oculta de la luna, que debutó en el concurso onubense, hizo un divertido espectáculo en un decorado "galáctico". Llenos de agradecimiento, afirmaron que tenían ganas de participar en el certamen, "Huelva tu no sabes bien lo que yo deseaba pisar estas maderas", y que "el mayor premio ya lo he conseguío" actuando en el Gran Teatro por Carnaval. Sus letras se centraron en realizar una crítica a una sociedad cerrada respecto al tema de la homosexualidad: "Si alguien quiere criticarme que sea porque fui mal hombre y no por quien meto yo en mi cama". Ingenio, diversión y originalidad se juntaron en el popurrí en el que los marcianos realizaron la "romería interestelar de Mercurio". Con gritos de "viva la Osa Menor, viva la estrella polar y viva la reina de las galaxias", los integrantes de La cara oculta de la luna abandonaron las tablas de la bombonera aseguraron que volverán para quedarse "con el premio de su gente".

Tras el descanso, en el que los alrededores de Vázquez López se llenaron de apasionados del Carnaval y miembros de las agrupaciones, continuó la jornada carnavalera. Fue el turno de la comparsa puntaumbrieña Los tatuadores, que hicieron un símil de los tatuajes con el maltrato "un tatuador que a tí te marcó". Dedicaron su segundo pasodoble a Huelva, ciudad que afirmaron que "deja huella" y que artistas como Paco Toronjo, Arcángel y Manuel Carrasco "dejan huella". También citaron al deporte onubense, "fuimos los primeros en hacer un tatuaje bien grande con el Recreativo", y nombraron a Carolina Marín por ser la campeona del mundo.

Tras esta actuación, el escenario del Gran Teatro se convirtió en el barco Costa Lazo II, con la tripulación de la murga onubense Cruceroslosdeosquezarpamos. La agrupación montó una fiesta en las tablas del teatro, haciendo disfrutar al público con sus divertidas letras, también críticas con el mundo del Carnaval en el que "el dinero carece de importancia".

La última en actuar fue la comparsa onubense Los Samurais, que contó con un espectacular decorado de un templo. Quisieron crear un Carnaval "para todos los públicos y sin barreras" al introducir intérpretes de lengua de signos que representaban las letras de las composiciones. Huelva fue la principal protagonista de sus pasodobles y cuplés, cuyo Carnaval "también vale y no solo el de Cádiz". En el popurrí dejaron claro la importancia de que "sea la ilusión la que maneje el Carnaval".

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