Bono: "Hay que acabar con ETA, no por la indignación, sino por limpieza democrática"

Diputados, senadores y alcaldes guardan un minuto de silencio por Ignacio Uría

Eta lleva cuarenta años matando y asesinando. Ya lo hizo con el agente de la Guardia Civil, José Pardines, en 1968, y con otras 900 personas más hasta llegar a Ignacio Uría, el último. Y ayer se coló de forma criminal en el homenaje que los políticos de Huelva celebraban en honor de la Constitución de 1978. La banda criminal siempre elige esta fecha. En 1978 asesinó a los agentes Manuel León Ortega y a Gabriel Alonso en las vísperas de la Constitución.

El foro, donde estaban todos, desde el presidente del Congreso, José Bono; presidenta de la Diputación, Petronila Guerrero, hasta los miembros de las Mesas del Congreso, Javier Barrero, y el Senado, Matías Conde, el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, diputados provinciales de todos los partidos, senadores, parlamentarios andaluces, consejera de Medio Ambiente, concejales, guardó un emocionado minuto de silencio en memoria del empresario vasco tiroteado hasta la muerte.

Fue Bono el encargado de mostrar la indignación política y ciudadana. El presidente del Congreso manifestó que hay que acabar con la banda terrorista ETA no sólo por la "indignación" que provocan atentados como el perpetrado contra el empresario Ignacio Uría en Azpeitia (Guipúzcoa) sino por "limpieza democrática".

Bono quiso expresar su indignación "desbordada" ante "estos criminales que han asesinado a un hombre, un empresario que representaba el progreso, con el que los terroristas quieren acabar". Además, en nombre de la soberanía nacional que se representa en las Cámaras, el presidente del Congreso señaló que "el único lugar que tenemos para los terroristas es la cárcel, mucha cárcel".

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