Sequía, plagas y caída de los cultivos: los grandes daños del cambio climático en Huelva
De aquí a 100 años, las temperaturas máximas subirán de media 4 grados en Huelva en el caso más pesimista.
La seca de la encina, el aumento de la procesionaria, las plagas o el menor rendimiento de los cultivos son los grandes damnificados del cambio climático en la provincia de Huelva.
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En el marco de la Cumbre sobre el Cambio Climático que ha culminado esta semana, expertos de la Universidad de Huelva ofrecen su visión sobre las consecuencias de los cambios climatológicos que ya estamos padeciendo en la provincia de Huelva.
Según José Enrique García Ramos, profesor de Meteorología y Climatología de la Universidad de Huelva, antes de empezar a hablar de cambio climático conviene hablar de calentamiento global, ya que son cuestiones distintas pero complementarias. En muchas ocasiones se usan como sinónimo pero no es lo mismo. En cuanto al calentamiento global no existe controversia. De hecho, no hay nadie que diga que el calentamiento global no existe. Consiste en que en la época preindustrial, desde 1850 hasta nuestros días, el promedio de la temperatura en la tierra ha crecido un grado. Sobre eso no cabe duda, es algo analizado y en lo que coinciden todos los expertos. Por su parte, el cambio climático es una consecuencia de ese calentamiento global y que supone que los valores de temperaturas medias varíen, así como el régimen de precipitaciones, la subida del nivel del mar o que los patrones de circulación en la atmósfera se han visto ligeramente modificados.
Ahí, en cuanto al cambio climático, sí que puede haber cierta controversia. "Yo no creo debiera haberla, ya que a día de hoy hay muchas pruebas científicas que lo certifican, pero sigue siendo un tema abierto a debate", explica el experto de la Onubense.
Tal y como explica García Ramos, cuando hablamos de cambio climático nos referimos al clima. El clima se define en base a valores promedio de temperaturas, precipitaciones, radiación solar... diversos parámetros que lo definen. Y para hacer ese promedio, se necesitan datos de, al menos 30 años. El cambio climático implica que se están cambiando esos valores medios y otra cosa que quizá sea incluso más relevante es que los valores extremos también se están modificando. Estos extremos van a aumentar. "En este caso, el cambio climático que estamos viendo en la actualidad provoca que estos extremos sean más extremos todavía".
Según el experto, tal y como les explica a sus alumnos en la universidad, "el tiempo meteorológico es el equivalente a la ropa con la que nos hemos vestido en un día. Mientras que el clima es el equivalente a cómo es nuestro armario. Dependiendo del día hemos podido ponernos una camiseta o un chaquetón. Pero el tipo de chaquetón que tú te compras es el clima. Por eso, en muchas ocasiones tendemos a confundir el cambio climático con lo que percibimos en el día a día y eso es un concepto erróneo", indica.
Si nos regimos por las temperaturas, el promedio en Huelva en los últimos años, dice, ha subido pero tan solo unas décimas. El cambio no ha sido significativo. "Hablamos de unas décimas de grado. Las temperaturas medias que hemos tenido no se han estado saliendo de los extremos".
Sin embargo, en el día a día uno puede encontrarse con valores que aparentemente son anómalos en relación a los valores medios. Con temperaturas que, incluso algún día pueden quintiplicarse en relación a los valores habituales de la media. "Pero esos valores aislados de un día, por sí solos, no significan nada", aclara.
En octubre, por ejemplo, el valor medio de las máximas ha sido de 25 grados y de las mínimas de 14. Esto ha sido así en los últimos años. Aunque el valor medio de las máximas no cambie demasiado, ese pequeño cambio en las máximas puede hacer que eventos muy raros de temperaturas anormalmente altas en días aislados como las que hemos tenido el pasado mes de octubre, sean más frecuentes. Es decir, que los cambios bruscos de temperaturas que nos encontramos de manera aislada aparecen más frecuentemente ahora que hace unos años. Que pase un día es una mera casualidad, pero que empiecen a aparecer muy a menudo, ya no es fruto de este cambio climático.
"Lo más significativo del cambio climático que se puede observar en nuestro día a día y en nuestro entorno son, en primer lugar, las temperaturas y luego los patrones del tiempo como las, cada vez más frecuentes, entradas de masas de aire cálidas o frías, y el tiempo que se mantienen encima de la Península Ibérica, para mí es de las cosas más significativas. Es decir, actualmente, cuando entra una masa de aire cálido sobre la Península tiende a permanecer más tiempo sobre la península, pero ocurre también lo mismo en invierno, cuando entra una masa de aire frío. Esto sí está estudiado y hay indicios de que está relacionado con el cambio climático", asegura el experto en Meteorología.
El ritmo con el que se mueven las masas de aire y los frentes está ralentizado y el contraste entre el Polo Norte y nuestras latitudes es menor de lo que solía ser.
"La gente notará esto en que, por ejemplo, ahora escucha hablar mucho más que antes de la calima. Eso significa que entran más frecuentemente durante todo el año masas de aire del norte de África".
¿Cómo será el escenario de aquí a 100 años en la provincia de Huelva?
Según los datos que se manejan se pueden plantear diferentes escenarios futuros para la humanidad. "Esto nos lleva a los expertos a hacer predicciones más optimistas y más pesimistas. Por eso, es muy importante lo que hagamos, por ejemplo, en cuanto consumir energía renovables...con todo lo que hagamos hoy se va a ver dentro de 30 años. Ahora estamos recogiendo las consecuencias de los que nos dejaron hace 30 años atrás".
En el caso más optimista, en relación a la temperatura máxima, estaríamos hablando de una subida de unos 2 grados de aquí a 100 años. Y en el caso más pesimista, de una subida promedio máxima de 4 grados. En porcentaje, subirían entorno a un 10-15% el número de días cálidos al año y en el caso más pesimista, cerca del 40%, casi el doble, de aquí al final de siglo. Lo que nos hará enfrentarnos a unos veranos bastante duros.
Una forma de ver cómo ha cambiado el clima es observando cómo se ha transformado la vegetación en el entorno. Esa vegetación ofrece el valor medio. Si cambia la vegetación o los animales o las migraciones eso quiere decir que hay un cambio. "Aunque los animales y las plantas no cambian su comportamiento de un día para otro. Estamos hablando de períodos que se acercan a estos promedios. Estos cambios que vemos son un claro indicador de cambio climático", dice.
Huelva, una zona especialmente afectada por el cambio climático
Javier Calzada, profesor de Zoología de la Universidad de Huelva, asegura que España entera y Huelva en especial está ubicada en una zona de especial riesgo por el cambio climático, ya que en el Mediterráneo los efectos del cambio climático se están haciendo más patentes. "Los organismos internacionales reconocen que la zona mediterránea es la que más se puede afectar".
Destaca mucho que no debemos esperar los efectos del cambio climático, sino que los estamos padeciendo. "Esas realidades van a ser muy crudas", lamenta el experto.
Huelva es una provincia especialmente vulnerable, con una gran zona agrícola y forestal, con costa... son muchas las características que la hacen padecer las consecuencias del cambio climático. Una de las consecuencias más palpables son las derivadas de los recursos hídricos. "Cada mes está habiendo un cambio mayor en el patrón de lluvias. La primavera y el invierno están cambiando. La primavera llega antes, el invierno no es tan frío, no hay tantas precipitaciones..."
Estamos sufriendo cada vez más períodos grandes de sequías relacionadas con el aumento de temperaturas y con el descenso de las precipitaciones. Todo eso está trayendo muchos problemas. Medioambientales porque los ecosistemas de agua dulce se ven muy afectados, porque esos ecosistemas están pasando por un período grande de estrés, como ocurre en Doñana. Todo lo que ha surgido con las lagunas temporales de Doñana se están secando, matorralizando
Otro problema grave es la desertificación de las cubiertas vegetales, de los suelos, que provoca a su vez una mayor aridez.
"Hay cosechas que están sufriendo daños por el calor, cada vez más frecuentes. Todo esto está llevando a una menor producción de los cultivos en Huelva. También afecta a la calidad de las cosechas. Por ejemplo, las cosechas de uva se están adelantando. Se ven cambios también en la producción de otros cultivos como los cítricos. Además, las plagas que estamos teniendo también tienen que ver con el cambio climático", asegura Calzada.
Otra de las cosas que vamos a notar en todos nuestros ecosistemas naturales es la degradación. Hay cambios fenológicos en las plantas silvestres con un desacople con los insectos. También con las especies migratorias, ya que el cambio de temperaturas que estamos experimentando hace que cambien los patrones.
La seca de la encina es otro problema que se acrecienta en Huelva con el cambio climático o ciertas especies favorecidas con el nuevo clima como la procesionaria de los pinos, cada vez más intensa. El peligro de los incendios también es otro de los grandes problemas en un ambiente mediterráneo como el nuestro. "Todo esto nos afectará de una manera muy grave y debemos estar prevenidos con actuaciones que nos ayuden a mitigarlo", advierte el profesor de Zoología.
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