2026: ¿El año de las compañías medianas y pequeñas?
Bordados para la Amargura
Magnífica acogida al trabajo realizado por el taller de Jesús Rosado Borja
La obra se completa con una cartela con la escena de la sacra conversación
A los pies del Nazareno se presentó el primero de los trabajos con los que se quiere completar los bordados del paso del palio de María Santísima de la Amargura.
El faldón se mostró con los respiraderos para ser más completo el efecto que tendrá en el palio de la Virgen, que se encontraba como atenta a todo el acto en su hornacina. Se creó bastante expectación y muchos fueron los que se acercaron a ver el trabajo realizado, que fue bendecido por el párroco de la Concepción, Diego Capado Quintana. Un acto que contó con la presencia de la junta de gobierno del Nazareno, presidida por su hermano mayor, José Luis Borrero Ochoa.
El bordado está diseñado por Rafael de Rueda Burrezo y tiene ejecución del taller de Jesús Rosado Borja, de Écija, que acudió al acto y ofreció toda clase de explicaciones del trabajo realizado.
José Luis Borrero destaca la buena acogida por las muchas personas que pasaron para ver el trabajo realizado. "Se trata de una obra fantástica, muy bien ejecutada, Jesús Rosado ha conseguido trasladar al bordado el diseño de Rafael de Rueda; es un trabajo extraordinario, hemos apostado por lo mejor y estamos contentos con el resultado", señala Borrero.
El proyecto de ejecución aprobado por la hermandad sigue la traza de las bambalinas del palio, que fueron realizadas por el taller de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, en el año 1928. En este sentido lo que se pretende con el proyecto de bordado es continuar con el manto. Eso será una empresa a más a largo plazo y no se espera que pueda estar en menos de tres años. Posteriormente todo se culminará con el bordado de los faldones laterales. La Hermandad del Nazareno tiene abierta una campaña para hacer realidad este proyecto.
Del bordado también hay que destacar el trabajo realizado en la cartela, que representa la sacra conversación en la que aparece San Juan Evangelista, que acompaña a la Virgen de la Amargura en su procesión de la Madrugá. Una escena en la que se toma como modelo la pintura de Juan Valdés Leal.
Se trata de un ambicioso proyecto de bordado que viene a completar lo que ya se realizó en 1993 con el techo del palio, obra del taller de Enrique y Fernández de Brenes, que concluyen su aportación a estos bordados al año siguiente con la realización de las bambalinas interiores, que siguen el estilo juanmanuelino.
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