Cabalgata de Reyes Magos de Huelva 2020

Una fe ciega en la ilusión

  • Melchor, Gaspar y Baltasar regalan su alegría a Huelva en un recorrido repleto de música y de color por las calles de la capital

  • Miles de onubenses se dan un baño de serpentinas y caramelos

El rey Gaspar lanza caramelos durante la cabalgata.

El rey Gaspar lanza caramelos durante la cabalgata. / Alberto Domínguez

Huelva ayer sonrió. Y cómo lo hizo. La alegría se desbordó en una amalgama de colores que dibujaron la esencia de la Navidad. Que, al fin y al cabo, es abrir el corazón a la ilusión, a la esperanza, y a los sueños. Huelva ayer brilló. Y cómo lo hizo. Se iluminó durante el día y por la noche en una paleta cromática que modelaba con sus dedos la más sencilla fantasía. La capital radió de luz cada palmo de sus arterias y se convirtió en una fiesta sin igual. Huelva ayer se contagió de verdad. Se abrochó una sonrisa de oreja a oreja. Y cómo lo hizo. Con una fe ciega en la ilusión que siempre va envuelta en los ojos de un niño.

La cabalgata de sus Majestades los Reyes Magos coloreó la ciudad en un día, el 5 de enero, en el que cree todo el mundo. Algunos lo hicieron mirando al cielo, otros en busca de una mirada cómplice desde la carroza real, y otros clavando sus ojos en los de su hijo, que no pararon de encenderse entre la sorpresa y la ilusión. La jornada fue larga para sus Majestades de Oriente. Después de la visita a los hospitales y residencias de la ciudad, Melchor, Gaspar y Baltasar acudieron hasta el santuario de la Cinta para realizar la tradicional ofrenda al Niño Jesús. Fue el último paso antes de que se subieran a las carrozas y recorrer las calles de Huelva.

En este punto tuvo lugar una de las novedades de la cabalgata de este año: la localización de la salida. A causa de las obras que se están realizando en el entorno del santuario de la Cinta, la comitiva partió desde las inmediaciones del Humilladero, por lo que en esta ocasión las carrozas no hicieron el descenso por Legión Española.

Cientos de personas aguardaban a la salida del cortejo. Los niños, sin duda, los principales protagonistas, esperaron con una contagiosa ilusión a recoger los primeros caramelos de la tarde. Bajo un reluciente sol, y con una marcada puntualidad, la comitiva arrancó con la mirada puesta en enfilar la Avenida Cristóbal Colón. El preludio a las primeras carrozas lo llevaron a cabo figurantes que dinamizaron el cortejo con cintas y papelillos de colores que iban adornando la ciudad previo al paso de sus Majestades. A continuación, la Estrella de la Ilusión, encarnada por la bailaora onubense Felisa Fernández, se pintó una blanca y reluciente sonrisa en la cara para alumbrar a pequeños y mayores durante las varias horas del largo recorrido –el segundo de Andalucía tras Sevilla– por las calles de la capital.

El camino de este sueño de ilusiones y alegrías avanzó en línea recta por la barriada del Carmen, Las Colonias o La Navidad ante la mirada de miles de personas cargadas con bolsas –algunas llenas ya– para rellenar con el dulce sabor de cada 5 de enero.

Numerosas personas momentos antes de recoger caramelos. Numerosas personas momentos antes de recoger caramelos.

Numerosas personas momentos antes de recoger caramelos. / Alberto Domínguez

La música fue uno de los principales reclamos durante todo el recorrido en favor de dinamizar la fiesta de los sueños y deseos de grandes y pequeños. De todos. Así, la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Expiración Salud y Esperanza acompañó al rey Melchor, que encarnó Ángel Salazar, precisamente uno de los artífices de esta nueva formación musical de la capital onubense. La Agrupación Musical Santa Cruz de Huelva fue la encargada de preceder al rey Gaspar, que encarnó el ex internacional de la selección española de fútbol playa, David Cordón. Y por último, la Agrupación de La Cena de Huelva cerró el apartado musical abriendo camino al rey Baltasar, que encarnó el hermano mayor de la Hermandad de Emigrantes, José Antonio Ortiz.

Los abuelos en los balcones, los Reyes Magos botando en las carrozas al son de la música, y los niños en un juego eterno de caramelos en los adoquines, fueron algunos de los detalles que dejó la cabalgata por un recorrido repleto de ambiente festivo. A las 18:00 comenzó a subir el cortejo por Plus Ultra después de recorrer una abarrotada calle San José, y al caer la noche, en pleno corazón de la ciudad, Huelva se inundó de caramelos y serpentinas al paso de la cabalgata. Como es habitual, en la Avenida Andalucía se vivieron grandes momentos de emoción que continuaron por la barriada de Isla Chica. Poco a poco la comitiva avanzó para llegar hasta el Ayuntamiento de Huelva, donde se puso fin a un día de ensueño para la ilusión de los onubenses. El trabajo de sus Majestades los Reyes Magos todavía no había terminado. Por delante les quedó una larga noche para repartir todos esos deseos en forma de regalos para pequeños y mayores, en busca de hacer realidad cada uno de los sueños.

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