Huelva

CEUS: Ocho años con un proyecto en el aire

  • La Declaración de Impacto Ambiental del CEUS ofrece una visión global sobre los detalles de una infraestructura y sobre la tramitación que ha sufrido un retraso injustificable

Imagen del hangar principal, uno de los edificios más característicos de lo que será el CEUS.

Imagen del hangar principal, uno de los edificios más característicos de lo que será el CEUS. / M. G. (Huelva)

La tramitación del CEUS ha dado en el último mes un impulso más que considerable. No obstante, el detalle de todo el proyecto es público desde el 9 de octubre de 2014, en un documento firmado por el entonces secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, con el que se rubricaba la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del Centro de Excelencia de Sistemas no Tripulados. Se trata de un documento cuya caducidad el próximo mes de octubre, supone una fecha límite que marcará si el proyecto sigue adelante en Huelva o no.

Según el documento consultado por Huelva Información, en ella se recogen las características y la propia tramitación de todo lo que se instalará en la localidad de Moguer. En el CEUS sobresale una pista de aterrizaje de dos kilómetros de longitud y 45 metros de ancho, a la que acompañarán otra no asfaltada de 1.500 metros, una adyacente dedicada al rodaje de 511 metros más y una plataforma de otros 163 metros.

Además se detallan los dos hangares y otros tantos almacenes que junto con un edificio principal de oficinas, el control de acceso y otros habilitados para el control tierra-aire, constituyen las construcciones principales de todo el complejo. Se completan con cuatro espacios para los aparcamientos, una plataforma de combustible y un depósito destinado al abastecimiento de las aeronaves. Todo ello establece unas necesidades de terreno de 676.187 metros cuadrados.

Recreación de las instalaciones que constituirán el CEUS y el acceso a la pista de aterrizaje. Recreación de las instalaciones que constituirán el CEUS y el acceso a la pista de aterrizaje.

Recreación de las instalaciones que constituirán el CEUS y el acceso a la pista de aterrizaje. / M. G. (Huelva)

“El centro tendrá un perímetro vallado de unos 6 kilómetros” prosigue la DIA en la que se determina que será “permeable para posibilitar el paso de pequeños vertebrados y en especial de mamíferos como el lince”, uno de los aspectos que más se ha cuidado en la protección medioambiental que subyace en todo el contenido de la Declaración.

El centro lo constituirán “plataformas aéreas científicas no tripuladas que permitirán estudios y reconocimientos aéreos en situaciones inabordables por plataformas tripuladas”. Se trata de unas “aeronaves configuradas para ealizar misiones de investigación atmosférica, teledetección y ensayor de nuevos equipos o instrumentales”, que son capaces de volar hasta una altitud de 15.000 pies (4.500 metros) durante prolongados espacios de tiempo que podrían llegar a las diez horas; la envergadura de estas aeronaves, será de unos 15 metros de longitud y seis toneladas de peso.

Algunas de las aeronaves utilizadas en las actuales instalaciones del INTA en Moguer. Algunas de las aeronaves utilizadas en las actuales instalaciones del INTA en Moguer.

Algunas de las aeronaves utilizadas en las actuales instalaciones del INTA en Moguer. / H. I. (Huelva)

Este tipo de vehículos aéreos, “deberán ser controlados y monitorizados en tiempo real desde una estación en tierra”. El verdadero problema y el carácter innovador del CEUS reside en el hecho, tal y como continúa la DIA, de que “no existe una normativa específica que permita el vuelo de este tipo de aeronaves en el espacio aéreo normal” y la que existe “prohíbe el sobrevuelo de zonas pobladas, por lo que para poder operar es necesario que el centro se encuentre aislado de zonas habitadas y que la trayectoria seguida hasta la zona de ensayos tampoco lo haga”.

El Arenosillo, donde se ubican las instalaciones del Instituto de Técnica Aeroespacial (INTA) es perfecto para este tipo de vuelos, toda vez que “para su acceso no es necesario sobrevolar zonas pobladas y se encuentra sobre el mar”. El denominado espacio LED 120, será el utilizado de una manera más generalizada, aunque existe otra posibilidad de utilizar otra zona.

Entre los trámites que hasta el momento no habían salido a la luz, está la necesidad de “solicitar al Estado Mayor del Aire la definición de una región de espacio aéreo restringido (LER) de vuelo reservado exclusivamente para vehículos aéreos no tripulados, que constará de un corredor de 8 kilómetros de altura y una longitud de 22,8 kilómetros que permitirá conectar el CEUS con las zonas de espacio aéreo habilitadas en el Golfo de Cádiz”. Además, se establecen unos “niveles de vuelos autorizados desde la superficie hasta unos 1.200 metros de altura, que evita la interferencia con una aerovía que está por encima y que une la ciudad portuguesa de Faro con Sevilla”.

Esto supone que las aeronaves “ascenderán y aterrizarán rápidamente y en vuelo se dirigirán al corredor de conexión por el cual circularán hasta llegar a su espacio determinado. Una vez alcanzada la altura de vuelo, éstas volarán entre 1.000 y 3.050 metros de altitud”.

Plataforma de lanzamiento en el INTA que carece de pista de aterrizaje. Plataforma de lanzamiento en el INTA que carece de pista de aterrizaje.

Plataforma de lanzamiento en el INTA que carece de pista de aterrizaje. / H. I. (Huelva)

Para establecer la ubicación del CEUS se barajaron varias alternativas, todas ellas rechazadas hasta quedarse con la actualmente prevista para el centro que debía estar “próximas al actual Centro de Experimentación de El Arenosillo” . Tres de ellas se encontraban en el municipio de Moguer, una en Cartaya y otra más en la localidad de Villablanca. Asimismo, se estudiaron dos localizaciones en la provincia de Cádiz, denominadas Cadiz norte y Cádiz sur. Además, la ampliación del actual Cedea, que sería “la unicación óptima del CEUS” se descartó de inmediato y ni siquiera fue tenida en cuenta, ya que los terrenos estarían incluidos en el Espacio Natural de Doñana.

“Después de estudiar todas ellas, se decidió por la que finalmente se somete a estudio”, algo que derivó en un traslado de 300 metros al norte para “evitar que afectara a las áreas de distribución del lince ibérico, a corredores ecológicos y al hábitat de interés comunitario prioritario”.

El estudio ambiental recoge las posibles afecciones del proyecto, entre las que destaca que en la zona donde se establecería el CEUS no se encuentran núcleos de población cercanos, ya que los más próximos serían Las Madres a 7,8 kilómetros y Mazagón y Moguer a 8,6 kilómetros. Los Lugares de Importancia Comunitaria, también se encuentran lo suficientemente alejados, así como el Parque Natural de Doñana cuyos límites distan del CEUS en 2,7 kilómetros.

También se destaca que la zona “ha sufrido incendios, aunque son tres los que han afectado al ámbito de actuación del centro, en concreto los originados en los años 2002, 2005 y 2012”.

Recreación del lugar que ocuparía la pista de aterrizaje en el CEUS. Recreación del lugar que ocuparía la pista de aterrizaje en el CEUS.

Recreación del lugar que ocuparía la pista de aterrizaje en el CEUS. / M. G. (Huelva)

En cuanto a la tramitación, la DIA sirve como recordatorio de la enorme lentitud administrativa que se ha vivido en torno a este proyecto y que se ha agilizado en el último año. Así, se asegura que “la tramitación se inició el 31 de octubre del año 2012”. El 13 de diciembre de ese mismo año se comunica al INTA la necesidad de subsanar la documentación presentada. El 21 de enero de 2013 se abre el periodo de consultas a instituciones y administraciones y diez días después el Ayuntamiento de Moguer informaba sobre la tramitación en un pleno municipal sobre la exclusión de los terrenos afectados en el Catálogo de Montes Públicos de Andalucía.

Tanto la Subdelegación del Gobierno, que no vio inconveniente en la realización del proyecto, como la Confederación Hidrográfica del Guadiana, la Consejería de Fomento y la Delegación de Cultura que se pronunció acerca de la afectación del patrimonio, y la Dirección General de Prevención, Calidad Ambiental y Cambio Climático, remitieron sus correspondientes informes ese mismo año, al igual que las organizaciones ecologistas, WWF y Ecologistas en Acción que fueron contestadas en su momento.

La ya conocida prevalencia de los terrenos en los que se asienta el centro fue declarada en el acuerdo del 29 de octubre de 2013. A pesar de que desde el INTA se insistió frecuentemente en hacer lo mismo con los terrenos que ocupan en El Arenosillo desde que se instalaron en los mismos hace décadas, no ha sido hasta comienzos de mes cuando la Junta de Andalucía ha extendido dicha prevalencia, que ha permitido desbloquear el centro después de ocho años.

Un informe de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, fechado el 12 de junio de 2014, ofrece una serie de conclusiones que justifican la instalación del CEUS en la zona en la que finalmente irá ubicada. En esencia, asegura que “la zona ocupada no se encuentra dentro del área de distribución del lince ibérico”, además de asegurar que “todas las medidas propuestas por el promotor, se consideran adecuadas y proporcionadas a la pérdida de hábitat que producirá la actuación”.

Uno de los edificios que compondrán el complejo del CEUS. Uno de los edificios que compondrán el complejo del CEUS.

Uno de los edificios que compondrán el complejo del CEUS. / M. G. (Huelva)

El informe concluye que con esa información “el proyecto CEUS, en función de sus características de diseño y explotación, es compatible con su utilización”, siempre que se preserven y adopten “todas las medidas correctoras y preventivas necesarias, para no afectar a los terrenos, viviendas rurales, cultivos y masas forestales situados en las cercanías de las instalaciones”.

“En consecuencia –finaliza la DIA– el secretario de Estado de Medio Ambiente, a la vista de la propuesta de la Dirección General de Calidad y Evolución Ambiental y Medio Natural, formula declaración de impacto ambiental favorable a la realización del proyecto Centro de Excelencia de Sistemas no Tripulados, CEUS (ampliación del proyecto Cedea), al concluirse que siempre y cuando se autorice en la alternativa Moguer 2 y en las condiciones señaladas, que se han deducido el proceso de evaluación, no producirá efectos adversos significativos”. Lo de por qué no se actuó desde 2014 hasta hoy, da para otro informe igual de extenso.

Interior de uno de los hangares. Interior de uno de los hangares.

Interior de uno de los hangares. / M. G. (Huelva)

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