Cambio 'parapodium' por un sidecar, bicis o zapatos
Los investigadores graban al dueño de la ortopedia proponiendo el canje de una receta por otros productos
En las indagaciones realizadas por la agencia Manel Detectives, encargada por los dos empresarios onubenses que se han querellado contra Gordillo, hay un capítulo que merece atención aparte. Está fechado el 13 de mayo de 2013 y el episodio se inicia cuando uno de los investigadores acude a la central de la ortopedia, en pleno barrio de El Torrejón de la capital onubense, con un receta auténtica prescrita por una traumatóloga del hospital Juan Ramón Jiménez.
En el documento sanitario se ordena la entrega de un parapodium (artilugio para mantener en pie a los niños y ayudarlos a caminar) y la factura está "firmada y cerrada por la unidad de Prestaciones" del hospital, detallan los investigadores.
Los atiende el propietario de la empresa, F.G.C., y los detectives explican que el dispositivo ortopédico es para una sobrina, "pero que no lo necesitamos, ya que la pequeña tiene uno que le sirve aún y le preguntamos si se podría cambiar por otra cosa". Tras comprobar la referencia del estabilizador infantil, F.G.C., "sin cortapisas, comenta directamente que por el valor del producto recetado nos puede dar lo que nosotros queramos, unos zapatos, bicicletas, etcétera", algo que reitera a lo largo de la conversación grabada por los investigadores. Interrumpe la charla para cambiar de ubicación.
Emplaza a los investigadores a un local de unos 200 metros cuadrados de su propiedad y contiguo a la tienda que está ocupado por sillas, camas y diverso material ortopédico de envergadura. "Deducimos que nos ha querido trasladar a un lugar más discreto", afirman los de Manel Detectives.
Ya en esta nave, "nos insiste en que podemos utilizar el importe de la receta en otro producto" y ellos proponen que "queremos localizar un sidecar para adjuntarlo a una bicicleta y así trasladar a la enferma, que padece parálisis cerebral". Entonces F.G.C. les indica que aunque este artilugio "no sea producto de ortopedia, él lo compra y ya está".
Los detectives se interesan por saber si hay diferencia entre el valor del parapodium y del sidecar, a lo que el dueño de Gordillo aduce que, de sobrar dinero, "se deja ahí por si queremos otra cosa como unos zapatos, por ejemplo". Insiste de nuevo. Y agrega que "esto lo hace habitualmente".
Luego los deja en manos de dos empleados de la tienda. Uno de ellos es su hija. Ella busca en Internet el sidecar y el otro trabajador, en los catálogos. Ambos confirman en este proceso que en 2012 ya habían hecho un cambio similar (la receta por otros productos) a otro cliente, señala el informe sobre el que se basa la querella contra la ortopedia onubense.
Los empleados consiguen encontrar el sidecar. "Preguntamos si tendremos bastante para adquirir el producto que solicitamos con el importe del parapodium que nos ha prescrito el hospital". Contestan afirmativamente, pero la hija del principal imputado "lo dice sin mucha seguridad, aunque hemos visto en la pantalla que hay una gran diferencia económica a favor nuestra entre el producto que queremos adquirir y el referenciado", cifrado en 1.170 euros.
Los detectives cierran la cita indicando a los empleados que la madre de la menor imaginaria ya se pasará por la ortopedia para firmar la receta y hacer las transacciones. El trabajador, antes de que se marchen, les muestra unos zapatos de "diseños muy actuales", para que los adquieran con el presupuesto que sobra de la receta.
Huelva Información contactó ayer con Ortopedia Gordillo para preguntar por todo lo concerniente al caso. Atendió el teléfono Rafael, quien se identificó como portavoz de la empresa, pero que no quiso dar su apellido. Sobre la imputación de F.G.C., M.J.G.M. y M.M.G. explicó que no entraría a realizar valoraciones sobre un tema que está en los tribunales: "El juez determinará lo que tenga que ser, hay que dejar trabajar a la Justicia".
2 Comentarios